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Ocupa el puesto 11 de las 17 economías líderes del mundo

España saca notable en el uso de tecnologías digitales

Un estudio de Accenture analiza la densidad digital de 17 países y su impacto en el PIB

Los smartphones, la nube, las videocoferencias, Skype... se convierten cada vez más en elementos imprescindibles en el día a día de las empresas, las instituciones y los ciudadanos. Sin embargo, aún queda mucho por recorrer hasta lograr explotar toda su potencialidad económica.

Un mayor uso de las tecnologías digitales podría impulsar la productividad de las 10 economías más importantes del mundo y aportar 1,36 billones de dólares (1,25 billones de euros) a su PIB en 2020, según un estudio realizado por Accenture.

Este informe analiza de manera exhaustiva la densidad digital –el grado de penetración de las tecnologías digitales en el tejido económico y empresarial– de 17 países, economías líderes. España aparece en el puesto número 11 de la clasificación. Un notable que podría transformarse en un sobresaliente. O, incluso en una matrícula de honor.

“Aunque no es una mala posición también es cierto que nuestro país cuenta con un gran potencial”, señala Alberto Zamora, managing director de Accenture Strategy. Para ser capaces de aprovecharlo, este experto defiende la necesidad de tomar medidas tanto el ámbito escolar como en materia de regulación.

Entre sus propuestas aparecen: la consolidación de la conexión a internet en las centros escolares; la mejora de las infraestructuras de las comunicaciones; la ampliación del mercado del comercio electrónico; una mayor y mejor inversión en I+D; un mejor acceso al capital; y la simplificación de la legislación para fomentar el emprendimiento.

Si se amplía el uso de las tecnologías digitales, estas podrían incrementar el PIB español en 2020 en 31.000 millones de dólares (28.557 millones de euros). “El aumento de nuestra densidad digital también conllevaría que importantes empresas internacionales ubicasen en España algunos procesos u operaciones con el consiguiente impacto en el empleo, el conocimiento compartido y el talento nacional”, explica Zamora.

Esta carrera hacia la excelencia digital y la atracción de empresas extranjeras es liderada por los Países Bajos al contar con la mayor densidad digital de los 17 países abordados. Le siguen Estados Unidos, Suecia, Corea del Sur, Reino Unido y Finlandia.

Para obtener esta clasificación, Accenture ha empleado en el cálculo de su índice de densidad digital más de 50 indicadores, que van desde el volumen de operaciones realizadas en internet, el uso de tecnologías cloud o de otro tipo para optimizar procesos o el nivel de conocimientos tecnológicos en una empresa hasta la adopción de nuevos modelos de negocios digitales en la economía.

“Ser competitivo en el mundo digital significa aplicar nuevas tecnologías en campos muy diferentes. La adopción de tecnologías digitales no puede limitarse a un puñado de iniciativas de corto alcance, por bienintencionadas que sean. Exige un amplio programa de actuaciones interrelacionadas por parte de Gobiernos y empresas”, plantea Bruno Berthon, managing director de estrategia digital de Accenture Strategy.

La apuesta, según esta consultora, es crucial, ya que una mejora de 10 puntos en la densidad digital (en una escala de 0 a 100) a lo largo de cinco años se traduce en un aumento anual en la tasa de crecimiento del PIB de 0,25% en economías avanzadas y 0,5% en economías emergentes

Ocho recomendaciones para mejorar la nota

Estas son las ocho intervenciones que, según la consultora de gestión, servicios tecnológicos y outsourcing, España tendría que poner en práctica de manera combinada para aumentar su densidad digital:

Internet para todos. 

El acceso de los españoles a internet se encuentra por detrás de la media europea. Es necesario que este aumente desde el 77% actual y que mejore la calidad de acceso en el ámbito escolar si se quieren alcanzar los estándares europeos.

Expandir el mercado online.

Solo el 3,15 de las ventas minoristas que se realizan se llevan a cabo en internet. España se posiciona así 2,25 puntos porcentuales por debajo de la media europea.

Conexiones móviles.

Las empresas españolas deberían de aprender, según Accenture, de sus homólogas europeas para incrementar la calidad de sus conexiones móviles con los consumidores.

Mayor inversión en I+D.

España ha de aumentar sus bajos niveles de gasto en I+D en tecnologías digitales, detectados en el estudio.

Más telecomunicaciones.

La inversión española en telecomunicaciones es de 120 euros anuales por población en edad de trabajar. Acercarse a la media internacional del estudio (184 euros) elevaría la puntuación de España.

Capitales digitales.

La toma española de plataformas digitales para acceder al capital aparece a la zaga de otras economías avanzadas.

Cerrar la brecha conectiva.

La instalación de infraestructuras de comunicación en España es más lenta y menor que el promedio de las economías avanzadas. El aumento de la velocidad de banda ancha fija y banda ancha internacional, a niveles franceses, colocaría a España en el tercio superior del estudio.

Mayor espíritu empresarial.

La nota española en cuanto a la carga regulatoria que enfrentan los nuevos negocios es la tercera peor del estudio. Una mejora en este frente podría fomentar una mayor participación de los empresarios .

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