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Comprarán juntos para ganar poder de negociación con los grandes proveedores

Alianza de Dia y Eroski para bajar precios en sus 5.600 tiendas

La distribución de alimentación es un negocio que se realiza con márgenes pequeños, ajustando el precio al mínimo posible para poder ganar unos céntimos más. Todas las cadenas buscan la forma de ampliar la ganancia, por escasa que sea la mejora. En este contexto, en la tarde de ayer, Dia y Eroski anunciaron que suman sus fuerzas para ganar músculo en la negociación con los proveedores y, así, poder bajar el precio final que paga el consumidor.

No se trata de una central de compras, ambas firmas huyen de dicha acepción, sino de un acuerdo puntual para mejorar la negociación, elevando su fuerza y su eficiencia. Las cadenas desligan del acuerdo las políticas comerciales de ambas, que se mantendrán de forma independiente. Lo que se busca es conseguir que las condiciones de negociación con los grandes proveedores, tanto nacionales como internacionales, sean mejores. Dejan fuera a las pequeñas empresas y a los productos frescos, que se mantendrán como hasta ahora.

Ambas optan por no dar más detalles del acuerdo, al que tildan de confidencial, y se dirigen a los comunicados que emitieron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sin embargo, la fuerza que adquieren con la unión es incontestable. Suman unas 5.700 tiendas (4.151 de Dia y el resto de la cooperativa vasca), frente a las 1.520 de Mercadona líder del sector, y son la tercera y cuarta cadena de distribución española en cuanto a cuota de mercado, según Kantar Worldpanel. Alcanzan una facturación conjunta de 12.000 millones en España.

Las compañías se declararon “convencidas” de que gracias a la cooperación se logrará que repercuta en unos precios “más competitivos en beneficio del conjunto de la sociedad. Insisten en que “permitirá incrementar el poder adquisitivo”. Desde la cooperativa vasca añaden que pueden mejorar las economías de escala.

Beneficios para todas las partes

Fuentes cercanas a las compañías consultadas por este periódico defienden que el acuerdo permite mejoras para todas las partes de la negociación, incluidos los proveedores. Argumentan que se creará una “mejor interlocución” que se traducirá en la introducción de nuevos productos y la llegada de innovaciones, uno de los grandes caballos de batalla entre productos y distribuidores.

El presidente de Eroski, Agustín Markaide, ya anunció hace unos días que se buscaban alianzas con operadores nacionales con el objetivo de mejorar los costes de las compras. La compañía vasca ya cuenta con una alianza internacional que le une con una de las líderes en distribución en Francia, Intermarché, y con Edeka, el líder alemán de distribución. En el mismo sentido, Dia cuenta con una central de compras en Portugal acordada con la firma gala.

La compañía presidida por Ana María Llopis y Eroski seguirán caminando separados y se mantendrán como competidores. Sin embargo, el acuerdo, que tiene vocación de permanencia a “muy largo plazo”, abre una puerta que cambia la forma de negociar entre distribuidores y productores. Ayer se firmó el acuerdo, por delante queda ponerlo en funcionamiento y ver la repercusión que éste pueda tener en el precio final de los artículos en el supermercado.

Un año estrechando lazos entre los grupos

Dia y Eroski llevan meses de acercamientos y dos han sido los principales acuerdos: el anunciado ayer para la negociación conjunta ante los proveedores y el cerrado hace unos meses de compra de 144 locales de la vasca, operación que se cerró hace unos meses. El buen entendimiento en las compañías puede repercutir, de llegar a buen puerto su nueva estrategia de compras, en los precios de los productos que consume el cliente.

Dia invirtió 135 millones de euros para comprar los locales que ya ha comenzado a reconvertir en su nuevo formato, La Plaza. En concreto, una centena del total se dedicarán a esa enseña, mientras que el resto serán dedicadas a Dia Maxi y Dia Market. En un comienzo, el número de tiendas fue de 160, que fue finalmente reducido por obligaciones de Competencia.

Las partes niegan que se contemple el extremo de la fusión entre ambas. Las compañías han vivido el último año de manera muy distinta. Mientras Dia compró los supermercados de Eroski y sumó a El Árbol a su portafolio, la cooperativa ha vivido un periodo de reestructuración financiera. Finalmente, pudo salir de esa negociación bancaria, aunque con un nuevo modelo de expansión, donde la franquicia, hasta entonces prácticamente descartada, ha tomado una posición predominante. Eroski cerró el último ejercicio con unas pérdidas de 280,2 millones de euros lo que supone casi triplicar los números rojos registrados un año antes. Por contra, Dia concluyó el ejercicio con un beneficio de 329 millones de euro, un 4,1%, aunque el cambio de moneda lastró las cuentas ya que, a divisa constante, la mejora habría sido del 59%.

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