¿Qué tipo de cuenta nómina me conviene?
Si la hipoteca fue en los años de crisis el producto esencial para “atar” al cliente con la entidad financiera, la caída en la concesión de las mismas ha dejado en solitario a la domiciliación de ingresos –nómina, pensión o los derivados de actividades profesionales de los autónomos- como vía de captación de clientes y contratación de otros productos. La propensión en estos años ha sido clara. Encabezada por los bancos online y pequeñas entidades que buscaban diferenciarse y captar clientes con mejores productos, se ha ido generalizando los productos sin comisiones –mantenimiento, transferencias, tarjetas…-.
Esta tendencia se ha roto con el lanzamiento de la Cuenta 1 2 3 de Banco Santander. De hecho, esta misma entidad busca sustituir una de sus campañas más largas e importantes –“Queremos ser tu banco”-, basado en gratuidad de servicios, con un nuevo producto que conlleva ventajas pero también coste. ¿Cambiará el panorama de las cuentas nóminas? ¿Es un producto beneficioso para todos? Con todo ello se abre un panorama con tres tipos de cuentas nómina con respecto al beneficio que consigue el consumidor.
Para todos: cuentas sin gastos en las operaciones más comunes
Con independencia de nuestro nivel de gastos o ingresos, a todo cliente le favorece una cuenta sin comisiones. El problema está en los requisitos, ya que en la mayoría de los casos se exige una cantidad mínima, ya sea por pensión, nómina o ingresos generados por la actividad de un autónomo. El resultado, es que siendo un tipo de cuenta para domiciliar ingresos y gastos especialmente conveniente para las familias de menos recursos, estos muchas veces no tienen acceso a ellas o se ven “expulsados” reconvirtiéndose su cuenta en otra, pero con comisiones.
Más allá de no cobrar por mantenimiento o por transferencias, otro punto esencial está en las tarjetas. Muchas de estas cuentas no solo ofrecen tarjetas sin coste, también la posibilidad de sacar dinero sin comisiones en toda una red de cajeros o en todos los nacionales. La decisión de “la Caixa” de cobrar a todos los que no son sus clientes 2 euros por disposiciones en efectivo, que pueden imitar otros grandes bancos, limitaría de forma importante los beneficios de estas cuentas.
Para unos pocos: cuentas en las que pagas para recibir más
En esta categoría está la Cuenta 1 2 3 de Banco Santander, con sus tres reclamos: devolución de un porcentaje de tus principales recibos, remuneración y regalo de acciones. Todo ello pagando 3 euros al mes por mantenimiento y otros 3 euros si contratas la tarjeta de crédito. Con el primer grupo de remuneraciones, si tienes un nivel medio-alto de gasto –telefonía, luz, gas, IBI domiciliado…- puedes ya compensar los 6 euros al mes de gasto.
La cuestión principal, para sacar la verdadera rentabilidad está en tener un saldo suficiente en cuenta (entre 10.000 – 15.000 euros) para conseguir la remuneración extra del 3% máximo de la cuenta. Si tienes una cantidad pequeña en cuenta –por ejemplo no superas 1.000 euros-, no recibirás remuneración y puede que la cuenta sólo con los recibos no sea rentable.
Por último, con respecto a las acciones, estas se entregarán principalmente con la contratación de productos, por lo que es fundamental no cegarse con la remuneración y ver las condiciones de los productos para que los costes no superen los ingresos. No hay que olvidar que si se decide vender las acciones, habrá que declarar en el IRPF por su totalidad, ya que no han tenido ningún coste.
Para ninguno: pagar por servicios básicos sin compensación para el cliente
En estas circunstancias ¿Quién paga por una cuenta corriente? En muchos casos quien no tiene más remedio, es decir, cuyos ingresos son discontinuos o por debajo del mínimo para acceder a una cuenta sin comisiones.
A estos se unen otros, que tienen otras vinculaciones con la entidad, como por ejemplo que es la que le concedió su hipoteca y al tener que domiciliar allí los pagos de su préstamo no se cambian de entidad. Estando en estas circunstancias hay una solución intermedia, reducir al máximo la operativa de la cuenta sin coste –no tener tarjetas, no realizar transferencias…- en las que haremos un ingreso periódico desde otra cuenta sin coste con todos los beneficios.
Por último no hay que olvidar los “regalos” que muchas veces hacen algunos bancos por domiciliar la nómina. Por ejemplo un televisor, consola… productos por los que además de tributar a hacienda como otro ingreso, nos atan a esta cuenta por plazos que incluso llegan y superan los 2 años. Con las comisiones de la cuenta pagaremos de sobra el “regalo” sin que podamos cambiar a otra entidad, ya que tendríamos que pagar una penalización por ello.