Abertis encara inversiones por 1.900 millones en Brasil hasta 2020
Pese al mal momento económico, la empresa espera crecimientos en ingresos por peajes
Brasil se enfría, pero Abertis no detiene la maquinaria en el que es su tercer mercado por ingresos. Con cuatro autopistas estatales y cinco federales en su cesta de activos, la filial Arteris afronta un fuerte periodo de inversiones comprometidas en los contratos, al tiempo que se están haciendo público, en el marco de la opa de Abertis y sus socio Brookfield por Arteris, proyecciones económicas al alza.
La operadora de autopistas viene de invertir 1.100 millones de reales en 2012 (246 millones de euros), una cifra de 1.240 millones de reales en 2013 (278 millones) y 1.722 millones de reales el año pasado (386 millones), con casi el 86% de esta última suma dedicado a las concesiones federales. Estas, en las zonas de mayor influencia económica del país, tienen vencimiento a largo plazo.
El hecho es que entre 2015 y finales de 2019 se acentúa la inversión prevista: 1.947 millones de reales este año; 1.708 millones en 2016; la estimación para 2017 es de 1.619 millones; en 2018 se toca techo con 1.930 millones, y en 2019 la cifra será de 1.484 millones de reales. Al cambio actual fija el capex (incluida la factura de mantenimiento de las autopistas) en 1.944 millones de euros (8.688 millones de reales).
En los siguientes 14 años, hasta el fin de las concesiones federales, en 2033, sigue habiendo inversión comprometida, aunque pierde ritmo hasta un total de 4.968 millones de reales (unos 1.115 millones de euros), con una media de 354 millones de reales (79 millones de euros) por ejercicio.
La filial Arteris lidera el sector con el 19% de los kilómetros de autopista en el país
Ante los problemas económicos que atraviesa el gigante suramericano, Abertis argumenta que su apuesta por el mercado brasileño es a largo plazo y que, en el negocio concesional se dan por descontado periodos de crisis, al tiempo que también se aprovechan los tiempos de bonanza.
Desde la empresa que dirige Francisco Reynés se destaca que el momento de horas bajas que atraviesa Brasil puede representar incluso una oportunidad para las empresas de infraestructuras. Además de un programa con 15 nuevas concesiones que saldrán a concurso entre este final de 2015 y 2016, el Gobierno planea movilizar 15.300 millones de reales de inversión en autopistas que ya están bajo gestión privada.
Como ha sucedido en Francia con el Plan Relance, Abertis está dispuesta a invertir en mejoras a cambio de ampliaciones de plazo, para lo que ha abierto ya negociaciones con la Agencia Reguladora de Servicios Públicos de Sao Paulo (ARTESP).
Vencimientos y compensaciones
Arteris ve ya cerca la conclusión del plazo concesional en tres de las cuatro concesiones del estado de Sao Paulo. Vianorte, con 39 millones de vehículos en 2014, vence en marzo de 2018; el fin de explotación para Autovías, con 49 millones de vehículos el año pasado, llega en mayo de 2019; un mes más tarde expira la concesión de Centrovías, por la que pasaron 58,3 millones de vehículos, y la última en revertir al Estado es Intervías, con casi 70 millones de usuarios el año pasado, y conclusión del contrato concesional en enero de 2028.
Más allá de esta última fecha de reversión del activo a la Administración están las cinco concesiones federales (Planalto Sul, Fluminense, Fernao Dias, Régis Bittencourt y Litoral Sul), tres de ellas con más de 120 millones de usuarios anuales. Abertis centra en ellas sus inversiones y tiene derecho de explotación hasta febrero del citado 2033.
El grupo español es el primer operador de autopistas en Brasil, con 3.250 kilómetros en explotación en Sao Paulo, Rio de Janeiro, Minas Gerais, Paraná y Santa Catarina. Su cuota es del 19% en todo el país por kilómetros (16% de cuota por ingresos de peaje), frente al 16% de CCR y el 12% de Triunfo, que cierran el trío de cabeza. Brasil cuenta con una flota de cerca de 82 millones de vehículos, entre motos, coches y comerciales. Y el 61% de la carga viaja en camión, por un 21% de cuota copada por el ferrocarril.
En el actual contexto de contracción del tráfico de pago, las concesionarias federales controladas por Arteris gozarán de subidas tarifarias entre diciembre de este año y febrero del próximo ejercicio para compensar el efecto negativo de la Ley de Camioneros, en vigor desde abril y que prohibe cobrar el peaje completo a los camiones que viajan sin carga o con ejes suspendidos.
Un informe firmado por BNP Paribas, a partir de información facilitada por la compañía, observa un crecimiento de los ingresos de Arteris por peaje desde los 2.734 millones de reales estimados en 2016 (613 millones de euros) hasta los 5.913 millones de reales (1.326 millones de euros) esperados en 2032. El margen bruto de explotación, por su parte, pasará de los actuales porcentajes cercanos al 66% a un techo del 77%.
Un mercado abierto a nuevas concesiones
Brasil tiene previsto poner en juego cuatro concesiones de autopistas, con un total de 2.579 kilómetros antes de que concluya el año, a las que se suma una quinta ya adjudicada. Los concursos afectan a carreteras que cruzan siete estados y la recaudación estimada alcanza los 19.600 millones de reales (4.400 millones de euros) para las arcas públicas. El plazo de explotación previsto es de 30 años.
A partir de ese punto, en 2016, y siguiendo con el Plan de Inversión en Logística (PIL) lanzado el pasado mes de junio por el Gobierno de Dilma Rouseff, Brasil pondrá en juego otras 11 concesiones con casi 4.400 kilómetros de carretera en diez estados. Este último paquete debería movilizar más de 31.000 millones de reales de inversión (6.955 millones de euros).
Además de autopistas, el citado PIL prevé concesiones de ferrocarril, aeropuertos y puertos (el Gobierno acaba de licitar la concesión de ocho terminales portuarias) por un monto cercano a los 200.000 millones de reales (44.920 millones de euros) y una previsión de ejecución del 35% entre 2015 y finales de 2018.