Ahorre energía con el uso eficiente y mantenimiento del aire acondicionado
Llega el calor y con ello, el sonido de muchas calles será el de los motores de aire acondicionado. Aunque en estos años se ha multiplicado la pobreza energética que lleva a no usar calefacción o aire acondicionado para no ver disparada la factura de gas y luz, si hacemos un buen uso del mismo y un mantenimiento adecuado, conseguiremos pagar mucho menos.
Instala el equipo adecuado a tus necesidades
El primer paso está en la elección del aparato adecuado y proceder a su instalación. Con independencia de que sea un equipo con preinstalación para toda la casa, o de los denominados “Split” para cada habitación hay que adecuar su potencia a las necesidades.
Cada aparato consumirá en función de las necesidades. En primer lugar hay que adecuar la potencia que vendrá determinada por los metros cuadrados de la estancia. Por ejemplo, para una estancia de 30m2 necesitaremos un aparato de 3000 y 4.000 frigorías. En segundo lugar hay que determinar el consumo, para el cual tenemos como guía la etiqueta de eficiencia energética, definida por letras como el resto de electrodomésticos. Por lo que lo más eficiente es escoger un aparato con las frigorías necesarias para la habitación que queremos enfriar y con la máxima calificación energética.
Control de uso y temperatura
El segundo punto, a partir de una instalación eficiente está en su uso racional. En verano bastará con tener las estancias entre 22º y 26º. Cada grado que bajemos de los 22º, temperatura adecuada en el rango más bajo, supone un aumento del 7% en el total del recibo de la luz. Por tanto, si ponemos el aire acondicionado a 18º, estaremos aumentando un 28% en la próxima factura.
No hay que olvidar que para minimizar su uso es conveniente, cerrar todas las ventanas y persianas en las horas de más calor. También contribuye a rebajar algunos grados la instalación de toldos. Igualmente, durante la noche es conveniente crear corrientes de aire abriendo las ventanas y puertas.
Mantenimiento, para ahorrar y evitar averías
El último punto, importante y olvidado por muchos está en el mantenimiento adecuado, el cual debe realizarse siempre antes del primer uso prolongado en verano. En la unidad exterior hay que comprobar que no existen fugas de gases refrigerantes, obstrucciones que dificulten el paso de aire y limpiar el polvo de la rejilla con una brocha amplia. En la unidad interior, retirar los filtros para limpiarlos, las impurezas dificultan el rendimiento y producen malos olores. Para limpiarlos será suficiente jabón neutro y abundante agua. Igualmente habrá que limpiar también el tubo y la bandeja que recoge el agua y aplicar bactericidas en caso necesario. Por último hay que revisar el funcionamiento de los termostatos de control.
Con todas estas comprobaciones y tareas de limpieza tendremos los equipos de aire acondicionado preparados para usar de forma eficiente y minimizando el consumo. Para que no pasar calor en verano no suponga un agujero en el bolsillo.