Los helados funcionales más internacionales
La empresa murciana, con cinco años de vida, está presente en 14 países de cuatro continentes. El secreto de su éxito: ofrecer un postre rico en fibra, bajo en grasa y sin gluten.
Cuando un producto está de moda surgen en el mercado infinidad de competidores que intentan, en ocasiones con algo de éxito, subirse al carro. Pero pasado el boom inicial, solo quedan aquellos productos que han sabido marcar un valor diferencial para agradar a los clientes.
Es el caso del yogur helado. En los últimos años, especialmente durante el verano de 2012, los españoles pudimos presenciar la apertura de un gran número de cadenas que ofrecían a sus consumidores la posibilidad de personalizar sus helados de yogur con una gran variedad de complementos, desde frutas hasta dulces o golosinas, todos ellos aderezados con su correspondiente salsa.
Pero son pocas las empresas que han sobrevivido a ese furor inicial. Entre ellas se encuentra la murciana Smoöy, que factura 43 millones de euros anuales, de los cuales el 85% corresponden al mercado nacional y el 15% al internacional.
Smöoy comenzó su actividad en junio de 2010 a iniciativa de cuatro hermanos: Nuria, María Elena, Almudena y Javier Martínez Sirvent, pertenecientes a la cuarta generación de una familia de heladeros artesanos presente en el mercado desde hace más de 90 años.
La familia fundadora lleva en el mercado heladero más de 90 años
La idea de negocio surgió de su experiencia familiar y tras constatar el creciente interés de la clientela por consumir cada vez más productos beneficiosos para el organismo y con menos calorías. Por ello decidieron fabricar un yogur helado elaborado mediante un proceso totalmente artesanal y aunar la tradición con la innovación para crear el primer helado funcional del país: rico en fibra, bajo en grasa y sin gluten.
“El nacimiento de Smöoy fue algo espontáneo, fruto de la evolución natural de la empresa familiar y artesanal que era, y sigue siendo, nuestra razón de ser, en la que han trabajado nuestros bisabuelos, abuelos y padres. Precisamente, nuestra madre, Encarna Sirvent, una mujer única con fuerte carisma y gran visión empresarial, fue la que nos animó a plantear un nuevo concepto en el que contásemos con las nuevas generaciones”, recuerda una de las hermanas fundadoras y directora general de la compañía Nuria Martínez Sirvent.
La familia apostó desde la inauguración del primer local por su expansión a nivel global a través de franquicias. Actualmente está presente en cuatro continentes y planea seguir creciendo tanto a nivel internacional como nacional. A corto plazo tienen prevista la apertura de más de 150 tiendas, 75 de ellas en Reino Unido y 60 en China.
Pero Smöoy es más que un helado de yogur. La empresa ofrece a sus clientes una base de cuatro sabores: natural, chocolate, nata y especial. Este último cambia cada semana. Todos ellos son ofrecidos en tres tamaños diferentes, se pueden combinar con cerca de 40 toppings, de manera que permite al consumidor poder crear el helado a su gusto.
Entre los aderezos destacan las frutas naturales recién cortadas, presentes en un gran número de creaciones. Pero, además, la cadena ofrece otros productos: granizados, batidos, gofres, tortitas, brownies y diferentes combinados.
Parte del éxito de la cadena ha sido su apuesta por comercializar sus helados durante todo el año, algo muy habitual en otros países como Italia o Estados Unidos, pero que tiene poca aceptación en el mercado español. Sin embargo, desde sus inicios Smöoy lo tuvo claro: quería lograr la desestacionalización y lo hizo a través de dos vías.
La primera, con su maquinaria, que permite servir el helado a una temperatura superior que los de vitrina convencionales y, la segunda, con la reformulación del producto de acuerdo con cada estación, logrando que en verano la sensación en boca sea más refrescante y en invierno, más cálida.
Además, por si el helado no termina de convencer, la empresa cuenta con una carta especial de invierno, que incluye, entre otras variedades, bombones y piruletas de bizcocho, galletas, magdalenas, hot dogs (pero en vez de perritos calientes se sirven rellenos de dulce), bebidas y combinados calientes.
Para crear todos estos productos Smöoy cuenta con un departamento de I+D+i que trabaja con el objetivo de que todos los tipos de consumidores puedan encontrar la elección que más se ajuste a sus características personales. Una muestra de ello son sus creaciones para diabéticos.
Todos estos esfuerzos han sido reconocidos por el mundo empresarial. Nuria Martínez Sirvent, cara visible de la marca, recibió en 2012 el Premio a la emprendedora del año, que otorga la OMEP (Organización de Mujeres Empresarias y Profesionales). Smöoy también recibió el premio Mercurio a la empresa de servicio en 2013 y en 2014 quedó finalista del premio Emprendedor XXI, en la categoría Creces.
Apuesta por internet
El posicionamiento de la empresa en internet es una pieza clave de su estrategia de comunicación. A través de las herramientas digitales, entre la que se encuentra su aplicación para móviles, los consumidores pueden acceder a promociones e información sobre sus productos y locales.
Para Smöoy, las redes sociales son un canal óptimo para interactuar con sus clientes y para relacionarse con su público objetivo. En Facebook cuentan con más de 280.000 fans. Además, tienen presencia en Twitter, Foursquare, Google+, Tuenti e Instagram.
La empresa también organiza concursos para fidelizar a sus clientes. Uno de los que más éxito obtuvo fue uno de fotografía, cuyo premio fue un viaje a Londres. Ahora está vigente otro que sortea un viaje a Ámsterdam.
Datos básicos
InternacionalizaciónLa empresa apuesta por el crecimiento internacional. En la actualidad está presente en 14 países de cuatro continentes: España, Portugal, Reino Unido, Francia, Ecuador, Perú, Chile, Panamá, Marruecos, Argelia, Angola, Arabia Saudí, China e India. Fuera de España tiene 150 empleados, aunque la cifra varía dependiendo de la temporada.
FranquiciasCada local tiene una superficie mínima de 18 metros cuadrados y la población de la zona donde se pretenda ubicar debe tener por lo menos 40.000 habitantes. La inversión necesaria para formar parte de la cadena es de 59.000 euros con un canon de entrada de 8.000 euros. La mayoría de sus establecimientos han recuperado la inversión en menos de un año.
Rosa y blancoEl diseño de los espacios de Smöoy es cuidado al detalle. Todos sus locales incorporan los colores rosa y blanco como símbolo de su imagen corporativa, una imagen fresca y desenfadada. Tienen varios espacios diferenciados, uno para que sus clientes puedan acceder facilmente a la zona de pedidos y apreciar la variada gama de toppings con los que pueden completar sus helados, y otro, para poder sentarse y disfrutar tranquilamente de todas sus creaciones.