El desafío de vender cáscaras de naranja en internet
UnLtd Spain cubre un vacío en España: la falta de apoyos a ‘start-ups’ cuyo objetivo principal no sea ganar dinero sino generar un cambio en la sociedad.
Los emprendedores que quieren hacer fortuna montando portales de comercio electrónico y aplicaciones móviles disponen de una gran cantidad de aceleradoras donde incubar sus negocios. Los altruistas que sueñan con una sociedad más justa, donde los políticos escuchen a los ciudadanos y los consumidores compren productos respetuosos con el medio ambiente, no pueden decir lo mismo.
El ecosistema de apoyo al emprendimiento en España está muy enfocado en negocios de base tecnológica y potencial para incrementar sus ventas de manera exponencial en un tiempo relativamente corto. Pero hay muy pocas incubadoras dedicadas a proyectos sociales, que tienen periodos de maduración más lenta y buscan un cambio en la comunidad antes que un retorno económico.
UnLtd ha venido a llenar ese vacío.
La fundación de origen británico abrió hace año y medio una filial en España que promueve el emprendimiento social a través de tres programas: Idea, Arranca y Crece. Como sugieren los nombres, cada uno está dirigido a proyectos en diferente fase de desarrollo, desde la más incipiente hasta la más avanzada.
El único requisito para participar es que se trate de proyectos que busquen generar un cambio social, pero que al mismo tiempo sean sostenibles económicamente, es decir, que sean capaces de generar sus propios ingresos, de modo que no dependan de ningún tipo de ayuda o subvención para continuar funcionando.
Tampoco pueden dar beneficios ni dividendos: todas las ganancias deben ser reinvertidas en el crecimiento de la empresa y de la comunidad de usuarios que se genere en torno a ella.
UnLtd presentó esta semana la primera promoción de emprendedores de Arranca, que apoya proyectos con menos de un año de vida. El programa arrancó en abril del año pasado. En una primera etapa, seleccionó a 30 emprendedores, a los que ofreció formación gratuita en temas de gestión (finanzas, modelo de negocio, marketing, comercialización) y habilidades personales (dirección de equipos, liderazgo, motivación).
Después de una criba quedaron los 15 mejores. A cada uno de ellos se asignó un mentor, proporcionó asesoría jurídica para constituir la empresa y entregó un capital semilla a fondo perdido de 5.000 euros.
Ahora, un año después, cuatro, los proyectos más maduros, han pasado al programa Crece, donde recibirán otros 5.000 euros en subvención a fondo perdido y participarán en rondas de financiación, mientras que los otros 11 deberán continuar por su cuenta. No obstante, seguirán formando parte de Conecta, la comunidad de emprendedores de la fundación, así como contando con su asesoría, aunque de forma más reducida.
“Ya pueden volar solos”, comenta Caroline Jérôme, directora de programas de UnLtd Spain, quien destaca que, no obstante, en noviembre próximo podrán volver a presentarse como candidatos a la siguiente edición de Crece.
Entre estos 11 game changers, como los llama UnLtd, destacan Ecolup, una web app que recientemente ha sido escogida para participar en el programa europeo de aceleración de start-ups del sector agroalimentario Smart Agri-food.
En Ecolup, los agricultores podrán ofrecer los residuos de sus cultivos a quienes estén interesados en usarlos como materia prima de otro producto. De este modo, la empresa busca reducir el impacto ambiental de la agricultura y promover el reaprovechamiento de los recursos naturales.
Por ejemplo, a través de Ecolup, un productor de zumo de naranja podrá vender la cáscara de la fruta a un ganadero que quiera usarla como complemento del pienso que da a su ganado, en lugar de echarla a la basura.
“La agricultura ecológica genera una enorme variedad de residuos que pueden resultar interesantes para otros miembros de la comunidad de productores ecológicos: cáscaras, restos de poda, estiércol de animales… La finalidad de Ecolup será poner en contacto a estos productores para que puedan intercambiar esa materia prima”, explica Irene Paredes, autora del proyecto junto con Maya Hernando, ambas de 30 años.
Para asegurarse su sostenibilidad, Ecolup cobrará una comisión, aunque todavía no ha definido si será un porcentaje de la transacción o una tarifa fija, ya que los agricultores serán libres de escoger entre vender los residuos, regalarlos o intercambiarlos por otro producto (un trueque), con lo cual no siempre habrá dinero de por medio. “Nosotros los pondremos en contacto y el trato será cosa suya”, aclara Hernando.
En cualquier caso, Ecolup aspira a ser “un intermediario seguro”. En caso de venta, “la plataforma solo liberará el pago al vendedor cuando el comprador confirme que ha recibido la materia prima”, precisa.
Paredes y Hernando, ambas ingenieras agrónomas por la Universidad Politécnica de Madrid, prevén lanzar el portal en septiembre de 2016. Por lo pronto, están buscando dos programadores que diseñen para ellas una página web que sirva tanto para ordenadores como dispositivos móviles.
Las emprendedoras, que estudiaron un máster en negocios agroalimentarios en la Universidad de Wageningen (Holanda), financiarán el desarrollo de la aplicación con los 40.000 euros de ayuda a fondo perdido que recibirán de Smart Agri-food.
Los otros 10 proyectos patrocinados por Arranca han sido Kuorum, una red social para poner en contacto a políticos y ciudadanos; Aluvión, una editorial académica digital que busca distribuir de forma más eficiente y justa el contenido de las investigaciones científicas; Caja de Cambios, que selecciona productos de comercio justo y los vende en cajas regalo; La Galería de Magdalena, que organiza exposiciones de arte en espacios públicos infravalorados, y Hackity App, una aplicación para que los vecinos puedan sugerir mejoras en sus barrios, desde el cierre de un bache en la vereda hasta la plantación de un jardín.
Completan el grupo Citysens, un portal con información sobre actividades cívicas y sociales; Papiroff, que ofrece manuales y contenidos digitales para escuelas bajo un modelo freemium (que combina contenidos gratuitos y de pago), EscueLab, que elabora material educativo para niños y jóvenes y lo difunde a través de talleres de introducción a la investigación; Mimokki, tienda online de accesorios para personas que sufren alergia, diabetes u otro tipo de afecciones, y Yo Compro Sano, un mercadillo online de productos ecológicos y artesanos.
“Salvo Citysens y Ecolup, que están en una etapa más inicial, todos están facturando y creando empleo”, señala Jérôme.
Fundada en Reino Unido hace 12 años, UnLtd –un juego de palabras de doble sentido que hace referencia a sociedad mercantil ilimitada y la pasión sin límites de los emprendedores sociales– está presente en India, Tailandia, Sudáfrica, Estados Unidos y España, donde trabaja la parte formativa de sus programas en colaboración con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y el IE Business School.
Irene Paredes, de Ecolup, destaca que participar en el programa Arranca de UnLtd Spain ha sido muy positivo tanto para ella como para su socia Maya Hernando, porque les ha permitido evaluar en serio la viabilidad de una idea de empresa que estaba en una fase muy primigenia y ponerla en marcha.
“En España hay bastante más apoyo para start-ups de base tecnológica que buscan una rentabilidad y hay menos apoyo específico para proyectos de economía social como el nuestro, pero poco a poco empiezan a aparecer incubadoras de este tipo y UnLtd es, sin duda, una de ellas”, remacha.