Bultaco, renace la moto de los triunfadores
La compañía, fundada en 1958 por Francisco Bultó, desapareció en 1983 De la mano de una empresa de ingeniería ha vuelto al mercado 31 años más tarde
Angel Nieto, Sito Pons, Jorge Martínez Aspar y Barry Sheene tienen al menos dos cosas en común. Han sido campeones del mundo de motociclismo en distintas categorías y han manejado una motocicleta Bultaco. El primero se subió al podio al lomo de un modelo de la compañía. Los otros tres empezaron en la competición con una de las maquinas nacidas del ingenio de Francisco (Paco) Bultó, el fundador de la marca.
La de Bultaco es una historia de imprevistos, de sobresaltos, de idas y venidas, de resurrección. Nació de un desengaño en 1958. Desapareció, como consecuencia de la crisis industrial, en 1983. Ha renacido en 2014, gracias a una ingeniería, especializada en diseño mecánico y electrónica, creada en 2010, con el apoyo del Parque Científico de la Universidad Carlos III de Madrid.
Cronología
1958. El 17 de mayo, durante una cena, Paco Bultó y un grupo de extrabajadores de Montesa deciden crear una nueva marca de motos.
1959. El 24 de marzo se presenta a la prensa la primera moto de Bultaco, la Tralla 101. Habían tardado solo cuatro meses en desarrollar el prototipo.
1960. El 2 de octubre Bultaco bate cinco récords del mundo de velocidad en larga distancia en el autódromo de Montlhéry (Francia), con un prototipo de una cilindrada de 175 centímetros cúbicos.
1966. Sale al mercado el modelo Metralla Mk2. Esta dos y medio superaba los 160 kilómetros por hora.
1973. Jim Pomeroy logra la victoria en la primera prueba del Campeonato del Mundo de motocross a lomos de la Bultaco Pursang.
1975. La compañía lanza su primera moto de trial, la Sherpa T, con la que vence en los primeros cuatro campeonatos del mundo de la especialidad.
1976-1981. Ángel Nieto es campeón del mundo de velocidad en 1976 y 1977 con una TSS. Ricardo Tormo lo consigue, también con el mismo modelo, en 1978 y 1981.
1979. Se estrena la Streaker, la última moto de Bultaco. Se inician con ella en competición el que luego fuera doble campeón del mundo Sito Pons y el cuatro veces campeón del mundo Jorge Martinez Aspar.
1983. Desaparece la compañía tras una gran crisis, en la que el Ministerio de Industria obliga a su competidor Montesa a comprar la marca.
2014. Renace Bultaco con una nueva gama.
Hace 57 años, en 1958, la empresa Montesa dominaba el mercado español de la motocicleta. Al frente estaban Paco Bultó y Pedro Permanyer. Toda su producción se vendía incluso antes salir de la fábrica. Su equipo ganaba todos los campeonatos a los que se presentaba. Pero, de repente, todo cambió. En abril, durante un consejo de dirección Permanyer anunció a Bultó que iban a abandonar las competiciones. Se iban a centrar en el desarrollo de modelos comerciales.
Dos fueron los argumentos. Que las grandes marcas italianas e inglesas también abandonaban las carreras y que el Estado iba a poner en marcha un Plan de Estabilización Nacional muy restrictivo. Bultó no se las creyó. Sospechaba que la eliminación de un gasto tan pequeño estaba más bien relacionada con una voluntad de aniquilar su liderazgo. Decidió, sin embargo, no presentar batalla y abandonó la compañía.
Su marcha provocó una reacción imprevista. El día de su cumpleaños, el 17 de mayo de 1958, un grupo de doce incondicionales le organizaron una cena en un restaurante a las afueras de Barcelona. Estos doce apóstoles estaban dispuestos a abandonar Montesa para iniciar con él una nueva y apasionante aventura.
