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Acaba de presentar el medicamento oncológico Xofigo

Bayer despliega todo su arsenal farmacológico en España

Presenta el último de los cinco fármacos con los que espera facturar 7.500 millones El nuevo medicamento contra el cáncer de próstata puede ampliar 35 meses la vida

Manuel G. Pascual

Los nuevos productos estrella del área de salud de Bayer ya han desembarcado en España. El último de los cinco grandes medicamentos que quedaba por llegar al país, Xofigo, se presentó en Madrid hace dos semanas. Se trata de un novedoso fármaco que combate el cáncer de próstata resistente a la castración con metástasis óseas.

Hacia una reconversión estratégica centrada en las áreas ‘farma’ y agrícola

El futuro de Bayer, dicen desde la compañía, está en “la vida”. La multinacional alemana tiene tres divisiones de negocio: salud, en la que se encuadran los productos farmacéuticos y que es responsable de la mitad de la facturación del grupo; agrícola, principalmente protección de cultivos y semillas; y materiales de altas prestaciones, cuyos clientes van desde la industria automotriz hasta la construcción o el sector electrónico.

Bayer quiere centrar su negocio en las dos primeras divisiones. Planea escindir de la compañía el área de materiales para el 31 de agosto de este año, y previsiblemente sacará a Bolsa esa nueva compañía como tarde a mediados de 2016, aunque la decisión definitiva no se tomará hasta después del verano. La idea de la central es que funcione a partir de entonces como una empresa completamente independiente.

La multinacional alemana facturó 42.239 millones de euros en 2014, un 5,2% más que en el año anterior. “Esto se logró principalmente por la constante dinámica de crecimiento en nuestros negocios de salud y agrícola y, en particular, por el desarrollo favorable de nuestros productos más novedosos”, señaló el presidente de la compañía, Marijn Dekkers, durante la conferencia de prensa que siguió a la presentación de los resultados anuales celebrada en Leverkusen, Alemania.

Bayer adquirió el año pasado el negocio de consumer care de Merck (EE UU) y la empresa china Dihon Pharmaceutical Group.

Las ventas del anticoagulante Xarelto (el que mejor está funcionando comercialmente hasta la fecha), la medicina ocular Eylea, el fármaco para la hipertensión pulmonar Adempas y los productos contra el cáncer Stivarga y el recién llegado a España Xofigo, que se produce en Noruega, supondrán unos 4.000 millones de euros este año en todo el mundo, según las proyecciones de la propia compañía. La multiniacional espera que a medio plazo con los cinco fármacos se facturen “7.500 millones de euros”, según avanzó el doctor Marijn Dekkers, presidente de Bayer, durante la última presentación de los resultados de 2014.

La compañía no ha facilitado datos acerca de previsiones de ventas concretas en España. Sí ha avanzado que Xofigo, que es reembolsado por el Sistema Nacional de Salud desde el 9 de marzo, todavía se suministra en muy pocos centros. El tratamiento consta de una media de cinco dosis y un máximo de seis, a administrar por vía intravenosa y con un coste de 4.900 euros cada una.

Terapia innovadora

La distribución de dicloruro de radio-223, la molécula comercializada bajo el nombre Xofigo, en el tratamiento del cáncer de próstata es toda una innovación en el campo de la oncología. Este tipo de dolencia registró, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, unos 28.000 casos nuevos en 2012 y es la quinta causa de mortalidad por cáncer entre varones. Puede producir metástasis óseas, lo cual aumenta el dolor que padece el paciente y reduce su esperanza de vida.

Una de las innovaciones de este producto es que emite radiación alfa, mucho menos agresiva que radiaciones como la beta, que puede causar lesiones cerebrales. “El radio tiene propiedades similares a las del calcio y, por tanto, tiene connotaciones positivas para los huesos”, apuntó durante la presentación del fármaco el doctor Ángel Soriano, jefe del servicio de medicina nuclear del Hospital General Universitario de Ciudad Real. Este centro ha sido el primero en usar Xofigo. “La radiación alfa produce una rotura de la cadena de ADN en las células cancerígenas que no es reparable, mientras que la radiación beta es menos precisa sobre las células tumorales y afecta a más células sanas”, indicó Soriano.

Xofigo no se considera ni radioterapia ni quimioterapia, ni los sustituye, sino que es compatible con ambos tipos de tratamientos. “Lo podríamos llamar terapia metabólica molecular con isótopos emisores de partículas alfa”, matizó el doctor Soriano.

La administración de Xofigo, junto al consumo de otros fármacos, puede ampliar la esperanza de vida de los pacientes hasta los 35 meses. Y, aunque las pruebas médicas solo se han conducido con el de próstata, abre la puerta a su uso para otros cánceres con metástasis osteoblásticas, como el de mama o el de pulmón.

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Sobre la firma

Manuel G. Pascual
Es redactor de la sección de Tecnología. Sigue la actualidad de las grandes tecnológicas y las repercusiones de la era digital en la privacidad de los ciudadanos. Antes de incorporarse a EL PAÍS trabajó en Cinco Días y Retina.

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