CaixaBank lanza una opa de 1.082 millones para hacerse con el luso BPI
CaixaBank lanza una opa sobre el 100% de las acciones que no posee, que representan un 55,9% del capital de BPI, que podría suponer una inversión máxima de 1.082 millones de euros. La operación, que coincide con la subasta por Novo Banco en la que BPI participa, se pagará en efectivo, por lo que el grupo español no descarta una ampliación de capital.
Cambio de estrategia. CaixaBank anunció ayer que lanzará una opa sobre el 100% de Banco Portugués de Inversiones (BPI), en el que controla el 44,1% de su capital, aunque solo tiene derechos políticos por el 20%. Esta es la primera vez que la entidad que preside Isidro Fainé opta por integrar en el grupo un banco extranjero en el que participa en su capital, ya que hasta ahora su estrategia era estar como socio.
CaixaBank explica que con esta operación el grupo rentabiliza su posición en BPI al igualar los derechos políticos a los económicos en una entidad en la que lleva 20 años como accionista de referencia, lo que permite poner en valor la inversión que tiene en Portugal. La entidad catalana ofrece 1,329 euros por título, el mínimo de acuerdo con los cálculos exigido por el supervisor portugués, en una operación por el total del capital que no controla, lo que podría suponer una inversión máxima de 1.082 millones de euros. Este precio supone una prima del 27% sobre la cotización a la que cerró BPI el lunes.
La cotización de BPI fue suspendida durante la primera hora y media de sesión, periodo tras el que registró una fuerte subida, superior al 27,04%, hasta cerrar en los 1,325 euros, muy cerca del precio ofrecido por la firma catalana, razón por la que los analistas ya hablaban ayer de una posible subida de la oferta por parte de CaixaBank.
La idea es pagar esta operación en efectivo, y aunque no necesita realizar una ampliación de capital para financiarla tampoco la descarta, ya que su objetivo es no bajar su ratio de capital fully loaded (adelantando todos los requisitos de Basilea III) del 11%. Ahora es del 11,5% y tras la incorporación de BPI (lo que sucederá a partir de junio) se quedará en el 10,4% (o incluso algo menos), aunque en el banco explican que con los beneficios del semestre es posible que se pueda compensar este recorte cuando la firma lusa se incorpore al grupo español. Esta operación, de hecho, supone un impacto en el capital de un mínimo de 80 puntos básicos y un máximo de 140.
La operación, no obstante, lleva consigo unas sinergias de 130 millones de euros a partir de 2017. Los analistas destacan estas sinergias, que se podrían incrementar si finalmente logra ganar la subasta por el también banco portugués Novo Banco, proceso en el que BPI participa junto a otros 14 bancos más, entre los que destaca Santander. De ganar esta puja, cuyo proceso finalizará también sobre junio, la fusión de BPI y Novo Banco daría lugar al mayor grupo financiero de Portugal con activos superiores a los 100.000 millones de euros.
Los analistas también consideran muy positivo el hecho de que pueda lograr un crecimiento del beneficio por acción desde el primer año. BPI es el cuarto mayor banco de Portugal en volumen de activos (42.600 millones de euros) y cuenta con participaciones relevantes en entidades financieras de Angola y Mozambique, cuyos ingresos representaron ya en 2014 la mitad de todo su producto bancario y le ayudaron a moderar sus pérdidas, que ascendieron a 161 millones de euros. El peso de Angola (su segundo accionista, Isabel dos Santos, es de este país y es considerada la mujer más rica de África), y sobre todo de su deuda, es tan alta en BPI que debe reducir o anular esta posición.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, afirmó ayer que en el banco están “abiertos a cualquier estructura accionista”, siempre que se cumplan dos condiciones: “Tener más del 50 % de BPI y que los estatutos sean desbloqueados”, es decir, que se elimine el límite al derecho de voto de los accionistas ahora fijado en el 20%, lo que perjudica al grupo español, cuya posición accionarial es más del doble que la de Dos Santos (tiene el 18,4%). Para modificar este punto es necesario el voto favorable del 75% del capital asistente a la junta de accionistas que se convocará a tal efecto. La intención de CaixaBank es “mantener a BPI en Bolsa” y como “parte integrante del grupo, pero con identidad propia”, explicó Gortázar.
Otras claves de la operación
Dividendo
CaixaBank anunció ayer también un cambio en su política de remuneración al accionista. Combinará la opción de elegir entre acciones o efectivo con algunos pagos íntegramente en efectivo. La primera muestra de este cambio en su política de remuneración se verá ya en el último pago correspondiente a 2014, que se abonará solo en efectivo y se pagará en junio. CaixaBank asegura que inicia así un cambio en su política de remuneración, de forma que se combinará la opción de elegir entre acciones o efectivo con pagos íntegramente en efectivo. En 2016 aumentarán los pagos íntegramente en efectivo.
Su sexta compra
CaixaBank espera cerrar la operación en el segundo trimestre de 2015. Esta compra sería su sexta adquisición desde 2010. Ha absorbido en este periodo a Caixa Girona, Bankpyme, Banca Cívica, Banco de Valencia y el negocio de Barclays en España.
Gobierno luso
“La opa significa interés, interés en una empresa (...) creíble y competente. Si la oferta es del interés de los accionistas, es competencia de los accionistas definirlo. Creo que el Gobierno no debe hacer cualquier tipo de pronunciación sobre este tema”, señaló ayer el ministro de Economía, António Pires de Lima en Madrid, en declaraciones recogidas por la cadena de televisión pública RTP.
Riesgo en deuda
Desde 2010, BPI combina años de beneficios con años de pérdidas y en 2014 acabó en números rojos, con pérdidas de 161 millones de euros. Durante la crisis se vio afectado por su exposición a deuda griega, irlandesa, italiana y portuguesa, lo que le llevó a reducir estas inversiones.