Rutas mágicas por España
Espectaculares reservas naturales, calas recónditas, calderas, cañones y cascadas.
Hace tiempo que España ha dejado de ser un destino exclusivamente de sol y playa y cada vez hay más viajeros de dentro y fuera de nuestras fronteras que buscan rincones únicos.
Las caprichosas orografía y geografía que caracterizan a la Península y sus islas convierten España en un destino extraordinario para descubrir rutas mágicas.
Pero ¿qué buscan estos viajeros singulares? “Espectaculares parques naturales, cuevas milenarias, playas de infarto, calas recónditas, valles inhóspitos...”, según datos de un informe realizado por el megabuscador Skyscanner entre sus usuarios. Pues de todo ello tenemos.
De norte a sur y de este a oeste, España está llena de sitios tan sorprendentes como estos que le animamos a descubrir y disfrutar.
Asturias
La playa de Gulpiyuri es un diminuto y precioso arenal oculto que se encuentra a caballo entre la costa de Llanes y Ribadesella. Para poder acceder a ella tendrá que dejar el coche a unos 200 metros de la misma y hacer el trayecto a pie. Su pequeño tamaño es lo primero que le llamará la atención así como su increíble entorno.
Otra de las curiosidades de esta playa asturiana es que está situada tierra adentro y el agua del mar llega hasta ella a través de un túnel que las propias mareas erosionaron entre sus rocas.
Lo recomendable es ir fuera de la temporada alta para poder disfrutar de lo que los asturianos denominan bufones –el ruido que hace el agua del mar al pasar a presión por los túneles de la orilla–.
Navarra
Si alguna vez ha pensado en un lugar de cuento donde habitan las hadas y los gnomos del bosque, el nacimiento del río Urederra es su sitio. Ubicado en la sierra de Urbasa, al norte de Estella-Lizarra, es la salida natural del acuífero formado en el macizo kárstico por el que el agua se filtra a través de las grietas de las rocas surgiendo una y otra vez desde las entrañas de la tierra. Un fenómeno que ha creado impresionantes cascadas con saltos de agua de hasta 100 metros.
Declarado reserva natural en 1987, tiene un aforo diario limitado para preservar su conservación, por lo que conviene reservar la entrada con antelación. Las cascadas y las pozas son de un sorprendente color turquesa, de ahí el nombre de Urederra, que significa “agua hermosa”.
Mención aparte merece la diversidad de su flora y su fauna, con hayas, robles, olmos, arces, tejos y avellanos, y buitres, alimoches, milanos o aguiluchos.
Castilla y León
Las Médulas es uno de los territorios más inquietantes y bonitos. Situadas en el Bierzo (León), su característico paisaje, formado por pequeñas y peladas colinas rojizas diseminadas entre una intensa vegetación de color verde, es fruto de la mano destructiva del hombre y de los corrimientos de tierras que hicieron los romanos para extraer el oro.
Las Médulas, hoy Patrimonio de la Humanidad, llegaron a ser en esa época la mayor mina de oro a cielo abierto. La erosión y el desgaste de la intensa actividad durante siglos dotaron a esta zona de estas curiosas, puntiagudas y rojizas formaciones.
La explotación se abandonó en el siglo III y desde entonces los robles, las encinas y los castaños han ido ganando terreno. Oro ya no hay, pero sí una auténtica joya como es el yacimiento arqueológico de Orellán. Su mirador ofrece unas vistas y juegos de luces espectaculares.
Andalucía
El cañón de los Gaitanes, en la provincia de Málaga, es un desfiladero impresionante, aunque lo que más le sobrecogerá de sus paredes es el camino que hay para que lo recorra. El llamado Caminito del Rey, construido en las paredes que hay entre Álora y Ardales, estaba considerado como el sendero más peligroso del mundo.
Durante el recorrido, de unos siete kilómetros, se pasa por un puente colgante a más de 100 metros de altura sobre el río Guadalhorce. Desde allí, las vistas del cañón se quedarán para siempre en su retina.
Ardales cuenta, además, con importantes muestras de arte rupestre en sus más de 1.600 metros de galerías. Hay que reservar.
Galicia
El río Xallas es el único de Europa que desemboca majestuoso en forma de cascada natural al mar en el término municipal de Dumbría (La Coruña). Un espectáculo digno de ver y que en su último tramo traza una catarata de más de 30 metros.
La apertura de una presa acabó con ella en 1986, pero desde abril de 2011 el último trecho del río, entre el embalse de Santa Uxía y la cascada del Ézaro, está abierto de manera permanente al habérsele devuelto su caudal ecológico. Cerca, el cabo Fisterra y sus magníficos atardeceres.
Canarias
El Parque Nacional de la Caldera del Taburiente, en la isla de La Palma, se formó a través de grandes deslizamientos de tierras producto de múltiples erupciones volcánicas a lo largo de los siglos.
La geología del parque es un extraordinario circo de más de ocho kilómetros de diámetro con forma de caldera y un desnivel que llega en ocasiones a los 2.000 metros de profundidad. Desde el aire parece un extraño y profundo agujero en la tierra.
Al desmoronarse su cráter, lo que quedó fue una caldera. Con el tiempo, se llenaría de pinos, hayas y sauces canarios; hoy existen infinidad de rutas para explorar llenas de parajes insólitos.