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El beneficio asciende a 620 millones de euros

Caixabank gana un 26% más con menos dotaciones y más fondos

Isidro Fainé y Gonzalo Gortazár en la rueda de prensa de resultados 2014.
Isidro Fainé y Gonzalo Gortazár en la rueda de prensa de resultados 2014.
Juande Portillo

El foco ha pasado de la solvencia y la calidad de los activos, en los que también seguimos centrados, a conseguir una rentabilidad sostenible”, avanzaba el viernes el presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, en la presentación de resultados anuales del grupo. Este cerró 2014 con un beneficio de 620 millones de euros, que supone un incremento del 23,2% frente a las cuentas originales de 2013, reformuladas ahora para asumir un impacto neto de 186 millones de euros de la derrama extraordinaria del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que elevaría el avance de un año a otro hasta el 96,3%. Unos resultados positivos que CaixaBank achaca a la progresiva recuperación de la economía, la mayor confianza de los consumidores y la mejora del negocio, pero que se saldan con una discreta tasa de rentabilidad (Rote o retorno sobre capital tangible) del 3,4%, que sus responsables esperan elevar con el nuevo plan de negocio que presentarán el 3 de marzo en Londres.

 De momento, lo que más aire da a las cuentas es la progresiva relajación del volumen de dotaciones por deterioro de activos, que se rebaja un 40,5% hasta los 2.579 millones. Del lado comercial, y en un entorno de tipos bajos que se espera prolongado en que los depósitos han perdido atractivo, la entidad se ha centrado –“con mucho dolor por la gente mayor a la que sin riesgo el dinero no le renta” adujo Fainé– en la comercialización de productos fuera de balance como fondos de inversión (suben un 34,1%) y planes de pensiones (un 18,7% más) o seguros (un 4,7% al alza), mientras el ahorro a plazo cede un 10,5% y solo los depósitos a la vista suman un 16,3% más. De hecho, la entidad superó este viernes a Banco Santander, tras elevarse por encima de BBVA hace unos meses, y se convirtió en la primera gestora de fondos de España. El mix le permitió lograr en 2014 un alza de comisiones del 3,7% pese a la caída del 4,4% en las del negocio bancario por los límites impuestos sobre las tarjetas.

La gran asignatura pendiente, no obstante, sigue siendo el crédito cuyo saldo anual cae un 4,8%. Fainé defendió, no obstante, que la media del sector cedió un 6,3% y confió en que las condiciones sigan flexibilizandose gracias a la política expansiva y la supervisión única del Banco Central Europeo. Excluyendo las carteras de promotor, el saldo de crédito “sano” cede solo un 1,7% y el consejero delegado del grupo, Gonzalo Gortázar, no descartó que esta partida acabe en equilibrio o incluso al alza al cierre de 2015. “En ese contexto, el sector español inaugura una nueva etapa que se refleja en el crecimiento del crédito”, prosiguió Fainé, detallando que la concesión de nuevos préstamos de CaixaBank ha crecido un 26% en el último año, con subidas del 30% en hipotecas o del 19% en el consumo y, ante todo, del 48% en el crédito a empresas. En este segmento ha sido especialmente relevante su apuesta por la captación de pymes, en el que centenares de trabajadores han salido a la calle armados con dispositivos electrónicos logrando captar 257.000 nuevos clientes (un 61% más que en 2013). Ambas tendencias derivan en una reducción del ratio créditos sobre depósitos del 109,9% al 104%, detallan desde el banco avanzando que no esperan reducirlo mucho más pues están cómodos en la horquilla que va del 100% al 110%. Entre tanto, la entidad trabaja ya con el 27% de los clientes de banca, tiene el 15% de cuota en créditos y depósitos y ha captado 600.000 nuevas nóminas.

Sobre la losa inmobiliaria que aún pesa en su balance, Fainé apuntó que ha llegado el momento de la estabilización de los precios del ladrillo, con revalorizaciones en estas zonas, y que la entidad comercializó 23.400 inmuebles propios en 2014, entre ventas, que le reportaron 1.380 millones (un 28% más) y alquileres, por 1.132 millones (un 15% más), y aún por encima contando los inmuebles de promotores que financian.

Fainé apostó porque las cuatro citas electorales del año no paralizarán un país en auge –“confío en los políticos”, dijo– y reivindicó que CaixaBank ha contribuido con 3.530 millones en la reestructuraciónd e la banca, principalmente en aportaciones al FGD o Sareb y la compra de entidades. Sobre la posibilidad de reclamar los 100 millones invertidos por el grupo en la salida a Bolsa de Bankia, que según el informe pericial no ofreció una información “fiel a la realidad”, Fainé se distanció del presidente de Sabadell, que un día antes defendió que los inversores institucionales no tienen espacio para reclamar, y declaró que el asunto está judicializado y que CaixaBank esperará para dar su opinión.

Elevará un 7% su cartera crediticia con Barclays

La adquisición de Barclays por 800 millones, que computará este trimestre, aportará 550.000 clientes más a CaixaBank –un tercio de ellos de banca privada– y elevará un 7% su saldo de crédito. Asumiendo un ajuste para evitar que haya “dos servicios centrales”, Fainé dijo ser un “amante de la red porque estás cerca de las personas”, por lo que, sin renunciar a los nuevos canales, no parece dispuesto a cerrar gran número de oficinas. Absorber Barclays reducirá en 70 puntos básicos el ratio de capital del 12,3% (en términos de los requerimientos fijados para 2019) con que CaixaBAnk cerró 2014. Un grado de solvencia que le evita las limitaciones impuestas por el BCE al pago de dividendo pero que no alterará su “lógica política de prudencia” habitual.

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