Esté donde esté si no llega el ADSL o la fibra… pásese al satélite
Más de medio millón de españoles sufre la brecha digital y sólo un 60% de los hogares navega por encima de los 30 Mbps.
Las barreras orográficas ya no son problema para estar conectados. Hasta ahora, los lugares recónditos no eran un buen negocio para las operadoras que suministran acceso a internet. A la falta de rentabilidad se unían las dificultades técnicas para enchufar a la red sitios remotos.
Un apagón digital que sufren más de medio millón de españoles –3.000 millones de personas en todo el mundo– que perjudica a miles de pequeños empresarios y autónomos como artesanos, agricultores, ganaderos y micro pymes del ámbito rural, y que lastra el desarrollo de sus negocios.
Los satélites se perfilan ya no como una solución de futuro sino como una realidad para acabar con la brecha digital.
“El cielo ofrece una cobertura 100 por 100”, explica Aquilino Antuña, director general de Quantis. El portavoz de la operadora de servicios de telecomunicaciones, internet, voz, datos y televisión por satélite señala que esta es “la única tecnología que llega a todas partes y la única que llega donde no llegan las demás”.
Según los datos de Quantis, los países en desarrollo se han dado cuenta de ello y están apostando por el satélite. Una tecnología que hoy compite en velocidad –“estamos logrando velocidades superiores, al punto de que ofrecer 20 o 25 Mbps ya es completamente factible”– y precio con el ADSL –unos 30 euros mes– y “no deja de evolucionar”, precisa Antuña.
“En el futuro –añade taxativo el director general de Quantis– veremos que no tiene sentido seguir desplegando cable o fibra”.
Esta tecnología es la única que llega a todas partes y tiene una cobertura 100% con un precio equivalente al cable
Tan convencidos están que Quantis ha puesto en marcha un plan de desarrollo de negocio destinado a llevar internet a pequeños empresarios, autónomos y micro pymes, “estén donde estén, para que puedan trabajar en el ámbito rural como si estuvieran en la ciudad”.
Para lograrlo, uno de sus objetivos es “recorrer España, pueblo a pueblo, por pequeño que sea para detectar todas las deficiencias e implementar soluciones directas”. Quantis ofrece un servicio de 22 Mbits por unos 30 euros al mes.
Con este programa, Quantis quiere, como objetivo de negocio de este año, acabar con la llamada brecha rural, que limita y frena el desarrollo de la actividad económica en los entonos rurales, y equiparar sus negocios a los del entorno europeo.
Las explotaciones agrarias y ganaderas, las empresas y negocios locales, los hoteles rurales “no pueden desarrollar eficientemente su actividad sin una buena conexión a internet”.
En España llama la atención, advierte Antuña, que “hay más de 500.000 personas que no tienen ni tendrán acceso a internet a través de los operadores tradicionales. Cientos de municipios y aldeas de todas las provincias tienen en el satélite la única opción para conectar estos pequeños negocios a la red”.
Hoy por hoy internet es una pieza clave en la actividad de cualquier negocio, independientemente de su tamaño, ya sea para realizar un pedido, comercializar un producto, realizar un trámite, pagar o cobrar facturas. Hay miles de pequeños empresarios rurales que no pueden hacerlo y para los que mandar un e-mail o un whatsapp, navegar por la red, o acceder desde un smartphone a la cuenta del banco es algo fuera de su alcance.
Se trata de zonas en donde hay escasa o nula cobertura 3G/4G y donde las infraestructuras terrestres ofrecen conexiones de muy mala calidad.
El apagón en la red por comunidades
A pesar de que hay “puntos blancos” –sin acceso a internet– en todas las comunidades autónomas y en todas las provincias, las zonas más desfavorecidas se encuentran en Galicia, Castilla y León y Andalucía con 126.378 ciudadanos sin cobertura, 79.497 y 49.436, respectivamente, y sólo un 60% de los hogares españoles navega por encima de los 30 Mbps (megabytes por segundo).
En general, la mayoría de estos lugares desconectados se localizan en municipios con escasa densidad de población o de difícil acceso, donde la cobertura de las grandes operadoras no supera en ningún caso el 10%, ni la superará, por su falta de rentabilidad.
Estas zonas sin red incluyen polígonos industriales, zonas suburbanas y municipios de tamaño medio donde las conexiones de banda ancha tienen escasa calidad o simplemente no existen.