Deoleo, ante la delicada coyuntura del sector
Las sucesivas transformaciones del grupo Deoleo, pasando de ser una empresa multisectorial a concentrarse únicamente en el sector del aceite, a través de la venta de aceite de oliva y de semilla, han tenido como consecuencia el incremento de la exposición de la compañía a las fuertes fluctuaciones del precio de la materia prima, lo que perjudica la calidad crediticia de la compañía.
Axesor otorga a la sociedad, propietaria de marcas como Carbonell, Bertolli, Koipe y Hojiblanca, un rating de B. La actividad oleícola atraviesa una coyuntura delicada que está pasando factura a las grandes empresas del sector, donde precisamente Deoleo ostenta una posición competitiva sólida de liderazgo.
Diversos factores, fundamentalmente meteorológicos, han reducido a prácticamente la mitad la producción de aceite de oliva en la campaña actual, si se compara con la anterior, según ha explicado la propia sociedad en su última presentación de resultados. La mala cosecha ha repercutido en el alza del precio de la materia prima, que a su vez se ha trasladado a la distribución, lo que, aun habiéndose realizado de forma gradual, ha terminado traduciéndose en una reducción de la demanda, ya que el consumo es muy sensible al precio.
El balance en el primer trimestre de 2015 ha sido de una caída interanual del 33,9% en el ebitda y un resultado neto que arroja unas pérdidas de 6,288 millones de euros, a pesar del incremento del 18,1% en la facturación (200,7 millones de euros) y de la mejora de la cuota de mercado experimentada por las marcas del grupo.
El negocio de la compañía está diversificado geográficamente, está presente en 100 países y la actividad exportadora representa más del 60% de su facturación. Pero la industria alimentaria se encuentra envuelta en una dinámica altamente competitiva, con un fuerte incremento de la presencia de marcas blancas de las grandes cadenas de distribución alimentaria, lo que dificulta que empresas como Deoleo, que apuestan por una estrategia marquista, puedan trasladar con facilidad a precios finales los incrementos en el precio de oliva.
En este sentido, la empresa afirma que las grandes cadenas de distribución están realizando una política de venta a pérdidas con la finalidad de ganar cuota de mercado. Desde un punto de vista financiero, la compañía, cuyo principal accionista es el fondo de capital riesgo CVC (que controla más del 50% del accionariado), se caracteriza por un elevado nivel de endeudamiento, ya que los recursos propios solo representan el 37% del total de las fuentes de financiación, con la consecuente dependencia de fuentes ajenas y su potencial impacto en la tesorería, en los costes de financiación e incluso en exigencias relativas a la gestión corporativa.
La deuda financiera neta de Deoleo (492,8 millones de euros al cierre del ejercicio 2014) es más de siete veces superior a su generación de ebitda anual (que se situó en 2014 en 68,54 millones de euros), lo que afecta de forma negativa a la calidad crediticia de la compañía. La empresa ha vivido una etapa de reestructuración organizativa, accionarial y financiera que culminará con el cambio de consejero delegado, que se oficializará en la junta general de accionistas del próximo día 28 del presente mes.
Deoleo está acometiendo actualmente una política de contención de costes y adaptación de su estructura a la actual capacidad productiva, lo que debería repercutir en el incremento de la eficiencia del grupo y la mejora de los márgenes, reforzados con la integración de Hojiblanca, que ha implicado cambios en la cadena de suministro. Pese a ello, las pérdidas sufridas recientemente y el flujo de efectivo negativo experimentado deterioran la capacidad de solvencia a corto plazo para atender las obligaciones de pago a vencimiento.