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En el año académico 2013-2014, un total de 5.350 jóvenes cruzaron el Atlántico, un 6% más que el anterior

Estudiantes en buena forma

EE UU atrae a numerosos deportistas de élite españoles que quieren compatibilizar afición y grados.

La golfista Natalia Asensio.
La golfista Natalia Asensio.

Laura Falceto, una destacada tenista zaragozana de 17 años, tomó el mes pasado un vuelo hacia Estados Unidos para comenzar sus estudios de Biotecnología o Ingeniería Biomédica. Todavía no había decidido cuál de las dos carreras elegir, pero sí estaba convencida de algo: “Quiero estudiar una carrera, pero también seguir compitiendo a alto nivel, algo que no puedo hacer en España, pero allá sí”, afirma.

Hace apenas 25 años solo una veintena de deportistas de élite españoles estudiaban en universidades de Estados Unidos, mientras que ahora suman ya más de 1.800. Y es que las facilidades para combinar formación y deporte que ofrecen los centros norteamericanos atraen a un creciente número de profesionales que buscan en el país americano el apoyo que no encuentran en el nuestro. Además, esa experiencia internacional les supone después un importante plus a la hora de conseguir empleo.

“Quiero cursar una carrera, pero también competir a alto nivel, y esto no es posible en España”, afirma una joven tenista

La consejera de diplomacia pública de la Embajada de EE UU en España, Emilia Puma, asegura que las aulas norteamericanas están abiertas a todos los estudiantes españoles. “Durante el año académico 2013-2014, un total de 5.350 jóvenes cruzaron el Atlántico para cursar una carrera o un posgrado en las universidades estadounidenses, un 6,3% más que el curso anterior”. Una experiencia internacional que luego abre las puertas laborales.

Si esta formación internacional va acompañada, además, de la práctica de un deporte de élite, los resultados pueden ser aún más beneficiosos para el alumno. Según Gonzalo Corrales, director general de AGM Sports, una firma española que gestiona becas para estudiantes y deportistas, “cuando este tipo de alumnos terminan sus estudios en Norteamérica no sólo cuentan con una preparación en las mejores universidades del mundo, sino que también regresan bilingües y con valores deportivos como el espíritu de sacrificio, la superación constante y el trabajo en equipo, lo que les convierte en unos candidatos muy atractivos para cualquier empresa”.

AGM Sports ha gestionado becas de centros estadounidenses por valor de más de 15 millones de dólares (13,3 millones de euros) para 200 jóvenes españoles que estudiarán en universidades y para 30 que lo harán en institutos (high schools) durante los próximos años. “Las de deportistas de nivel más alto suelen cubrir todos los gastos, mientras que las restantes financian entre el 40% y el 60%”, indica Corrales. Los deportes más solicitados han sido fútbol, tenis, atletismo, natación, baloncesto y golf.

Facilidades

Compatibilizar formación y deporte es fácil en las universidades norteamericanas, ya que “cada centro cuenta con un departamento especializado y un entrenador para las principales disciplinas”, afirma Corrales. José Salama, un madrileño de 23 años que ha compatibilizado estudios y fútbol durante cuatro años en Brown University, lo confirma: “Existe bastante flexibilidad y comprensión; por ejemplo, cuando salíamos a jugar un partido a otro estado, los profesores entendían que no pudiéramos asistir a algunas clases y daban facilidades para recuperarlas”.

“Si un examen te coincide con un campeonato, ningún profesor tiene problema en cambiarte de día”, dice una golfista

Según la atleta Paula Gil, que ha participado en el campeonato europeo de atletismo sub 23 celebrado en Tallin en julio pasado y que ahora se reincorpora a la Washington University, “en España entrenas en un club que no pertenece a la universidad y cuando tienes que ir a una competición los profesores no se amoldan, mientras que allí sí lo hacen”.

Y Natalia Asensio, una golfista de 18 años que estudió en una high school en 2012 y que ahora lo hará en la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro, explica que “en EE UU si un examen te coincide con un campeonato ningún profesor tiene problemas en modificar horarios y clases. Y se queja: “En España ni siquiera saben que practicas un deporte”.

A las facilidades en EE UU se suman las ventajas al volver a España, ya que la experiencia internacional adquirida aumenta las oportunidades laborales. Tamara Antoñanzas, una de las responsables de la Fundación AGM, que con el apoyo de Adecco ayuda a estos jóvenes a encontrar trabajo, explica que los estudiantes deben “poner en valor su perfil internacional” y destacar “sus capacidades y valores deportivos”.

Adaptación laboral

Para José Salama, que estudió Economía e Historia en EE UU, volver hablando inglés fue fundamental para conseguir trabajo en una entidad bancaria. “El idioma me ha ayudado bastante porque ahora tengo que relacionarme con clientes de muchos países”. Además, sus clases en la carrera fueron “muy prácticas”, por lo que la adaptación a su actual trabajo le costó “muy poco”.

Lo mismo le sucedió a Alejandro García Ferrero, un tenista almeriense de 23 años que estudió en la Universidad de Portland y que actualmente trabaja en el departamento de marketing de Nike. Además, “la disciplina que nos imponían ha fortalecido mi carácter y me ha hecho madurar antes”, apunta.

“Entrenar cinco horas diarias y estudiar me ha enseñado a gestionar el tiempo”, explica un tenista e ingeniero

Iván Sánchez, que combinó tenis e ingeniería en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, trabaja actualmente en Accenture. Este madrileño de 23 años que terminó la carrera en diciembre pasado, afirma que “haber compatibilizado la práctica de un deporte de élite, entrenando cuatro o cinco horas al día, con el estudio de una carrera como ingeniería, me ha enseñado a gestionar el tiempo y a trabajar con gente de diferentes países y culturas”. Algo que ahora en su etapa profesional le resulta muy útil.

Las experiencias anteriores animan ahora a los nuevos talentos que parten hacia Estados Unidos. Natalia Asensio está convencida de que su estancia en EE UU le será muy beneficiosa: “Estar allí te proporciona diferentes puntos de vista y una mente más abierta”.

Además del empuje que le dará a la búsqueda de empleo a la vuelta. Como apunta Mercedes Font, madre de Laura Falceto, la tenista zaragozana que acaba de emprender su aventura americana, las empresas españolas tienen cada vez más en cuenta los valores deportivos. “Gente con carreras e idiomas hay a patadas, pero acostumbradas desde pequeños al sacrificio y a la mejora continua no tantas”. Sin duda, este será un gran punto a favor de todos los deportistas.

Ayudas para hombres y para mujeres

El sistema educativo de EE UU obliga a las universidades a repartir el mismo presupuesto global en ayudas para hombres y mujeres. Y, como una parte importante de este se destina al fútbol americano –deporte exclusivamente masculino–, las becas para actividades femeninas disponen de mayores cantidades, con lo que se equilibra la diferencia.

De hecho, la beca habitual conseguida por AGM para mujeres es de 25.000 dólares (22.200 euros) por año, frente a la media general de 21.000 dólares, por lo que un gran número de las deportistas cubren el 100% de sus gastos universitarios y deportivos.

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