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Se conocieron en la universidad

Cómo crear los bolsos de moda entre clase y clase

Marcela Vélez y Melissa Losada son las fundadoras de M2Malletier, la marca de bolsos de lujo fruto de su pasión por el mundo de la moda.

Javier García Ropero

Es una de las marcas de bolsos más codiciadas entre quienes buscan piezas novedosas y exclusivas. Pero detrás de ella no hay un gran grupo del sector de la moda, o un potente fondo inversor. M2Malletier, que ha llegado a las principales pasarelas y alfombras rojas del mundo, es el producto de dos jóvenes colombianas que hicieron de su pasión, la moda, su profesión.

Algo que comenzó como un tema más de conversación en la universidad. Marcela Vélez y Melissa Losada se conocieron cuando estudiaban en la Parsons School of Design de Nueva York, una de las más prestigiosas en el mundo de la moda. Vélez afirma que no se conocían de nada hasta entonces, aunque sus familias sí:“Era el año 2007. Melissa estaba estudiando diseño y yo gestión, la parte más administrativa de la industria. Coincidimos y nos hicimos amigas desde el principio. Inmediatamente hubo una conexión y siempre hablábamos de iniciar un proyecto propio en el sector”.

Pero no sería de inmediato. Ambas se graduaban en 2009, y cada una iniciaba un camino diferente. Losada se marchó a trabajar a París, y Vélez se quedó en Nueva York, aunque nunca perdieron de vista su proyecto común: “Las dos queríamos hacer bolsos. Nos encontramos en París, a principios de 2011, y nos decidimos a concretar la idea. Empezamos el trabajo de investigación, de ideas...Un proceso que duró ocho meses”.

Futuro

La cofundadora de M2Malletier, Marcela Vélez, reconoce que tanto ella como su socia, quien tuvo que ausentarse de la entrevista por motivos personales, trabajan en dar un nuevo impulso al crecimiento de la marca:“Estamos pensando cómo desarrollar una idea diferente del asa. Tenemos varias ideas, pero todo depende de que pueda adaptarse a lo que nosotras queremos”.

M2Malletier factura alrededor de dos millones de euros, y busca mejorar en Asia y EE UU: “En Europa ya estamos posicionados.Tenemos mucho potencial para seguir creciendo”.

Hasta que llegó el empujón definitivo. Melissa Losada se trasladó a Barcelona, y Marcela Vélez tomó el mismo rumbo: “Quería trasladarme a Europa, pero no a París ni a Londres. Fue el momento perfecto”, explica. Además, se encontraron con una industria textil muy desarrollada en España, algo que también ha contribuido a su rápido crecimiento: “Sabíamos que la producción de pieles aquí era increíble. Hicimos pruebas en Colombia, ya que mi familia se ha dedicado siempre a este sector, pero no nos convencieron”.

Finalmente encontraron un centro de producción en Alicante, y desde el principio, sin más aportación que sus ahorros, buscaron diferenciarse de los productos más habituales en el sector. “No nos gustaba lo que había en el mercado”, añade Vélez. Su asa metálica se ha convertido en el sello de distinción, después de ver el diseño en un catálogo de herramientas médicas de la época medieval. Su otra inspiración es la arquitectura, presente en las formas de los diseños.

De las 194 unidades de la primera temporada han pasado a 2.500, y ambas siguen repartiéndose el trabajo. Vélez lleva el día a día comercial, el trato con los clientes, el envío de pedidos, y la parte administrativa y de operaciones en general. Melissa Losada, por su parte, se encarga de seguir que la producción cumple con los requisitos de calidad. Y ambas, a la par, definen los diseños y sus materiales. “Las tareas están muy definidas”, comenta Vélez, quien reconoce que han ido aprendiendo con el día a día:“Cuando nos reunimos con abogados para registrar la marca y formar la sociedad... no teníamos ni idea.La mejor educación ha sido la experiencia”.

En la actualidad, además de las dos fundadoras, otras dos personas trabajan con ellas como refuerzo, aunque hasta hace poco todo lo hacían ellas dos:“Somos muy selectivas con el personal. Desde hacía tiempo necesitábamos contratar, pero no encontrábamos el perfil. Y además, Melissa y yo no hemos empezado a pagarnos salarios hasta hace seis meses”, desvela. Y de momento, no contemplan la entrada de nuevos socios: “prefierimos seguir con esta libertad”.

La Fábrica, un espacio de trabajo muy inspirador

La oficina de la compañía se sitúa en el taller de arquitectura de Ricardo Bofill Levi en Barcelona (Melissa Losada está casada con uno de sus hijos, el también arquitecto Pablo Bofill). Un espectacular edificio levantado sobre una antigua fábrica de cemento a las afueras de Barcelona, y que Bofill remodeló en los años 70 para convertirlo en uno de los edificios más singulares de la capital catalana.

Conocido como La Fábrica, sirve de inspiración para los bolsos que diseñan en M2Malletier. “Absorbemos todo de este espacio”, reconoce Marcela Vélez. “Toda la marca está inspirada en el edificio, desde la pureza de la línea hasta los materiales. Cada detalle se traslada a los bolsos”. Y a la imagen de la empresa. Vélez desvela que las fotos para la nueva temporada se han tomado en La Muralla Roja, otro edificio diseñado por Bofill en Calpe.

Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.

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