La mora bancaria cae del 11% por primera vez en dos años
Por cada 100 euros que presta, la banca sigue teniendo problemas para recuperar casi 11 de ellos. Aunque la cifra sigue siendo considerable, este nivel de morosidad, un 10,9% a cierre de junio, es el más bajo del que disfruta el sector financiero español desde abril de 2013. Así aparece recogido en los datos provisionales que el Banco de España publicó este martes, dando cuenta de la quinta caída mensual consecutiva de una tasa que arrancó el año en el 12,5%.
Esta evolución supone un nuevo hito en la senda de progresiva disminución que viene experimentando la mora financiera desde que tocara techo en diciembre de 2013, cuando alcanzó la cota del 13,6%. La morosidad se disparó entonces como consecuencia del ejercicio de revisión de la cartera de préstamos refinanciados que el Banco de España impuso al sector para destapar los créditos problemáticos. La tasa de mora se elevó en tres puntos solo aquel año.
Dicha subida, en todo caso, solo fue el culmen de la vertical escalada de los ratios de mora del sector financiero, una plaga ligada a la crisis financiera que convirtió en historia las tasas de dudosidad inferiores al 1% que aún eran habituales en 2007.
En los dos últimos años, sin embargo, la situación ha comenzado a revertirse. Con excepciones mensuales, el tono de la evolución de la mora vuelve a ser negativo lo cuál se fundamenta básicamente en dos factores. En primer lugar en la desaceleración que está protagonizando la reducción del saldo de crédito vivo que concede el sector financiero. A menor importe total concedido más pesa la carga de impagados que maneja el sector, lo que eleva el ratio de mora. Pero esta masa está dejando de decrecer.
El fenómeno se produce principalmente gracias al auge en la concesión de nuevos préstamos por parte de la banca. Aunque estos aún no bastan para compensar la amortización de los créditos que vencen, la nueva concesión sí mantiene ya casi plana la evolución del saldo global, congelada en niveles de 2006 desde hace dos años.
El segundo factor en juego es la reducción directa que viene experimentando el volumen real de créditos dudosos, que cae en junio a niveles de primavera de 2012. Los datos provisionales del Banco de España, que recogen los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares y empresas, el saldo de dudosos cayó en junio hasta los 149.308 millones de euros. El crédito global que mantiene vivo el sector, a su vez, se redujo en 7.382 millones de euros respecto al mes anterior, hasta alcanzar los 1,357 billones.
Hay que tener en cuenta, en todo caso, dos factores que distorsionan la comparativa histórica. En primer lugar, la fuerte descarga de morosidad de la disfrutó el sector financiero con la creación de Sareb, que absorbió buena parte de la carga tóxica de Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia y Banco de Valencia en diciembre de 2012 y de la de BMN, Caja3, Ceiss y Liberbank en febrero de 2013.
Nueva metodología
Por otra parte, a partir de enero de 2014, el Banco de España introdujo una modificación en la metodología de cálculo de la mora al incluir los préstamos concedidos por los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), lo que rebaja la tasa de morosidad. De hecho, sin tener en cuenta estos cambios en el modelo de cálculo, la tasa de mora del sector financiero se situaría aún por encima del 11%, concretamente en el 11,2%, experimentando no obstante, una rebaja paralela a la de la nueva tasa oficial.
Con todo, la agencia de calificación de riesgo Moody´s advertía en un reciente informe que pese a esta mejora en el saldo de crédito dudoso y al buen tono que de la confianza de los consumidores, la morosidad de la banca española continuará en niveles elevados aún un largo tiempo debido a la importante tasa de paro –22,37%– que soporta el país.
La banca, por su parte, suspira por un alivio que le permita ir reduciendo el fortísimo volumen de provisiones que viene realizando en los últimos años. De momento, el sector apenas puede llevar a cabo ligeras reducciones –en junio bajaron a 89.529 millones desde los 91.836 millones de mayo– que ayudaron eso sí a apuntalar más de una cuenta de resultados.