Las operadoras no cuelgan su esfuerzo inversor
El desplieguede la banda ultraancha supone 10.000 millonesde inversión
El sector de las telecomunicaciones es clave para la mejora de la productividad y para el crecimiento económico sostenible de cualquier país, y España no es una excepción.
La aportación del sector al PIB se sitúa en el entorno del 5%, pero está relacionado de alguna manera con entre el 50% y el 60% del crecimiento económico, calculan en Vodafone. “En los últimos años, las empresas de telecomunicaciones hemos mantenido el esfuerzo inversor e impulsado el PIB, pero además hemos ayudado a muchas compañías a desarrollar su negocio con mayor eficiencia y ahorro de costes, permitiendo así aumentar su competitividad en un entorno difícil”, añaden.
Efectivamente, no todo ha sido un camino de rosas, ni siquiera para la principal operadora. De hecho, Telefónica ha tenido en los resultados alcanzados en España en 2014 un “punto de inflexión en la transformación de la compañía, reflejando una gradual recuperación de los ingresos que permite aumentar la sostenibilidad del modelo de negocio y apostar por el crecimiento futuro, en un contexto macroeconómico y competitivo más favorable”, comentan fuentes de la empresa.
Las cifras lo avalan ya que, por ejemplo, tras la compra de DTS (Canal+) por 700 millones se ha convertido en líder del mercado de televisión de pago, con 1,9 millones de clientes, lo que supone triplicar la cifra respecto a un año antes.
El despliegue de las redes de banda ultraancha fija –fibra– y móvil –4G–, que ha supuesto una inversión de unos 10.000 millones de euros en los últimos cinco años, también se plasma en resultados y los clientes con fibra de 100 Mb superan ya el millón, el doble que hace un año, mientras que la base de contratos en móvil ha aumentado en 2014 por primera vez desde 2011, según la información difundida por la propia operadora.
En el caso de Vodafone, también esta compañía destaca el crecimiento experimentado en el número de clientes de banda ancha ultrarrápida en el último trimestre: en 4G aumentó en 743.000, hasta más de 2,9 millones, y en fibra, en 92.000, hasta superar los 2 millones, según datos de la empresa. Asimismo, llama la atención sobre las inversiones afrontadas en los últimos 12 meses: 1.110 millones de euros, lo que supone un 49% más que un año antes. Este esfuerzo inversor se engloba en el programa Spring, diseñado para acelerar el despliegue de las redes de nueva generación que permiten afianzar el liderazgo de Vodafone en banda ancha ultrarrápida fija y móvil para mejorar la experiencia del cliente. Este programa contempla una inversión de 640 millones de euros en España –adicionales sobre la inversión ordinaria– en un periodo de dos años.
En cuanto a Orange, desde su llegada a España ha invertido 15.000 millones de euros en este país, a los que hay que añadir ahora los 3.400 millones de euros de su oferta pública de adquisición por Jazztel (ver despiece). Además, su apuesta inversora se evidencia en los 1.500 millones de euros que va a destinar hasta 2017 para llevar la cobertura 4G a más del 90% de la población.
Y en nuestro país tiene la sede también uno de los principales operadores europeos de infraestructuras y redes de telecomunicaciones para telefonía móvil y radiodifusión, Cellnex. La empresa, hoy cotizando en Bolsa, destaca también por su actividad inversora, ya que desde 2008 ha destinado 400 millones de euros en el despliegue de la TDT, “que significó el final definitivo de la TV analógica y una de las transiciones tecnológicas más importantes, y de mayor alcance en términos de población afectada, de la historia española reciente”, destaca su consejero delegado, Tobías Martínez.
En cuanto al futuro, la compañía sigue pendiente de las oportunidades que surjan a medida que las grandes operadoras vayan externalizando la gestión de sus infraestructuras de telefonía móvil y, ya en el plano puramente técnico, de la apuesta por las nuevas tecnologías que permitan la mejora de la calidad en la transmisión de la TDT.
Movimientos y acuerdos
os últimos meses han sido pródigos en movimientos en las operadoras. El más importante, sin duda, la compra de Jazztel por parte de Orange, una operación, cuya lógica defienden claramente desde la compañía de origen francés –ya que “nos permitirá acelerar el despliegue de fibra, crear un operador convergente de referencia y generar más de 1.300 millones de euros en sinergias”–, entre dos “campeones” de los mercados de fijo y móvil, aseguran. De hecho, en telefonía móvil ambas compañías lideraban la captación de nuevos clientes de contrato, “creciendo cuatro veces más rápido que su competidor más directo”, precisan.Además de la compra de Canal+ en España, ya mencionada, hay que destacar que Telefónica adquirió la operadora E-Plus a la holandesa KPN en octubre de 2014 por 4.140 millones de euros.Asimismo, recientemente ha cerrado la compra de la brasileña GVT por 4.663 millones de euros. También es relevante la desinversión en Reino Unido, con la venta de O2 a Hutchison Whampoa por 14.000 millones.Con respecto a Vodafone, firmó el pasado mes de marzo un acuerdo con Telefónica (anterior mayorista de Ono) para la migración de los clientes de telefonía móvil de Ono a su red, y cerca de 1,3 millones de estos usuarios ya han realizado el cambio.