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La cita celebra, a partir del martes, su 25 edición

Siete curiosidades del debate sobre el estado de la nación

El presidente del Gobierno en su escaño del Congreso de los Diputados.
El presidente del Gobierno en su escaño del Congreso de los Diputados.Reuters

El próximo martes empezará en el Congreso de los Diputados el debate sobre el estado de la nación, que celebra este año sus bodas de plata al cumplir su edición vigesimoquinta. Se trata de la cita parlamentaria que más expectación despierta en el año, ya que supone un termómetro de la actualidad en el que miden las fuerzas los líderes políticos del Gobierno y la oposición.

Este año, además, tiene especial atractivo al ser el último que se celebrará en esta legislatura, por lo que servirá, probablemente, como antesala de algunas promesas electorales. Además, en él se estrenarán el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, y el candidato de IU a la presidencia del Gobierno, Alberto Garzón. Ambos se batirán dialécticamente con el líder del Ejecutivo, Mariano Rajoy.

Pero, al margen de la expectación mediática que despierta el debate, hay algunas curiosidades que se desconocen de esta cita. Esta guía para seguir el debate desvela algunas de ellas

1.¿Cuál es el origen del debate? Se celebra por primera vez en 1983, a propuesta del entonces presidente del Ejecutivo, Felipe González. El líder de la oposición, que era Manuel Fraga, aceptó esta fórmula de evaluación del Gobierno.

2. ¿Cada cuánto tiempo se celebra? Habitualmente, cada año. Pero ha habido varias excepciones fundamentalmente debido a convocatorias electorales, que eran ese mismo ejercicio o acababan de celebrarse. Por este motivo, el Congreso se quedó sin debate en los siguientes años: 1986, 1990, 1993, 1996, 2000, 2004, 2008 y 2012.

3. ¿Es obligatorio? No. El Gobierno no está obligado a convocarlo, aunque ha habido varios grupos de la oposición que durante los debates para una futura reforma del reglamento han pedido que así sea, y una vez al año. Además, no existe una fecha predeterminada para el debate, la propone el Ejecutivo. En esta legislatura se ha celebrado también en febrero en las dos convocatorias anteriores.

4. ¿Cómo se organiza el debate? y ¿cuánto tiempo tienen para hablar los intervinientes? La sesión empezará el próximo martes a las 12.00 horas con el discurso de Rajoy, que tiene el tiempo que quiera para hablar. El pasado año, empleó 90 minutos para esta intervención inicial en la que hace repaso de lo hecho por el Gobierno y suele hacer también algún anuncio de otras cosas que hará próximamente.

Posteriormente, el debate se reanuda a las 16.00 horas con la intervención de los portavoces parlamentarios de la oposición en orden de mayor a menor número de escaños. Así, el primero este año será Pedro Sánchez. Aunque habitualmente cada grupo tiene 30 minutos para su intervención, este año, como novedad será 35, porque se ha unido el debate sobre el último Consejo Europeo.

5. El momento más interesante. Se produce con el cara a cara entre el presidente del Gobierno y el líder del principal grupo de la oposición. Es siempre el primer día del debate por la tarde, cuando tras la intervención, este año de Pedro Sánchez, a las 16.00 de la tarde, le responde el líder del Ejecutivo, en esta ocasión, Mariano Rajoy.

6. ¿Para qué sirve? Además de para medir la marcha de las acciones de Gobierno y someterlas al debate de la oposición, al término de las intervenciones de los grupos se abre el plazo de presentación, por parte de los grupos parlamentarios, de las denominadas propuestas de resolución. Se trata de iniciativas escritas, en las que cada partido recoge las conclusiones del debate y hace propuestas. Al estar redactadas en modo de mociones, si al final del debate se aprueban en votación, la Cámara instará al Gobierno a desarrollarlas. Si bien no son vinculantes ni tienen rango de ley. Su valor es solo político.

7. Valoración de los líderes. Otra de las cosas para las que sirve este debate es para que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) evalúe la opinión de los ciudadanos sobre lo que han dicho sus líderes parlamentarios. En concreto, el CIS trata de averiguar si la imagen de estos líderes mejora o empeora, y cómo ven los ciudadanos el conocimiento que tienen sus representantes de los problemas del país.

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