Las emisiones de deuda corporativa alzan el vuelo
Las sonrisas han vuelto al sector de los bonos. Todos los expertos consultados resaltan el espectacular crecimiento de las colocaciones y coinciden en que las condiciones de liquidez han sido excepcionales, lo que junto a las expectativas de reducción de tipos, han hecho que los inversores buscasen todo tipo de activos.
“Entre 2013 y 2014 quizás hemos visto el mayor incremento de nuevos emisores en el mercado que podíamos esperar tras la crisis de financiación bancaria de los años anteriores”, aseguran en HSBC Bank. Así, según apunta Juan de la Brena, director de mercado de capitales y tesoro de Deutsche Bank España, “2014 ha estado marcado por un crecimiento interesante de las emisiones españolas (7%), concretamente de los sectores financiero (8%) y público (29%), que han compensado los sectores corporativos no financieros”.
En los dos últimos años, con los tipos de interés en mínimos históricos, “los bonos han ofrecido a las compañías financiación a mayor plazo, sin amortización, y a un coste fijo muy atractivo, incluso por debajo del coste del crédito bancario”, afirma Alberto Viarengo, director de originación de mercado de capitales de RBS para el sur de Europa.
Detrás de estos buenos crecimientos está también, en opinión de Jorge de Sedano, jefe de banca corporativa de Commerzbank AG, “el importante volumen de amortizaciones producidas en 2014. Estas se correspondían a títulos de 2009, cuando hubo un volumen récord y en su mayoría a cinco años”. De Sedano no descarta “incluso un aumento de las colocaciones en España, toda vez que los emisores continúan en su afán de reducir la dependencia de la financiación bancaria”.
“Varias entidades financieras
replicarán este año el bono social del ICO”, dice Pablo Lladó, director de mercado de capitales de Crédit Agricole
Fernando García, responsable de mercado de capitales de Société Générale, también es optimista y cree que “el segmento de high yield debería seguir con unos volúmenes de actividad muy relevantes, en la medida en que el contexto de tipos bajos convierte el mercado de bonos en una alternativa muy interesante”.
De cara a 2015, Eugenio Tubio, director de mercado de capitales de CaixaBank considera que “por activos, las cédulas en España seguirán activas, pero lejos de los niveles previos a la crisis, haciendo frente a vencimientos. En titulizaciones, la actividad en Europa está abierta para automóviles y consumo y selectivamente en residencial”. En Bankia, no esperan gran actividad en el sector financiero pero sí dinamismo en construcción, infraestructuras, utilities y automoción, “que seguirán el ritmo de crecimiento y de la actividad macro”. Por contra, “dejaremos de ver probablemente las autonomías, una vez se confirme la adhesión al nuevo sistema de financiación por el Estado”.
“Se reducirán los bonos corporativos, se mantendrán los financieros y subirán los soberanos”, señala Eugenio Tubío, director de mercado de capitales de CaixaBank
Para Barclays, el sector público español parece que tendrá un espacio menor en los mercados de capitales, “ya que el decreto-ley sobre medidas de sostenibilidad financiera de las comunidades autónomas y las entidades locales también tendrá impacto sobre su volumen de financiación en el mercado de capitales”. José Muro-Lara, responsable de cobertura de clientes de ING CB, pronostica que “en el sector bancario prevemos que las emisiones subordinadas y de capital serán las que tendrán una subida más significativa a causa de los requisitos de capital de Basilea III”. Pablo Lladó, director de mercado de capitales de Crédit Agricole, opina que “muchos emisores financieros y del sector público lanzarán bonos sociales y sostenibles”.
Por activos, Álvaro Bergasa, director de mercado de capitales de Banca March, menciona como producto estrella los programas de pagarés, “que han permitido a compañías con capacidades suficientes optimizar sus costes de financiación y, al mismo tiempo, diversificar sus fuentes de liquidez”. Pedro Dolz Tomey, jefe de gestión de riesgo de mercado de Ibercaja, espera que las titulizaciones continuarán bajo mínimos, ya que la abundancia de liquidez y el coste superior de estas emisiones respecto a las cédulas hipotecarias “no hace prever grandes volúmenes”.
En Natixis concluyen que “la normalización de las condiciones de mercado sí hará que volvamos a ver cada uno de estos instrumentos con los vencimientos de antes de la crisis, con la deuda sénior financiándose a plazos medios y las cédulas siendo preferidas para plazos más largos”.