La fiscalía gala culpa al copiloto de estrellar el avión de forma deliberada
El Fiscal de Marsella, Brice Robin, encargado de la investigación de las causas del accidente de avión de los Alpes que ha dejado 150 muertos, ha confirmado este mediodía en una rueda de prensa que el copiloto se encerró en la cabina del aparato y comenzó el descenso "deliberado" de la aeronave. Robin ha subrayado que "no hay nada que haga pensar en un atentado terrorista", pero ha dejado claro que el copiloto tenía la intención de destruir el avión, porque activó el botón para hacer que el aparato descendiera, un comando que se puede activar solo voluntariamente, y porque no permitió al comandante regresar a su asiento .
El comandante del vuelo había salido posiblemente para ir al servicio, pero nunca pudo regresar. El fiscal extrae estas conclusiones tras escuchar los audios de la caja negra encontrada este miércoles. El copiloto no respondió en ningún momento a las llamadas que se hicieron desde la torre de control y desde otros aviones que se encontraban en el aire en ese momento. Tampoco hubo ningún tipo de alarma emitida desde el avión.
Robin facilitó el nombre del copiloto durante la rueda de prensa. Se trata de Andreas Lubitz, de 28 años. Tenía una experiencia de 630 horas de vuelo y había comenzado a trabajar en Germanwings en septiembre de 2013, según ha informado la compañía Lufthansa. Nació en la pequeña localidad de Montabaur, en el estado federado de Renania-Palatinado (oeste de Alemania).
El Fiscal no quiso llamarlo suicidio ("No se puede llamar suicidio un acto en el que mueren 150 personas", dijo) ni descartar otras hipótesis. "No hay ningún elemento que haga pensar en un ataque terrorista", ha detallado, al especificar que de momento se abrió la diligencia por "homicidio involontario".
De esta forma, las autoridades galas confirman las informaciones que habían sido filtradas desde primera hora de la mañana en medios como The New York Times, Le Monde o Reuters. El Fiscal subrayó que el copiloto "no pronunció estrictamente ninguna palabra" desde que el comandante se fuera de la cabina de pilotaje y que respiró normalmente hasta el momento del impacto.
Robin relató que la grabación de la caja negra muestra en los primeros minutos al piloto y al copiloto que hablan "de forma normal, bastante cortés" y, posteriormente, hay una conversación en la que el comandante transmite a su compañero el "briefing" del aterrizaje que deberían efectuar en el aeropuerto de Düsseldorf. Las respuestas del copiloto al comandante son "lacónicas, breves", según las calificó el Fiscal. "Esperábamos un diálogo, no una respuesta corta", añadió.
Más tarde, el piloto cede el mando al copiloto y sale de la cabina, para ir al servicio. Cuando el copiloto se queda solo, manipula el sistema de control de vuelo para accionar el descenso del aparato. El fiscal ha subrayado que solo se puede seleccionar la altitud de forma "voluntaria"Robin ha contado que en la grabación se oye continuamente al copiloto “respirar con normalidad”, lo que “a priori” descartaría que sufriera algún problema de salud. Cuando el comandante de la aeronave vuelve, llama a su compañero desde un interfono, se identifica pero no tiene respuesta alguna del copiloto. “Llamó a la puerta y el copiloto no respondió”, ha contado, antes de subrayar que en el audio se escucha “una respiración humana dentro de la cabina hasta el impacto final”.
“El copiloto a priori estaba vivo”, ha considerado. La hipótesis de que el copiloto se encontrara mal está descartada porque “respiraba con normalidad”. “Su respiración no cambia”, ha afirmado, antes de explicar que no respondió ni a las llamadas a la puerta blindada de su compañero ni a las llamadas de radio ni tampoco activó un “transpondedor” que habría permitido que la aeronave se convirtiera en un avión “prioritario” para recibir ayuda. Finalmente, el aparato tocó “un talud” y terminó estrellandose en la ladera de una montaña.
Preguntado por la situación del resto de tripulación y los pasajeros, ha explicado que “solo se dieron cuenta en el último momento”. “Los gritos solo aparecen en los últimos momentos”, ha afirmado.