"El 'smartphone' es el centro de la vida del ejecutivo"
“Si quieres fallar en el plan de negocio de este año, solo tienes que repetir el del anterior” “Tenemos que ser grandes traductores de lo que están pidiendo los clientes"
La tecnología avanza a velocidad de vértigo y, con ella, también la actividad de los ejecutivos que trabajan en el sector. Uno de ellos es Celestino García (Madrid, 1972), vicepresidente corporativo de Samsung en España, o en otras palabras, la cara visible de la multinacional tecnológica en el país, a la que llegó en 2001 como gestor de cuentas en el área de movilidad después de pasar por compañías como Telefónica o Ericsson. Casi 15 años en los que ha sido testigo en primera fila de la evolución de todo lo que tiene que ver con la electrónica: “He podido vivir y acompañar a la empresa en el crecimiento y yo también he crecido profesionalmente con la compañía, por lo cual me siento muy afortunado. Ahora creo que solo contratan a gente buena”, bromea.
Más serio, explica las particularidades de un sector en el que “todo cambia y de forma muy rápida: el mercado, los consumidores, los productos que están a la venta... Es muy exigente y muy retador, hay que encararlo con una mente lo más abierta posible. Si quieres fallar en el plan de negocio de este año, solo tienes que repetir lo del anterior”.
García señala que, pese al tamaño de la compañía, que facturó en 2014 cerca de 170.000 millones de euros, esta ha sabido adaptar sus procesos a esa rapidez, en la que la renovación de producto es constante: “Hace unos años, cuando una empresa dejaba de pedalear o se equivocaba, tenía un mayor tiempo para reaccionar. En el mercado actual, cualquier fallo o relajación te pasa factura con carácter inmediato”.
Si quieres fallar en el plan de negocio de este año, solo tienes que repetir el del anterior
La actividad de la filial española consiste, según relata, en interpretar la demanda de los clientes, a los que hay que seducir, ya que “está más informado y tiene más claro lo que quiere”. “Tenemos que ser grandes traductores de lo que están pidiendo y ver cómo encaja, con las directrices, nuestra gama de producto, nuestros objetivos... tenemos que hacer un trabajo de interpretación desde los clientes hasta nuestra alta dirección”.
Una labor que le lleva a constantes viajes por Europa, a Corea del Sur... Celestino García calcula que pasa entre 80 y 100 días de viaje por motivos laborales: “Quizá asusta, pero creo que cualquier ejecutivo está sometido a este ritmo”. También a vivir pegado al teléfono inteligente, la única herramienta realmente imprescindible: “El smartphone es el centro de la vida del ejecutivo: correo, llamadas, mensajes, las aplicaciones corporativas... Si nos lo dejáramos en casa, cualquier ejecutivo tendría que volver a por él, y eso no pasa con la tableta o el portátil”.
Y, aunque los avances tecnológicos permiten convocar reuniones a través de videoconferencias, García defiende el cara a cara: “Muchos acuerdos se cierran en los instantes menos formales de las reuniones: cuanto te estas tomando un café o cuando vas en un taxi al hotel. En esas charlas suceden muchas cosas, las personas salvan muchas barreras. Es ineludible la presencia, la relación personal en el mundo de los negocios”.
Para aguantar esta intensidad, el ejecutivo de Samsung considera imprescindible disfrutar con el trabajo. “No hay paquete salarial que te compense si no te apasiona lo que haces”. Y es partidario de no hablar de conciliación profesional y laboral, sino de integración: “Las tecnologías están en un constante devenir, no podemos hacer paradas temporales ni apagar el teléfono. En todo el mundo pasan cosas que afectan a nuestro negocio. O intentamos integrarlo todo o vamos a estar frustrados”.
Premiado por la central de Corea del Sur
El vicepresidente corporativo de Samsung en España reconoce ser un gran recolector de recuerdos en su despacho, un espacio sencillo, rodeado de amplios ventanales y de una decoración austera. Señala, eso sí, un objeto que almacena con especial cariño. Un premio que recibió en 2014, en la sede central de Samsung en Seúl, de la mano de su presidente, Lee Kun Hee, el principal empresario del país, por el posicionamiento logrado en el mercado español. “Para mí fue un honor, algo inolvidable”, apunta Celestino García, que como miembro de la principal compañía de Corea del_Sur conoce bien la particular cultura empresarial del país:_“Hay un respeto a la edad, al mayor, a la persona que tiene un cargo y que ha logrado hacer carrera en base a un proceso de meritocracia. Existe mucho respeto y mucha valoración. Quizá en Occidente somos un poco más planos en ese aspecto. Y en la toma de decisiones y forma de gobierno de la compañía, en Samsung se produce mucho dialogo. Se consensúa mucho, y para las decisiones de gran calado se pregunta a mucha gente. No se toman desde arriba, sino que antes se interroga mucho desde la base”.
Un país como Corea del Sur, que basó su crecimiento en la innovación tecnológica, puede servir de lección a España, donde “hay un talento increíble, que hay que poner en valor y darle facilidades. Nos falta emprendeduría, que tiene que partir desde la escuela, y algo de orgullo de país; somos bipolares, pasamos de lo más alto a lo más bajo”.