Emprender a los 50
Procedentes de sectores castigados por la crisis, personas con mucha experiencia, buscan opciones de inversión o acomodo profesional.
Jóvenes, con mucho entusiasmo, escasa experiencia, pero muy bien preparados es la imagen que generalmente tenemos del emprendedor. Pero no siempre es así.
Hay muchos profesionales expulsados de los sectores que más han sufrido la crisis (construcción, inmobiliario, banca…), de mediana edad, de entre 40 y 50 años, que han trabajado durante mucho tiempo por cuenta ajena en grandes empresas y que se ven empujados al autoempleo, a montar su propio negocio ante las dificultades de encontrar trabajo.
“Es gente con mucha experiencia y con un buen currículo que, tras perder su empleo, buscan opciones de inversión que les aporten rendimiento a su indemnización, e incluso un acomodo profesional desarrollando sus habilidades comerciales o gestoras”, afirma Marcos Baroja, creador de Infinit Fitness.
La empresa de Baroja es una cadena de gimnasios de conveniencia, abiertos las 24 horas al día, los 365 días al año y que desde el primer momento se concibió como un modelo de negocio que se pueda expandir en franquicia.
A él acuden de un tiempo a esta parte profesionales de edad media dispuestos a dar el paso hacia el mundo de la empresa. “Es mucho más frecuente ver este perfil ahora de lo que yo he vivido en el pasado. Es un fenómeno que hace 10 años se daba poco. La realidad es que los emprendedores no sólo son como pensamos o nos han hecho creer las escuelas de negocios”, puntualiza Baroja, que siempre ha tenido vocación empresarial, aunque también ha trabajado por cuenta ajena.
Su primer gran proyecto consistió en la puesta en marcha de la red de inversores privados Royal Oaks Capital Partners, fruto del cual nació Infinit Fitness en 2012, cuyo objetivo a medio plazo es tener una docena de establecimientos abiertos al público antes de concluir 2015.
Infinit Fitness es una ventana abierta: “Hay mucha gente que viene a informarse empujada por las circunstancias, pero el vértigo que les produce la idea de montar un negocio es tremendo. Tenemos demanda, pero después el ratio de conversión es bajo. Muchos acuden a nosotros a tantear, pensando que tienen que hacer algo, pero que si les surgiera un puesto de trabajo volverían a ese territorio conocido, a esa zona de confort, que no de seguridad, en estos momentos. Esto lo vemos mucho, sobre todo entre gente que procede de ambientes corporativos”.
No obstante, son todavía varios años los que necesitan estos emprendedores circunstanciales o forzados para completar el derecho a una pensión y la opción del autoempleo sigue siendo una de las más válidas.
“La aspiración a ser el jefe de uno mismo siempre está latente y las épocas de reconversión, como la actual, siempre han fomentado ese espíritu de emprender a la fuerza”, puntualiza Baroja.
Y, en su opinión, las oportunidades no faltan en un sector como el de la salud y el cuidado personal. “El porcentaje de población asidua a los centros de fitness y actividades físicas se ha duplicado en los últimos cinco años. Incluso parecería que con un paro creciente, hubiera más tiempo para ocuparse de uno mismo. Sólo es cuestión de encontrar el tipo de gimnasio que se gane las simpatías de la población”, concluye el impulsor de Infinit Fitness.