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Entre sus clientes figuran diseñadores, arquitectos, artistas plásticos e incluso marcas de moda

Fusión de artesanía y diseño industrial en La Tora

La firma combina técnicas de cerámica, madera y cemento con diseño asistido por ordenador e impresión en 3D.

Muestra de trabajos finalistas de los Premios Nacionales de Artesanía, en el último Salón Internacional del Regalo y la Decoración.
Muestra de trabajos finalistas de los Premios Nacionales de Artesanía, en el último Salón Internacional del Regalo y la Decoración.Fotos: Juan Lázaro

Artesanía y diseño industrial son dos mundos que han vivido tradicionalmente dándose la espalda, como si uno fuera la negación del otro. Pero Javier Alejandre, un joven egresado del IED (Istituto Europeo di Design) de Madrid, ha demostrado que pueden ser complementarios.

En 2010 abrió La Tora, un taller que plasma en cerámica, madera o cemento artesanías concebidas por diseñadores que quieren ver sus productos terminados.

El proyecto nació de la necesidad de Alejandre y la diseñadora mexicana Paulina Stephens de fabricar sus propios diseños. Los jóvenes, que se conocieron durante un curso en el Tecnológico de Monterrey, no tardaron en advertir que no eran los únicos que echaban de menos la existencia de un taller donde se trabajase con la sensibilidad del artesano, pero sin descartar la fabricación en series cortas y la impresión en 3D.

Fue entonces cuando decidieron atender pedidos de otros diseñadores y abrir dos centros de producción, uno en Madrid y otro en Santiago de Querétaro (México).

Javier Alejandre, cofundador de La Tora.
Javier Alejandre, cofundador de La Tora.

Alejandre, de 34 años, dirige el taller madrileño. En sus instalaciones, ubicadas en un polígono industrial de Leganés, recibe toda clase de pedidos, busca los materiales y la técnica de producción más adecuada y fabrica en pequeñas cantidades. De este modo, ayuda a estudios de diseño a hacer realidad sus creaciones.

De su horno, que construyó él mismo con ladrillos refractarios, salen tazas, platos, jarras, colgantes, muebles, belenes, esculturas... Entre sus clientes también figuran estudios de arquitectura, agencias de publicidad, artistas plásticos, decoradores e incluso marcas de moda, como Rita Row, que le encargó unos cascos de hípica hechos con cerámica para completar el look de sus modelos en la pasarela del 080 Barcelona Fashion.

La Tora es un exponente de la neoartesanía, una corriente que fusiona las técnicas tradicionales del hecho a mano con la metodología del diseño industrial y el uso de nuevas tecnologías (dibujo en ordenador, impresión en 3D...).

“El artesano no es solo esa persona modesta con los dedos ajados y metidos en el barro, pero tampoco Patrick Swayze en Ghost. Nosotros intentamos conseguir un equilibrio entre esas dos visiones, entre el proceso artesanal e industrial”, explica Alejandre. “Con la impresión en 3D, por ejemplo, ahorras tiempo y ganas exactitud, sobre todo a la hora de hacer el modelo original”, añade.

La neoartesanía es un movimiento nuevo que está floreciendo en países con gran tradición artesana como México, Colombia, Puerto Rico y España, donde, además de La Tora, es seguido por firmas como De Luke Studio, en Huelva y Sevilla, y Emozzioni by Titanium, en Castellón de la Plana.

La Tora quedó finalista en la categoría emprendimiento de los Premios Nacionales de Artesanía que entrega el Ministerio de Industria. Una muestra de sus trabajos, junto con los de otros finalistas y ganadores de la última edición del concurso, pudo apreciarse durante el Salón Internacional del Regalo y Decoración que se celebró hace pocos días en Madrid.

La EOI (Escuela de Organización Industrial), que coordina los premios y organizó la exposición, espera que experiencias como la de Alejandre animen a más artesanos a colaborar con diseñadores.

El número de empresas artesanas se ha reducido un 35% en los últimos cuatro años

Según un estudio de EOI, en los últimos cuatro años –los mismos que lleva operando La Tora–, el número de empresas y empleados en el sector artesanía se ha reducido en un 35%, sobre todo en las ramas vinculadas a la construcción: muebles de madera, cerámica, metal, mármol, escayola... Sin embargo, “las empresas que quedan son más fuertes y están mejor preparadas para el futuro”, comenta Pablo Velasco, gerente de Fundesarte, la organización de EOI dedicada a la promoción del sector.

El porcentaje de compañías que realizaron mejoras significativas en diseño y envasado se incrementó del 18% en 2010 al 43% en 2014, mientras que el de empresas que innovaron en producto saltó del 19% al 37%. La proporción de talleres que están colaborando con diseñadores locales también ha aumentado notablemente: en cuatro años se ha triplicado, del 10% al 34%.

Aun así, Alejandre cree que todavía ambos gremios pueden hacer mucho más por acercarse. “Por un lado, hay artesanos que quieren hacer diseño pero no tienen formación y, por otro, hay diseñadores industriales interesados en colaborar con artesanos pero no entienden la peculiaridad de su trabajo”, señala. Ayudarles a comprenderse es el propósito de La Tora.

Muestra de trabajos finalistas de los Premios Nacionales de Artesanía.
Muestra de trabajos finalistas de los Premios Nacionales de Artesanía.

El artesano español: autónomo, con web propia y perfil en Facebook

El sector artesano español cuenta con unas 38.577 empresas, de las cuales el 70% son autónomos. Además, el 97,4% de estas compañías tienen menos de 10 trabajadores.

La actividad da empleo a 104.791 personas, si bien otras 20.188 trabajan como asalariadas en industrias que incorporan artesanos en algunas fases de su proceso productivo. El 93% factura menos de 200.000 euros anuales.

En cuanto a la penetración de las nuevas tecnologías en el sector, de acuerdo con el estudio de Fundesarte, la presencia de impresoras 3D en las empresas artesanas todavía es mínima, ya que solamente el 2,4% posee una; sin embargo, el 59% dispone de una web propia (frente al 33% en 2010) y el 57% tiene perfiles en Facebook o Twitter.

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