Las pernoctaciones de turistas nacionales vuelven a niveles de 2011
El turismo nacional empieza a mostrar síntomas de reactivación, lo que podría servir para impulsar la actividad y el empleo en aquellas zonas y segmentos de negocio donde el boom del turismo extranjero no se ha dejado sentir con intensidad. Es el caso del turismo urbano, rural o de algunos destinos situados en el norte de España, en el que el peso del visitante nacional es muy importante y que se han visto muy afectados por el repunte de la tasa de paro y la pérdida de poder adquisitivo de un porcentaje muy elevado de los trabajadores nacionales.
Una situación que empezó a cambiar con la salida de la recesión en España y que se ha consolidado este ejercicio. Los datos de la encuesta de coyuntura hotelera del INE así lo avalan. Entre enero y julio, el número de viajeros españoles entre enero y julio ha crecido un 6,7%, al pasar de 24,9 a 26,5 millones, y el número de pernoctaciones también ha subido un 6,5%, desde las 57,4 a las 61,2 millones. De este modo, las estancias en alojamientos hoteleros regresan a los niveles alcanzados en 2011, en los que el número de estancias fue de 62,1 millones.
Desplome del mercado ruso
El desplome del mercado ruso no solo ha tenido efecto en la llegada de turista, sino que también se ha dejado sentir en el negocio hotelero.
En los siete primeros meses han llegado poco más de medio millón de visitantes rusos, con un ajuste del 37,5% con respecto al mismo período de 2014. Mayor aún ha sido el descalabro en el caso de las pernoctaciones, en el que se ha pasado de 4,4 a 2 millones de estancias, lo que supone un recorte del 54%. Un dato que no es baladí si se tiene en cuenta que era el décimo país por entrada de visitantes, pero era el cuarto por pernoctaciones, con estancias medias por encima de siete días.
Este repunte del turismo nacional, que se une al del extranjero iniciado en 2011, no es un dato baladí si se tiene en cuenta el importante peso que tiene tanto en viajeros. El 50% de los viajeros y el 36% de las pernoctaciones las hacen visitantes españoles, por lo que cualquier leve repunte en ambos indicadores es una noticia muy positiva para la industria turística. Los principales beneficiados por la mayor fortaleza del turismo nacional han sido los hoteles de cuatro estrellas, que en los siete primeros meses del año han pasado de registrar 25,7 a 27.5 millones de pernoctaciones, lo que supone un alza del 7% respecto al mismo período de 2014. Los establecimientos de cinco y tres estrellas también han experimentado incrementos respecto al anterior ejercicio, aunque de menor cuantía.
Si el análisis se centra en el turismo extranjero, los mercados más importantes experimentan crecimientos si se compara con los siete primeros meses del año, aunque son especialmente llamativos los registrados por los turistas británicos y los estadounidenses en julio, segundo mes de la temporada alta. En ese período, las pernoctaciones de visitantes del Reino Unido han pasado de 6,4 a 7 millones, lo que supone un alza del 9,7% y que hayan supuesto el 27% del total. En el caso de EE UU, el número de pernoctaciones ha subido un 16% hasta las 690.000 estancias. En ambos casos, la mejoría ha estado condicionada por la depreciación del euro frente a la libra esterlina y el dólar estadounidense, lo que ha abaratado los viajes a España y ha permitido a esos visitantes disponer de mayor poder adquisitivo para la partida del alojamiento.
Aunque el principal causante del empuje de las pernoctaciones en los siete primeros meses ha sido Francia. Si ya fue el mercado que más creció en ese período en turistas enviados en España, también ha sido uno de los que más ha crecido en las pernoctaciones realizadas por sus visitantes. En concreto se registraron 8,8 millones de estancias frente a las 7,7% del mismo período de 2014, lo que supone un alza del 14,5%. Un tirón del que se ha beneficiado por proximidad Cataluña, con 900.000 pernoctaciones más hasta julio.
Fuerte alza de precios y de la rentabilidad
La recuperación del turismo nacional ha sido aprovechada por los empresarios hoteleros para intentar recuperar una parte importante de los precios y las rentabilidades que se han dejado en los años de crisis. El ingreso medio diario que han obtenido los hoteles por habitación ocupada en julio ha sido de 87,8 euros frente a los 81,31 del mismo período de 2014, lo que supone un incremento del 7,9% en tasa anual. Baleares y Navarra son las comunidades en las que más se han incrementado las citadas rentabilidades. En el caso del archipiélago se ha pasado de un ingreso medio de 89,16 euros a otro de 101,15, lo que supone un 13% más, y en el de Navarra, se ha pasado de 77 a 95 euros, un 23% más. Las dos únicas comunidades autónomas en las que se han producido retrocesos han sido Murcia, que ha pasado de 71,13 a 70,82 euros y Castilla La Mancha, de 53,76 a 52,34 euros. En ambos casos, el retroceso está condicionado por la dificultad para atraer turistas en temporada alta.
El crecimiento de la rentabilidad se ha producido en paralelo al de las tarifas, a lo que también se ha unido una política de ajuste de los costes. En julio de 2014, el precio medio era de 96,6 euros y doce meses después ha subido un 5,3% hasta los 101,75 euros. Se trata del crecimiento mayor para este mes de la serie histórica y es una muestra de cómo los hoteleros intentan aliviar sus cuentas de resultados tras varios años de debacle. Los precios han subido en todas las comunidades autónomas, aunque también con más fuerza en Baleares.