¿Cómo hacer frente a un gasto inesperado?
Una avería en el coche, una urgencia en el dentista, un viaje obligado que no teníamos planificado… todas las familias se encuentran con algún gasto imprevisto a lo largo del año pero la mitad de ellos no tienen forma de hacerlos frente de forma directa. El resultado es que se multiplican los problemas financieros y los gastos para todas estas familias, desde descubiertos hasta minicréditos. Pero ante esto, lo ideal es buscar fórmulas que lleven a no incurrir en ningún gasto adicional o hacerlo de la forma mínima posible.
Las formas más eficaces son las relacionadas con la prevención, ya sea más directa o dirigida a un riesgo específico a través de un seguro, o de forma más genérica a través de un fondo de emergencia.
Seguros
No cubren todos los imprevistos ni tampoco a veces en su totalidad, pero si puede disminuir el impacto de muchos de estos gastos especialmente los importantes como los derivados de nuestro coche por accidentes de tráfico, una atención dental o averías en el hogar. A través de una póliza incurrimos a un gasto periódico para cubrir gastos que pueden o no suceder, pero que suelen ser de una cuantía que puede deteriorar en muchos casos gravemente la economía familiar.
Al tener un gasto seguro, hay que analizar muy bien las condiciones de todas las pólizas y su impacto económico. No es bueno renunciar a los seguros pero tampoco sobreprotegerse, por ello hay que comparar las coberturas y tener en cuenta los periodos de pago. Es importante igualmente hacer seguimiento de cómo se actualizan las coberturas a lo largo del tiempo.
Fondo de emergencia
Aunque busquen el mismo fin, tienen grandes diferencias con los seguros. En primer lugar cubren todo tipo de necesidad, es flexible en las aportaciones y si no se incurre en ningún imprevisto no supone ningún gasto. Por el contrario, a veces elste ahorro puede ser insuficiente para las emergencias más graves.
La cantidad necesaria depende de las circunstancias personales, tanto de los ingresos como de las personas que están a cargo de la unidad familiar y por supuesto si hay o no opciones de buscar dinero en caso de necesidad. Si esta es difícil más importante hace al fondo de emergencia.
Lo recomendable es tener al menos ahorrado entre 3 y 6 meses de gastos, entre los que se incluyen tanto gastos corrientes como los préstamos o deudas que abonemos mensualmente. Este proceso no hace falta que sea automático o rápido, si no progresivo. Hay que marcarse una cantidad dentro del presupuesto familiar como si se tratara de un gasto más y ser constante, tanto en la constitución del fondo como en la restitución del dinero que necesitamos.
Para hacerlo, los productos ideales son las cuentas remuneradas que pueden sustituirse por depósitos si éstos no tienen comisión por reembolso anticipado. Actualmente su rentabilidad no es alta, pero siempre nos ayudará a no perder dinero y a poner en valor lo que tanto cuesta ahorrar, pero que a la vez nos ayudará a superar muchos sustos.