“El año que viene habrá más operaciones corporativas”
Rico opina que los dos modelos tienen sus ventajas e inconvenientes El ejecutivo trabaja para que la integración del grupo sea un éxito
En julio del año pasado se anunció la fusión de dos de los principales operadores hospitalarios españoles: IDC Salud y Grupo Hospitalario Quirón. Pedro Rico ocupa desde abril la dirección general de operaciones del nuevo gigante, Quirón Salud. “Estoy muy ilusionado porque tenemos un proyecto muy ambicioso”, reconoce.
¿Cómo describiría el sector hospitalario actual?
El mercado ha sufrido un importante proceso de concentración en los últimos cinco años, de los que nuestro grupo ha sido uno de los principales protagonistas. Aunque hay otros operadores que también están creciendo por la vía de las compras. Es un proceso normal, porque partíamos de un mercado muy atomizado. Lo mismo ha pasado en otros países, como Alemania o Reino Unido. Creo que el proceso no ha finalizado: probablemente veremos más operaciones en los próximos años. Los grupos seguirán incorporando hospitales a su red, y también puede surgir alguna nueva fusión. En Gran Bretaña hay cuatro o cinco grupos que aglutinan el 80% del mercado, así que todavía hay margen.
“Buscamos hospitales fuera de España”
¿Qué planes tiene Quirón Salud fuera de España?
Se están evaluando oportunidades en distintos mercados, tanto de compra como de gestión de hospitales privados, de modelos concesionales y de hospitales concertados, una de nuestras especialidades. Estamos buscando hospitales fuera para, en el futuro, poder quizá repetir el proceso de concentración que se produjo en España.
¿En qué regiones se están fijando?
Latinoamérica es muy atractiva porque está creciendo mucho en estos momentos. Los Emiratos Árabes también nos interesan, porque surgen allí muchas oportunidades y se necesitan profesionales con experiencia en gestión.
Las adquisiciones fuera y dentro de España, pues, seguirán marcando la agenda.
No cabe duda de que la forma de conseguir ser competitivos es adquirir volumen, porque es lo que permite apostar por buenos profesionales y tecnología de vanguardia.
¿Qué tal se está desarrollando la integración en su nuevo grupo?
Estamos muy contentos. Se trata de una integración compleja, porque la fusión une varias realidades y grupos. Hay que recordar que además de Quirón e IDC se ha incorporado prácticamente en el mismo espacio de tiempo el grupo Ruber, la Politécnica Guipúzcoa, las sociedades de prevención… Tenemos que acompasar varias culturas de trabajo distintas, pero en general llevamos buen ritmo.
¿Se mantendrá la esencia de cada una de las marcas?
Tendremos la marca común Quirón Salud, pero vamos a mantener las que pensemos que son un activo comercial importante, que aporten prestigio. Sería un desperdicio desaprovechar enseñas como Ruber o Teknon. Van a perdurar bajo el paraguas de Quirón Salud.
Habrá especialidades que se solapen en determinados lugares.
Contamos con 88 centros asistenciales, de los que 46 son hospitales. No es raro, sobre todo en ciudades como Madrid o Barcelona, que coincidan hospitales con una cartera de servicios muy amplia que hasta hace poco eran competidores. En esos casos habrá que buscar sinergias para que se complementen.
¿Cuándo esperan que la fusión se deje notar en la rentabilidad del grupo?
Todavía es pronto para saberlo, pero estos procesos suelen tardar dos o tres años en dar resultados. Implican muchos cambios y negociaciones, pero sin duda tendremos muchas sinergias y la posibilidad de exportar casos de éxito a otros hospitales. Nuestra empresa tiene 30.000 trabajadores, lo que la coloca como la octava firma española por tamaño de plantilla.
¿Con qué facturación esperan cerrar el año?
Tenemos un estimado de cierre de 2.200 millones de euros. Se trata de un crecimiento muy importante respecto al año anterior, aunque orgánico.
¿Cuáles serán las líneas estratégicas del grupo?
La compañía seguirá apostando por la calidad. Buscamos fidelizar a nuestros clientes. También defendemos el desembolso en alta tecnología, aspecto en el que somos líderes a nivel nacional. Ya tenemos siete robots quirúrgicos Da Vinci, un CyberKnife, de radiocirugía, y un bisturí de rayos gamma, GammaKnife. También vamos a instalar dos TAG de última generación, los primeros de España de estas características. No descartamos adquirir más activos durante el próximo año.
¿Qué futuro le augura a la colaboración público-privada?
Probablemente en estos momentos no vaya a ir a más, pero tiene mucho futuro. Debería evaluarse desde un punto de vista técnico, nunca político, y ver si aporta o no al sistema.
Cerca del 20% de los españoles tiene un seguro de salud. ¿Cree que esa proporción aumentará?
Cuando arrancó la crisis se decía que el aseguramiento privado iba a disminuir al considerarse prescindible. Pasó lo contrario: ha crecido a un ritmo del 3% interanual. Este año, en el primer semestre, lo ha hecho en un 4%. La gente cada vez valora más contar con un seguro de salud, porque le aporta un servicio que cumple con unas expectativas que no satisface el sistema público por culpa de las esperas o por demoras en la atención ambulatoria.