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El selectivo español pierde los 10.900 puntos

El Ibex 35 se deja otro 2,44% aquejado por la fiebre china

Un hombre se suena delante de un monitor en Tokio.
Un hombre se suena delante de un monitor en Tokio. THOMAS PETER (REUTERS)

La Gran Muralla China es el monumento más emblemático del gigante asiático y simboliza bien el varapalo que ha supuesto para los mercados financieros la decisión del banco central de este país de devaluar el yuan. Los inversores se chocaron el martes contra el muro del inesperado movimiento de las autoridades chinas y hoy han tropezado en el desayuno con la noticia de que el país volvía a depreciar su divisa otro 1,6%. La jornada ha vuelto a traer fuertes caídas en las Bolsas, debilidad de las monedas emergentes y muchas dudas sobre las implicaciones que tendrá la nueva política del Banco Popular de China para fijar el tipo de cambio del yuan.

Los expertos recuerdan que el menor volumen de contratación propio del verano agranda los movimientos en los mercados, lo que en parte explica la furibunda reacción de las Bolsas. Un día más, todos los parqués del mundo cierran en rojo. Las Bolsas asiáticas han anotado caídas del entorno del 1,5% y el índice MSCI de Bolsas emergentes se mueve en sus niveles más bajos desde 2011.

Tras las Bolsas asiáticas, han seguido con el recital de números rojos los índices europeos. El Ibex 35 desciende un 2,44% hasta los 10.880,1 puntos, su nivel más bajo en un mes. Abengoa ha sido el peor valor del día, con un descenso del 8,95%, seguido de IAG (-5,04%). Han vuelto a sufrir las compañías más expuestas a China. Arcelor Mittal baja un 2,71%, Acerinox, un 4,24% e Inditex, un 4,21%.

El Dax alemán cede otro 3,2%, mínimo desde inicios de julio. El Cac francés se deja un 3,6%; el Mib italiano, un 3,1% y el Footsie británico, lastrado por las mineras, un 1,4%. A las compañías exportadoras también les ha dañado hoy la apreciación del euro frente al dólar hasta las 1,11 únidades.

La sesión de hoy ha estado dominada por los números rojos que, otra vez, han lucido con mayor intensidad en aquellos sectores y compañías con más exposición a China. El sector de automoción del Stoxx 600 desciende un 4,2%; el de consumo, un 4%, el tecnológico, un 3,3% y el de recursos básicos, un 2,5%.

Las órdenes de venta también han cruzado el Atlántico y Wall Street anota pérdidas del entorno del 1%. Allí las empresas expuestas a China han sufrido fueres caídas, como el gigante del comercio electrónico Alibaba, que ha llegado a bajar cerca de un 7% porque su negocio está muy centrado en aquel país y también por unos resultados decepcionantes.

Los expertos de Link Securities explican que “el fantasma de un aterrizaje duro de la economía china, que tendría efectos muy negativos en la economía mundial, ha vuelto”.

China ha conseguido algo que parecía imposible, que se deje de hablar de Grecia. O que se hable menos. Solo una información de Bild según la cual el Gobierno alemán tendría dudas sobre el rescate al país heleno robó algo de protagonismo a la situación en China y añadió incertidumbre. También hoy se ha confirmado que el Eurogrupo para aprobar el nuevo programa de asistencia para el país se celebrará el viernes a las 13 horas. 

Otras consecuencias

El impacto de la devaluación del yuan sobre las materias primas está siendo dispar. El oro sube un 1,5% en estas dos últimas sesiones, mientras que el barril de petróleo Brent cae de los 50 dólares. Un yuan más barato reduciría las importaciones de las empresas chinas, pero también podría elevar su demanda porque las haría más competitivas.

La devaluación del yuan ha arrastrado en su caída por segundo día consecutivo a las divisas emergentes, en especial la de aquellos países asiáticos que compiten en exportaciones con China.La rupia indonesia y el ringgit malayo se deprecian en torno a un 1,3% frente al dólar. También bajan, esta vez cerca de un 1%, el won surcoreano, la rupia india y el dólar taiwanés.

El efecto dominó de la depreciación del yuan sobre el resto de divisas y el refugio en los activos más seguros ha llevado a los inversores a comprar deuda soberana estadounidense. La rentabilidad de su bono a diez años baja en dos días del 2,2% al 2,1%. Como explican los expertos de Banca March en un informe publicado ayer, “un yuan más débil implica un dólar más fuerte, por lo que la Fed se abstendrá de subir tipos demasiado pronto”.Además, el movimiento de China podría reducir la inflación, lo que también alejaría el alza de tipos.

La deuda española, de momento, se escapa de los nervios. El interés del bono a diez años cierra estable en el 1,93%, con la prima de riesgo en los 136 puntos básicos.

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