Los Daurella lideran la fase post-ERE en Coca-Cola
Coca-Cola Iberian Partners, la embotelladora de la marca de bebidas en España y Portugal, se prepara para el futuro de la compañía posterior al conflicto laboral del que comienza a verse el final. Y lo hará con un accionariado renovado. La familia Daurella, que tenía hasta ahora un 42% de la sociedad, alcanza ahora el control del grupo con un 55%.
La familia, según avanzó La Vanguardia, ha invertido 800 millones de euros a través de la sociedad Cobega Invest para alcanzar dicha participación. Así, la familia de la actual presidenta del grupo, Sol Daurella, capitaneará la evolución de las embotelladoras de Coca-Cola en la península.
La compañía, que con esta operación queda valorada en 5.300 millones, busca ya centrarse en sus objetivos de crecimiento tras un año y medio complicado. La decisión del cierre de cuatro centros productivos desembocó en la presentación de un ERE el año pasado que fue declarado nulo tanto por la Audiencia Nacional como por el Tribunal Supremo, lo que le obligaba a reincorporar a unas 600 personas que fueron despedidas.
La gestión realizada por Daurella del conflicto laboral le ha hecho blanco de las críticas por parte de los sindicatos, que mostraron desde el comienzo su rechazo al cierre de plantas que obtenían beneficios. Actualmente hay querellas en los juzgados contra algunos trabajadores por insultos tanto a ella como a Victor Rufart, el consejero delegado del grupo.
Además de fortalecer el poder de los Daurella en el accionariado del grupo, Juan Luis Gómez-Trenor se mantiene como segundo accionistas, pasando del 20% al 25%. Entre ambos tendrán un 80% del grupo a costa de la salida de algunas de las familias propietarias de embotelladoras en España antes de la fusión.
El resto del capital queda en manos de la familia Comenge, los Usó y los Mora Figueroa con un 5% cada uno. Jaime Castellanos y los Álvarez Estrada quedan con participaciones inferiores. Los cambios en el accionariado del grupo supondrán una modificación del consejo de administración de Coca-Cola Iberian Partners ya que algunos consejeros como Victor Urrutia han salido.
Las embotelladoras que trabajaban en España y Portugal se fusionaron en 2013 con el objetivo de crear un grupo único. En sus primeros resultados de ejercicio completo, el de 2014, Coca-Cola Iberian Partners facturó 3.010 millones y obtuvo un beneficio neto de 177 millones. Según informó el rotativo catalán, el grupo ha aumentado desde la unión 250 millones de euros de valoración.
El próximo lunes están llamados a reincorporarse los trabajadores que fueron despedidos. Se trata de 595 trabajadores que solicitaron a la Audiencia Nacional la ejecución de la sentencia de nulidad. De ellos, 50 contratos han sido ya rescindidos tras lograr un acuerdo la compañía con USO. Es previsible que finalmente sean menos los que vuelvan al trabajo y el día 3 podría conocerse ya cuántos serán finalmente los que se reincorporen al grupo.