Fragmentación política: HSBC avisa de Podemos y Ciudadanos
La entidad británica HSBC ha advertido de los riesgos que puede suponer la elevada fragmentación parlamentaria que surja en las próximas elecciones generales en España debido al auge del partido “radical de izquierda” Podemos y del “reformista” Ciudadanos.
En su informe trimestral sobre la economía europea, la entidad subraya que la incertidumbre política será el tema central en España en 2015, comenzando con las elecciones catalanas del 27 de septiembre y concluyendo con las generales de finales de año, en la que las encuestas prevén casi un empate entre PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos.
“Esta incertidumbre podría provocar un enfriamiento del impulso del consumo y llevar a una ralentización de la entrada de capital del extranjero y de la inversión directa, lo que puede ser una fuente de preocupación dada la elevada deuda externa de España”, alerta.
La entidad cree que las elecciones generales en España de finales de año son “el acontecimiento más importante de la eurozona” de finales de 2015, ya que es cada vez más probable que, con un electorado cada vez más fragmentado, los dos grandes partidos tradicionales no formen el próximo gobierno.
En este sentido, subraya que al principal nuevo partido surgido en España, Podemos, le ha salido un nuevo competidor en Ciudadanos. “El elevado desempleo, especialmente entre los jóvenes, y la mayor desigualdad son factores que contribuyen a la popularidad de los nuevos partidos, junto con la corrupción que afecta al sistema político”, añade.
Por ello, asegura que no es una sorpresa que los nuevos partidos, especialmente Podemos, hayan logrado el apoyo de muchos jóvenes que votan por primera vez o de aquellos que se han abstenido en elecciones anteriores.
En el caso de Ciudadanos, considera que es un partido menos radical que la formación dirigida por Pablo Iglesias y recalca que ha logrado el respaldo del electorado de centro y, a diferencia de Podemos, principalmente a costa del Partido Popular.
Sin mayoría parlamentaria
“Independientemente del resultado de las elecciones, la creciente fragmentación del electorado aumenta la probabilidad de que ningún partido pueda tener una mayoría en un nuevo Parlamento”, remarca el banco británico.
En su opinión, esto haría más difícil para cualquier partido abordar algunos de los problemas más relevantes que tiene España, como la necesidad de reequilibrar su economía hacia un modelo de crecimiento liderado por las exportaciones, reducir el todavía elevado déficit y rebajar el desempleo de larga duración.
Respecto a Cataluña, destaca que las encuestas apuntan que CiU y ERC no lograrán mayoría absoluta en las elecciones de septiembre, pero aun así la incertidumbre seguirá siendo elevada y el voto a los partidos a favor de la independencia podría forzar al Gobierno central a tomarse este tema con más seriedad. P
Problemas pendientes
Por otro lado, HSBC recuerda que España es uno de los países donde más ha aumentado la desigualdad durante la crisis y que el Gobierno de Mariano Rajoy ya ha anunciado medidas para hacer frente a este problema, incluidas exenciones fiscales.
Sin embargo, agrega que la falta de margen fiscal limita la capacidad de actuación del Ejecutivo, ya que, a pesar del apoyo de los ingresos por un mayor crecimiento, España incumplirá los objetivos de déficit. “Esto significa que después de las elecciones el nuevo Gobierno tendrá que introducir más medidas para recortar el déficit”, agrega.
Otro de los desafíos claves para la economía española es mantener la tendencia a la baja del desempleo, ya que aún existen más de tres millones de parados de larga duración y su reducción será más difícil que antes de la crisis, cuando se vio respaldada por la construcción y el empleo público.
Confirma previsiones
La entidad británica ha mantenido sin cambios sus previsiones de crecimiento realizadas en el mes de diciembre, ya que estima que el Producto Interior Bruto (PIB) de España aumentará un 2,1% este año, para después frenarse al 1,8% en 2016.
En este sentido, remarca que 2015 registró un “fuerte inicio” en línea con el comportamiento de la economía en el cuarto trimestre de 2014. En concreto, destaca la subida de las ventas minoristas y la señales de recuperación de la producción.
HSBC prevé que el crecimiento del consumo siga siendo fuerte mientras la inflación se mantenga en territorio negativo y el desempleo continúe descendiendo. Asimismo, también contribuirán al crecimiento la disponibilidad de crédito y la recuperación de la inversión, incluido en el sector residencial, donde los precios parecen haber tocado suelo.
Sin embargo, incide en que la débil producción industrial sigue siendo una fuente de preocupación, ya que el buen dato de enero se debió principalmente a la producción de energía por las condiciones meteorológicas. Además, la débil demanda global seguirá lastrando las exportaciones, que se verán respaldadas por la debilidad del euro.
En este contexto, prevé que el crecimiento se ralentice en 2016 al ver limitado su potencial al alza por factores estructurales: una probable estabilización de los ratios de ahorro, el elevado desempleo estructural y la deuda externa. Además, la necesidad de ajustes fiscales adicionales también lastrará la economía el próximo año.