El registro mercantil reivindica su alta calidad y bajo coste
En la era de la transparencia, la agilidad y la máxima rapidez a la hora de obtener información, el registro mercantil cumple una función esencial al dar a conocer datos fiables, seguros y precisos a los operadores económicos. Esta fue una de las conclusiones que quiso poner en valor ayer en Madrid el decano del Colegio de Registradores de España, Gonzalo Aguilera, durante la inauguración del 18 Congreso Anual de Registros Mercantiles Europeos, donde participaron expertos y representantes de organismos e instituciones de más de 40 países.
El mejor entorno para los negocios y las inversiones es contar con un marco legal que ofrezca garantías y seguridad. Así, el hecho de que cualquier ciudadano pueda acceder al registro mercantil y obtener información básica sobre una empresa en la que está interesado en invertir y hacerlo además en tiempo récord y por un coste más que asumible –las notas simples cuestan tres euros y las certificaciones 24– es una de las características más importantes que definen al sistema español de registros mercantiles, tal y como recordó el director del congreso Andrés Ylla.
Y a ello también se refirió el decano en su intervención ante el pleno del Congreso. “Los registros actúan como guardianes de la legalidad, permitiendo que tan solo las empresas fiables y que cumplan plenamente con la normativa puedan realizar negocios, divulgando información precisa y jurídicamente vinculante sobre las compañías registradas”, aseguró Aguilera. En este sentido, el decano insistió: “sin instituciones fiables proporcionando información segura y precisa a los operadores económicos, no es posible un crecimiento sostenido y equilibrado”.
Riesgos
Sin embargo, pese a los avances logrados en los últimos años, continúa habiendo riesgos. Los registradores reivindicaron ayer que durante la crisis su actividad ha sido crucial en un entorno mucho más complicado y recordaron cómo han sabido adaptarse a las nuevas tecnologías para cumplir con la exigencia de ofrecer cada vez más información en menos tiempo, pero con la misma o mayor calidad.
De hecho, y aunque el Gobierno acaba de aprobar la posibilidad de que las nuevas sociedades que se creen estén inscritas en el registro en menos de 12 horas, ya existía la posibilidad de inscribirse en apenas siete horas. A este respecto se refirieron también ayer los participantes en el Congreso. Andrés Ylla advirtió que aunque los aspectos tecnológicos siempre se pueden mejorar, la calidad actual es muy elevada y alertó contra ese afán por querer reducir los plazos para constituir una empresa o los tiempos en los que la información solicitada está disponible, ya que “pueden poner en riesgo la calidad de los datos que se aportan”. “El ciudadano ha de conocer que para que él obtenga esta información tan valiosa, existe una compleja estructura tecnológica y de personal que tiene un coste y si seguimos simplificando y abaratando este servicio, se puede quebrar la veracidad y exactitud de los datos aportados”, argumentó el director del Congreso.
Todos los asistentes al foro madrileño, que culmina hoy viernes, estuvieron de acuerdo en que es necesario poner en valor el modelo de registro mercantil dedicado a llevar a cabo un control de la legalidad de los actos que se inscriben y que, por ello, producen efectos legales, frente a otro sistema basado en registros que son menos archivadores de información.
“Debería atribuirse al registrador mercantil aún más efectos legales a los actos inscritos”, recalcó Ylla, quien a renglón seguido aseguró que un registro dedicado solo a archivar información “a la larga es menos útil y también más caro, porque si no realiza los suficientes controles, no tendrá la fiabilidad necesaria del mercado y habrá que acudir a asesores privados para completar la información facilitada por ese tipo de registro”.
Este último modelo es el que se ha impuesto en los países anglosajones, en especial en EE UU, donde para conocer toda la información económica básica de una sociedad que aquí se obtiene a través de una nota simple, en la primera potencia mundial hay que acudir a un asesor privado y pagar una media de 500 dólares (446 euros). “Aquí parece que lo más importante es que se pueda crear una empresa en apenas cinco minutos y así en ese tiempo es imposible que el registrador realice un análisis jurídico riguroso de que esa sociedad se puede inscribir con todas las garantías legales. Habría que encontrar dónde está el punto de equilibrio entre un registro mercantil ágil que además proporcione información de máxima calidad”, explicó Ylla.
Por último, el director del Congreso instó a las autoridades españolas a que entre en vigor cuanto antes la normativa europea que será obligatoria dentro de dos años por la que en los registros mercantiles podrá figurar quiénes son todos los participantes o socios de las empresas inscritas. Consideró que este cambio permitirá ser más eficaces en la lucha contra el fraude y el blanqueo de capitales.