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El selectivo ha caído un 0,42%; el miedo a un impago en Grecia resurge

El Ibex ha perdido los 11.400 puntos, pero podría haber sido peor: ¿qué ha pasado?

Los mercados europeos, si no engañados, se han sentido decepcionados. El principal índice de la Bolsa española ha caído un  0,42%, hasta los 11.382,8 puntos, ante el rifirrafe de Grecia y Bruselas, que continúan desmintiéndose reiteradamente sobre lo cerca que está el acuerdo para evitar un impago heleno. En el resto del Viejo Continente los números rojos también han ganado la partida.

En el mercado de renta fija, el tipo de interés del bono español a 10 años ha subido al 1,8% desde el 1,80% cuando en marzo marcó un mínimo en 1,15%. La rentabilidad se ha disparado ante  una oleada vendedora que también ha afectado a las grandes potencias del Viejo Continente. Eso sí, el bund alemán a una  ha vuelto a ejercer hoy su papel de papel de refugio casi sagrado y su interés ha caído ligeramente, hasta el 0,53% desde los 0,55%. La buena noticia es que los nervios en la deuda helena a una década se han contenido: su interés apenas supera el 11%; hace un mes, rozaba el 14%.

El euro, mientras, ha continuado debilitándose y se cambia a menos de 1,10 dólares, a la espera de lo que ocurra en Grecia y de las decisiones que adopten el líder del BCE, Mario Draghi, y la jefa de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen. Hay analistas que apuntan a una paridad entre ambas monedas, y no solo eso. Desde Citi, por ejemplo, prevén que el euro se coloque por debajo del dólar. 

Los analistas señalan cinco claves que determinarán el rumbo de la Bolsa y la renta fija a corto plazo.

1 Grecia. Hay acercamiento en las negociaciones entre Grecia y sus acreedores, sí, pero los inversores no se fían. Máxime cuando Bruselas se encargó de enfriar los ánimos y algunas declaraciones desde Alemania alertaron sobre las consecuencias de no alcanzar un acuerdo final con Atenas. La Bolsa helena, tras anotarse ayer un 3,5%, corrige hoy cerca de un 2%.  

La versión hoy no es que hayan comenzado a redactar un acuerdo, sino que el gobierno griego pretende alcanzar antes del domingo un acuerdo con sus acreedores para recibir nuevos fondos a cambio de reformas, según Reuters. El matiz es importante. Bruselas dice que la firma está muy lejos, Grecia asegura que pondrán todo de su parte. Los inversores interpretan esto como una cierta estafa lo anunciado ayer. 

2 Elecciones. Los resultados del pasado domingo en España, con un cambio en el reparto de fuerzas hacia la izquierda en la mayoría de las autonomías, han provocado un sentimiento de incertidumbre en algunos inversores. La mayor parte de los analistas consultados considera que esta inestabilidad durará solo hasta que se vayan conformando los gobiernos. Cada municipio elegirá a su alcalde el próximo 13 de junio. En el caso de las comunidades autónomas, el plazo se amplía hasta los dos meses desde la constitución de las cortes. 

3 BCE. Mario Draghi dispone de más que palabras para aplacar a los mercados e insuflar incentivos para que los inversores continúen comprando, tanto renta variable como fija. Así, ya ha anunciado que entre mayo y junio comprará más deuda de los alrededor de 60.000 millones de euros mensuales hasta, al menos, septiembre de 2016. El próximo miércoles, 3 de junio, el presidente del Banco Central volverá a dar pistas sobre sus próximos pasos. Si anuncia más medidas o contribuye a aliviar los problemas para los bancos griegos, el mercado lo celebrará. 

Si eleva el descuento que aplica a los colaterales de los bancos griegos –las garantías que le dejan para recibir liquidez– el acuerdo debería cerrarse en cuestión de días. Bankinter hace los números. El sector financiero griego dispone de colaterales por aproximadamente 95.000 millones, de los que ya han consumido algo más de 80.000. Por lo tanto, disponen aún de unos 15.000 millones, que equivalen a unas siete u ocho semanas de liquidez, para una salida de depósitos de unos 2.500 millones de euros semanales. En caso de que el BCE eleve el descuento, el tiempo que puede soportar la banca sin la máscara de gas se agotará mucho antes. 

4 Wall Street. La piedra de bóveda de los mercados de valores de todo el planeta. Tanto el Dow Jones, como el Standard & Poor's y el Nasdaq rondan máximos históricos. Pero está por ver cómo digieren el hecho de que la Reserva Federal, pilotada por Janet Yellen, se decida a subir los tipos de interés por primera vez desde finales de 2008, cuando su predecesor en el cargo, Ben Bernanke, los puso prácticamente a cero.

Pese a que Estados Unidos creció a una tasa anualizada de solo el 0,2% en el primer trimestre, muchos analistas consideran que las causas son meramente estacionales y apuntan con el dedo a la especial dureza del invierno. 

La próxima gran cita apuntada en el calendario de los inversores, estadounidenses y del resto del mundo, se celebrará los días 17 y 18 de junio. Será entonces cuando Yellen tenga que retratarse, no solo con pistas sobre qué va hacer con el precio del dinero: publicará un resumen de proyecciones económicos.

Si la jefa de la Fed considera que la mayor economía del mundo no carbura al ritmo necesario, es posible que se lo piense mejor y aplace las subidas de interés a 2016. Este último escenario, pese a que revelaría una gran debilidad económica, sería interpretado como un balón de oxígeno para las Bolsas. 

5 Petróleo. El barril Brent cotiza a 62 dólares, después de una larga etapa de altibajos. De los 100 dólares del verano del año pasado, cayó por debajo de los 47 a comienzos de año y desde entonces ha rebotado. Pero la mayoría de los analistas recuerdan que los fundamentales muestran que el exceso de oferta sigue siendo muy superior al tímido aumento de la demanda. Menos coste del oro negro se traduce directamente en más dinero en el bolsillo de los ciudadanos, lo que propulsa el consumo, y también en menores costes para las empresas, lo que tirará de sus resultados. 

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