Resines: “No hay interés de velar por los creadores”
El presidente de la Academia del Cine, Antonio Resines, afirmó ayer que en España no hay una “voluntad política” por defender la propiedad intelectual. La razón por la cual el Gobierno no ha tomado medidas durante esta legislatura es que los usuarios de la piratería son “sus votantes”, opinó el cineasta durante la última jornada del curso Los derechos intelectuales de la creación, el conocimiento y la comunicación. Redes sociales globales, organizado por la Universidad Complutense de Madrid junto al Observatorio Internacional de Propiedad Intelectual, Asomedios y Aripi, y con la colaboración de CincoDías en San Lorenzo de El Escorial (Madrid).
En esta línea, Cecilia Rodrigo, fundadora de Ediciones Rodrigo, concluyó que la reforma de España de la Ley de Propiedad Intelectual “antepone el interés del usuario” y, al igual que en la UE, “se respira una tendencia hacia un mal entendido populismo en el sentido de que no hay mayor ni mejor compensación que el uso y su difusión”.
El Gobierno no actúa contra la piratería porque los usuarios “son sus votantes”
Fueron también varios juristas los que criticaron esta reforma, aprobada en noviembre de 2014, a la que tacharon de “ininteligible” y excesivamente larga, en comparación con la ley. “No se puede tolerar una ley que no se entiende, es un derecho ciudadano”, protestó José Miguel Rodríguez Tapia, catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Málaga. Además, hizo alusión al hecho de que España se haya regido por la normativa europea excepto para el pago por la copia privada, que se ha fijado en Noruega, donde se hace cargo el Estado, en vez de aquellos que se “lucran” de ella.
Cuestiones poco adecuadas
Pilar Cámara, profesora titular del departamento de Derecho Privado, Social y Económico de la Universidad Autónoma de Madrid, se refirió a cuestiones poco adecuadas de la reforma como el control de las entidades de gestión, que la norma estipula se realice desde fuera; el establecimiento de las tarifas generales por uso efectivo, suponiendo esto un coste de implementar un sistema tecnológico para lograrlo, o la obligación de las entidades de gestión de crear una ventanilla única que si se establece “de forma imperativa y para todos los supuestos, deja de ser efectiva”.
Además, se hizo referencia entre críticas, al igual que en otras jornadas del curso, al Informe Reda, cuyas enmiendas se votan hoy en el Parlamento Europeo, aludiendo al hecho de que la encargada fue la eurodiputada del Partido Pirata alemán, Julia Reda. José María Montes, director del área jurídico internacional de Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión (Aisge), aunque no cree que el informe vaya a quedar completamente satisfactorio para la industria, no lo ve como una “amenaza” porque sabe quien lo ha realizado.
Otra cuestión repetida fue la necesidad de educar para acabar con la piratería y de imponer unas sanciones administrativas y penales, poniendo como ejemplo el sistema del carnet por puntos que redujo las infracciones en carretera. “Todos somos capaces de relajar nuestra conciencia cuando sabemos que las consecuencias de nuestras malas acciones no tienen consecuencia”, subrayó el escritor Lorenzo Silva.
Resines opinó que la solución es que el Estado realice una “campaña masiva” en la que se dé a conocer la normativa, a la vez que “se legisla y se aplica la ley vigente, con facilidades para que las sanciones se puedan producir”. Además, mencionó que en la propiedad industrial no se produce piratería porque las “grandes empresas están detrás”. Por ello, retó a operadoras como Telefónica, que “tienen contenidos y les están robando”, a que “digan algo al Gobierno”.
Licencias de radio multiplataforma
Con la llegada de internet, la radio perdió el valor de la “inmediatez” que se le atribuía, pero se benefició de poder ser escuchada en directo y en diferido, explicó Antonio Rodicio, director de Cadena SER. Sin embargo, este acceso multiplataforma genera problemas a las radiodifusoras en concepto de derechos de autor. Vincent Sneed, director de la Asociación Europa de Radio (AER), insistió en la necesidad de las radios de acceder a “licencias multiplataforma o licencias globales” y, por tanto, al repertorio global. “En un mundo ideal, se conseguiría una licencia que cubre todo”, subrayó. Una idea justificada, según sus palabras, porque el uso de la red para la escucha de radio es muy minoritario, en torno al 6% u 8% en la Unión Europa, y solo sirve para que la cadena se conozca y se escuche más en la FM, algo que beneficia a los propietarios de los derechos de autor por el incremento de beneficios vinculados a la publicidad que esta mayor demanda genera.
Por su parte, el panorama de la radiodifusión latinoamericana afronta también el reto de la piratería, además de una “carga regulatoria excesiva”, en el caso de México, según Armando Martínez, director general jurídico de Televisa; o, al igual que en Europa, una legislación anticuada: “Vivimos bajo un marco internacional que data de 1961, cuando la televisión era analógica y se veía en blanco y negro”, citó Jorge Martínez, secretario general de Caracol Televisión.