Saeta resalta el entorno económico y regulatorio “favorable” en España
Estabilidad en la regulación y en la rentabilidad de las plantas de renovables, así como la consolidación del crecimiento económico, son los pilares que, según el presidente de Saeta Yield, José Luis Martínez Dalmau, hacen de España un mercado atractivo para operar como firma de renovables.
El ejecutivo ha destacado ante la junta de accionistas, celebrada esta mañana en Madrid, el crecimiento del 1,5% en la demanda eléctrica en lo que va de año y también se ha referido a la solución al "problema de déficit estructural que sufría el sistema eléctrico en nuestro país y que comprometía su sostenibilidad económica a futuro".
De la reforma energética, Martínez Dalmau ha resaltado la nueva metodología del régimen retributivo para la generación en plantas renovables, con la fijación del 7,4% de rentabilidad razonable antes de impuestos. Ese ratio se revisará a finales de 2019, ante lo que el presidente de saeta espera que "se mantenga en los mismos niveles actuales".
Inversión en crecimiento
Los 207 millones que Saeta declara como posición de liquidez, incluida una línea de crédito de 80 millones, serán utilizados en los próximos meses para crecer. La empresa también se plantea acudir al mercado de deuda.
Saeta tiene un acuerdo de primera oferta sobre activos de energías renovables desarrollados por ACS, pero también estudiará oportunidades en el mercado. Busca activos "de calidad", con larga vida residual y con ingresos avalados por contratos de compraventa de energía o una regulación garantista.
La empresa, segregada del grupo ACS y ahora cotizada, cuenta con activos por 1.739 millones y una deuda de 1.100, la mayor parte bajo la modalidad de project finance, en la que el pago de la misma está respaldado por los flujos de caja de cada uno de los proyectos de los que cuelgan los créditos. El plazo medio de vencimiento es de 14 años.
Martínez Dalmau también ha subrayado esta mañana la "juventud" de los activos de la compañía, con tres plantas termosolares con tres años de operación y otros 22 por delante, y 16 parques eólicos con una media de cuatro años de edad y un mínimo de 21 más de explotación remanente. Estos últimos tienen un esquema regulado de retribución que se extienede durante los próximos 16 años, mientras en los últimos cinco facturarán directamente lo que vendan al mercado.