Compras con compromiso social en las empresas
El derrumbe del edificio Rana Plaza en Dacca (Bangladés) en 2013, que albergaba factorías textiles de marcas occidentales y que se saldó con más de 1.100 muertos, ha supuesto un punto de inflexión en el control de la cadena de suministro de las empresas, con una exigencia de garantías que antes no se daba.
En ese control de los proveedores desempeñan un papel principal los departamentos de compras, un área estratégica que “de media pueden llegar a gestionar el 75% de los gastos de la empresa. Con lo cual gestionar adecuadamente a los proveedores es fundamental a la hora de gestionar la responsabilidad de las empresas. Y no solo por el volumen de gasto, sino también por el potencial en cuanto a riesgo de reputación”, señala Paloma Lemonche, vocal y coordinadora de RSC de Aerce (Asociación Española de Profesionales de Compras, Contratación y Aprovisionamientos).
La forma de gestionarlo es, apunta Lemonche, integrando los valores de RSC en los procesos habituales. Así, en el diálogo con los proveedores, el gestor de compras ha de integrar los requisitos necesarios para poder controlar el riesgo: además de los certificados de calidad o solvencia, a los proveedores se les están pidiendo ahora garantías de respeto a los derechos humanos, de cuidado del medio ambiente y temas de relaciones laborales o de ética.
“El diálogo con los responsables de RSC no fluye ahora mismo”, lamenta Paloma Lemonche
El siguiente paso es crear códigos de conducta específicos para proveedores, que pueden firmarse por separado o estar incluidos en las condiciones generales de contratación. “La comunicación con el proveedor debe ser primero transmitir los valores que defiende la empresa, sobre todo si hablamos de empresas grandes, empresas marca, que sepa que intentas trabajar con una empresa que tiene unos principios”, afirma la coordinadora de RSC de Aerco.
Soluciones de compromiso
La solución, propone Lemonche, es ir modificando poco a poco el sistema. “No se puede decir lo corto y lo cambio, hay que evolucionar. Son soluciones de compromiso, de diálogo entre las empresas clientes, el Gobierno local, los fabricantes locales, los sindicatos, etcétera”, señala.
De esta forma, el área de compras puede convertirse en un motor de cambio social, impulsando una corriente transformadora de los hábitos de RSC en el tejido empresarial. “Si cada uno exige a sus proveedores unos determinados requisitos, el cumplimiento de principios éticos, sociales, ambientales… Y estos, a su vez, a sus propios proveedores, se produce un efecto multiplicador”, asegura.
“Sin embargo, el departamento de compras es el gran desconocido”, lamenta Lemonche. Cada vez más empresas cuentan con un área de RSC, aunque son pocas todavía las que han logrado integrar estos criterios en la cadena de suministro. “El diálogo con los responsables de RSC no fluye ahora mismo. El director de compras es una persona muy presionada por el director general y por el director financiero para cumplir unos requisitos de ahorro muy estrictos. Ahora estamos trabajando para que esa falta de comunicación se vaya aclarando”, reconoce.
Ese diálogo empieza a fluir en las empresas que han incorporado comités de RSC, que cuentan con el apoyo directo del CEO y en el que están representadas las áreas principales. “El responsable del departamento de compras es el que entiende ambos mundos y el que tiene que hacer ver qué es lo que está pasando”, apostilla Lemonche.
Escuela profesional
Aerce se creó como una asociación dirigida al profesional de compras. Lo que hace es facilitar información: se generan índices de precios de las compras, se crean grupos de trabajo para elaborar estudios asociados a las compras, etc. Pero la parte más importante es, para Paloma Lemonche, la escuela. “Tiene cursos de todos los aspectos relacionados con la función de compras y, obviamente, también de RSC y ética en las compras, hay una bolsa de trabajo…”. La asociación también elabora guías técnicas, que se generan en grupos de trabajo, “donde compradores en activo contribuyen a crearlas para que sean útiles para otros”.