Nace Bultaco, cuyo nombre proviene de la dirección telegráfica que utilizaba Bultó para comunicarse con su familia cuando viajaba al extranjero. También fue hogareña la primera sede que acogió a la compañía, la Masía de San Antonio, propiedad del fundador. Ahí se diseñó en cuatro meses el primer prototipo. A finales de febrero de 1959, la moto estaba lista y a finales de marzo se presentaba a la prensa en el hotel Ritz de Barcelona la primera Bultaco, la Tralla 101.
En Montesa, hubo quien se escamó y acusó a Bultaco de haber planteado la salida y la creación de una nueva marca con premeditación. Incluso algunos fueron más allá y defendieron que el motor de la Tralla era fruto de unos planos que les habían robado. Bultó siempre lo negó.
Al calor de estos dimes y diretes se fraguó una enconada rivalidad que, curiosamente, contribuyó a la gloria alcanzada por el motociclismo español a partir de los años sesenta. Tres semanas después de su presentación en sociedad, la Tralla 101 disputaba su primera carrera, en el circuito barcelonés de Montjuïc.
Su competidor, Montesa, abandonó sus planes de retirarse de la esfera de la competición. Las dos marcas se enfrentaron en una reñidísima prueba. Por menos de media rueda se la llevó Juan Elizalde con su Brío 91 frente a la Tralla de John Grace. Luego, en su segunda participación la Tralla 101 logró llevarse el primer puesto.
En sus primero años, la compañía piso a fondo el acelerador. A su primera moto le siguió la que tal vez haya sido la más conocida, la Metralla. También desarrolló una versión de carreras de la Tralla, el modelo Sport, en el que se prescindió de todo lo superfluo y se mejoraron las prestaciones del motor. La filosofía de Paco Bulto puede resumirse en dos palabras relacionadas: carreras y cliente. Se trataba de construir vehículos de dos ruedas que ganasen trofeos y que se pudiesen comprar.
Así, nació la Tralla Super Sport, la TSS. La empresa creó un departamento de series especiales, una división independiente que se dedicaba en exclusiva al desarrollo y producción de estas motos. La primera TSS se puso a la venta en 1961, todavía con muchos rasgos de la Tralla 101, y se dejó de fabricar en 1970.
El 20 de agosto de 1966, en el Gran Premio del Ulster (Irlanda), el neozelandés Ginger Molloy conseguía para Bultaco la primera victoria de una marca española en una prueba del Campeonato del Mundo y dos años más tarde, en Montjuïc, Salvador Cañellas era el primer español en ganar un Gran Premio, a los mandos de una TSS 125.
Ángel Nieto llevaría la historia de la marca más allá. Ganó el campeonato del mundo de velocidad en 1976 y 1977. También subiría al primer puesto del podio Ricardo Tormo en 1978 y 1981. Esta última victoria fue el canto del cisne de esta empresa fundada en la rebeldía.
Dos años más tarde, Bultaco perdería la última batalla de su gran guerra con Montesa. Las huestes rivales de Permanyer se hicieron con la propiedad de la derrotada milicia de Bultó. En 2014, Bultaco renace de sus cenizas dispuesta a dar la pelea por el Olimpo de las motos.
El campeón que no debió fallecer tan joven
Ha habido muchos pilotos españoles y extranjeros que han competido con las TSS. Solo uno de ellos horadó con dolor una huella en Bultaco. Fue un tímido chico de Sabadell, Ramón Torras, por el que el fundador, y corazón de la marca, sentía una debilidad especial. Según sus propias palabras, fue el más veloz que jamás conoció.
El piloto oficial de la compañía, John Grace, quien le había tomado como discípulo, detectó pronto su potencial. “Jefe, a este chico no hay quien le siga”, le dijo a Bultó a los meses de haber comenzado a entrenarle.
Torras estaba predestinado a ser el primer campeón del mundo español. La muerte se lo impidió el 30 de mayo de 1965 en una carrera local en Comarruga (Tarragona). Estaba preparando la prueba internacional más importante de la época, el Tourist Trophy de la Isla de Man en Reino Unido.