“Un líder tiene que ser el que más trabaja”
Con 222 partidos jugados con la selección española de baloncesto y un palmarés interminable, Elisa Aguilar pasa por ser una de nuestras deportistas más destacadas de la historia. Retirada en 2013, ahora traslada su experiencia en las canchas a empresarios de toda España.
Ya se trate de baloncesto o empresa, gestionar un “momento de la verdad” decide el éxito o el fracaso de mucho tiempo de trabajo. En esas situaciones, con el reloj apurando los últimos segundos, Elisa Aguilar (Madrid, 1976) siempre se encontró cómoda. Licenciada en Económicas por la Universidad George Washington, la que es uno de los emblemas del baloncesto femenino español transmite a empresarios y empresarias cómo se convive con la obligación de ganar durante más de 20 años de carrera. Su relato no se basa en sus cinco ligas, nueve Copas de la Reina o sus seis medallas con la selección española, incluido un campeonato de Europa. Lo hace recordando uno de sus pocos fracasos: su eliminación en primera fase del Eurobasket 2011, en el que España era absoluta favorita y que les dejó sin los Juegos Olímpicos de Londres.
Pregunta. ¿Cómo se pasa de las pistas a las charlas con empresarios?
Respuesta. Creo que los deportistas hemos vivido experiencias muy importantes desde muy pequeños. Nos codeamos con el ser bueno o ser malo desde los nueve o diez años, y cuando te retiras ves que tiene mucha traslación con lo que es la empresa. Creo que hay muchos mensajes comunes, además de los valores. Por ejemplo, me encantan los momentos de la verdad, en los que te juegas todo, como un tiro en una final y un lanzamiento de producto en una empresa.
P. La presión del último tiro...
R. Son todas esas vivencias y esas emociones que vives durante tantos años y a las que la gente no está tan habituada, que te parecen normales pero luego te das cuenta de que no lo son.
P. Ha sido capitana de muchos de sus equipos, ¿qué es para usted ser un líder?
R. Hay quien dice que el líder nace, se hace... Hay un montón de factores. Yo, por ejemplo, por mi posición de base, he tenido que leer no solo el juego, sino también a mis compañeras. Al final creo que ser líder es empatizar, ponerte en la posición de cada una de tus compañeras, potenciarlas y ayudarlas. Lo que el líder quiere es que cada individuo se sienta más importante para lograr el objetivo, y para eso necesitas que todo el mundo sume, porque en un grupo nunca se debe restar.
P. ¿Cómo se convence a grupos con diferentes personalidades?
R. Cuando tú estás en un equipo, sea de empresa o de baloncesto, todo el mundo quiere ganar. Lo primero es tener muy claros los roles, que todo el mundo sepa lo que tiene que hacer. Luego hay que motivarles, sobre todo predicando con el ejemplo. El líder tiene que ser el que más trabaja, el primero que entra y el último que se va. Con ello, si se crea un ambiente de armonía, la gente que viene con malas maneras no se siente cómoda. No es fácil crearlo, pero se puede y, si lo haces, tienes un equipo potencialmente ganador.
P. Al líder se le pide que motive, que asuma responsabilidad... Pero ¿está listo para fracasar?
R. Tiene que tener ese riesgo asumido. Si no tienes en la cabeza que el fracaso es parte del juego y de la empresa, vas a estar frustrado toda tu vida. Yo en la suerte no creo. A la fina línea que separa éxito y fracaso el mediocre lo llama suerte, pero yo lo llamo esfuerzo, trabajo, disciplina, y asumo que la derrota o el fracaso son parte del juego. Nuestro fracaso en 2011 fue no darlo todo, no estar a la altura de tus valores y tus circunstancias.
P. ¿Ycómo se llega a ese punto?
R. Vienes de éxito, vienes de cinco medallas, cuatro bronces y una plata, casi con el mismo equipo, una inercia del pasado buena... El problema del éxito es que te puede acomodar. Y en el deporte y en la empresa, si te acomodas, siempre hay uno más listo que tú. Y ese fue el problema. Nosotras pensábamos que solo jugando bien nos iba a bastar, y no. Como no potencies todo los detalles, como no potencies la fuerza del grupo, como no sientas al equipo como tuyo, lo que está fuera de la pista acaba influyendo más de lo que sucede dentro.
P. Tocan fondo en 2011 y en 2013 son campeonas de Europa. ¿Qué cambia?
R. Lo primero es reflexionar y que la autocrítica empiece en uno mismo, no pensar que la culpa ha sido del de al lado. A partir de ahí, de la crítica, la visión y saber lo que ha pasado, un cambio de actitud. Cuando hay un cambio de actitud positivo, y cuando eres capitán poniéndote el primero para revertir esa situación, es donde empieza el cambio.
“Hay barreras que nos está costando quitar”
Elisa Aguilar es embajadora del proyecto Universo Mujer de la Federación Española de Baloncesto, que busca impulsar el papel de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad a través del deporte y que culminará en 2018 con la organización del Mundial de baloncesto femenino. En la empresa, la brecha salarial entre hombres y mujeres está lejos de cerrarse y estas aún son minoría en sus puestos directivos. Para la exjugadora, “es un problema cultural”, que “poco a poco está cambiando”. “Yo lo que haría es potenciar que las chicas jóvenes tuvieran más facilidad para acceder a puestos de responsabilidad, porque hay barreras que está costando quitar y creo que esa ayuda extra vendría bien”. Aquí se abre el debate de las cuotas obligatorias, con las que Aguilar no está del todo de acuerdo, pero sí reconoce que “quizá en este momento sí tengan que existir, porque si no, no se acabará de invertir del todo la tendencia”.