Pymes: la punta de lanza de los planes de pensiones
El sector financiero aplaude el modelo británico, donde todas las empresas deben ofrecer planes El 69% estaría a favor de que su compañía le ofreciera destinar el 6% del sueldo a la jubilación
Los planes de pensiones no tiran. Aunque en España hay más de 10 millones de personas que son participes de uno de estos productos de ahorro, los importes acumulados son relativamente bajos: algo menos de 10.000 euros de media, lo que supone una magra ayuda como complemento de la pensión pública.
Bancos y aseguradoras llevan años tratando de fomentar la contratación de planes de pensiones, seguros de vida-ahorro y planes individuales de ahorro sistemático (PIAS), pero chocan constantemente contra la realidad: la crisis ha mermado la capacidad de ahorro de los españoles y, además, no existe una conciencia ciudadana para destinar dinero a este tipo de finalidad.
Para terminar de enganchar a los trabajadores y sensibilizarlos de la necesidad de completar su pensión pública de jubilación –que, con toda probabilidad, se va a ir reduciendo en los próximos lustros–, el sector financiero quiere contar con un nuevo aliado: las pymes.
Hasta ahora, únicamente las grandes corporaciones han incorporado en sus esquemas retributivos y negociaciones laborales planes de pensiones de empleo o seguros de ahorro para sus trabajadores. En empresas medianas y pequeñas este tipo de medidas son testimoniales.
“Necesitamos que los empresarios incorporen en la relación con sus empleados una vocación por fomentar el ahorro de cara a la jubilación”, explicaba ayer el consejero delegado de Aegon en España, Jaime Kirkpatrick. “No se trata de que pongan dinero, sino de que, al igual que se fomenta la responsabilidad social corporativa o la vida saludable de su plantilla, faciliten la organización de reuniones formativas para que los trabajadores sepan qué opciones tienen para prepararse para su retiro”.
Otra medida que defienden desde Aegon para facilitar el acceso a la jubilación es promover un retiro progresivo: permitir que los trabajadores vayan reduciendo su carga de trabajo según se acercan a los 65-67 años, a la vez, promover fórmulas que les permitan seguir trabajando, con una jornada reducida, más allá de la edad de jubilación.
Aegon, que ayer presentó un Estudio de la Preparación para la Jubilación 2015 donde se revela el escaso interés de los españoles por esta cuestión, lleva dos años tratando de impulsar la contratación de seguros de vida-ahorro, fomentando el asesoramiento personalizado y contactando con empresas que quieran fomentar la contratación de este tipo de productos por parte de sus trabajadores.
“Hay que tener en cuenta que en España el 99% de las empresas son de tamaño reducido, la mayor parte con plantillas de menos de 10 empleados, por lo que es fundamental que las políticas de fomento del ahorro para la jubilación lleguen a estos ámbitos”, explica el economista Mario Cantalapiedra.
Modelo británico
Uno de los sistemas más efectivos para generalizar la contratación de planes de pensiones privados y otros productos de ahorro previsión es el implantado en Reino Unido. Allí, el Gobierno puesto en marcha en 2012 un sistema por el que las empresas van destinando una pequeña parte del sueldo del trabajador a un plan para su jubilación. Solo en el caso de que el empleado renuncie expresamente a este esquema, seguirá cobrando su sueldo como antes. El conocido como automatic enrolment se generalizará, desde este mismo mes, a todas las empresas de menos de 50 empleados.
Aunque en España el Gobierno parece poco dispuesto a promover fórmulas similares, desde Aegon consideran que no habría un rechazo entre la ciudadanía. De acuerdo con el estudio presentado ayer, entre los ahorradores ocasionales, aquellos que periódicamente logran preservar algo de dinero para imprevistos, un 69% sería favorable a que su empresa le ofreciera la oportunidad de destinar un 6% de su salario para un plan de pensiones privado. “Más llamativo aún es que, entre los ahorradores aspiracionales, aquellos a quienes les gustaría ahorrar pero no puede, el 39% sería favorable a que se impusiera esta medida”, explica Kirkpatrick.
El estudio pone de manifiesto el incremento de la preocupación por el coste de la Seguridad Social y establece que un 35% de los españoles piensa que el Gobierno debería aumentar los fondos mediante una subida de impuestos y sin reducir el pago de pensiones.