El Ibex corrige tras ocho días al alza y pierde los 10.600
Al noveno día, el mercado descansó. Tras ocho sesiones consecutivas de subidas hoy los inversores han optado por la toma de beneficios. La incertidumbre por el cambio en el Gobierno de Grecia se focaliza un día más en el mercado heleno, con su Bolsa dejándose un 3,69% y el interés de su deuda disparándose. En el Ibex, los números rojos han dominado de comienzo a fin una sesión marcada por la resaca de las elecciones griegas, el errante comportamiento de la Bolsa estadounidense (el Dow Jones cerró con una caída del 1,6% y el S&P 500 cedió un 1,3%) por unos débiles datos de actividad y varios resultados empresariales a ambos lados del Atlántico. El selectivo español se deja un 0,91% hasta los 10.598,9 puntos, caída similar a la del resto de parqués europeos y justificada más por el agotamiento de la última racha alcista que por un aumento significativo de la tensión.
Grecia es harina de otro costal. El principal indicador de la Bolsa helena, el Ase, desciende hoy un 3,68% tras caer ayer otro 3,2%. Los bancos griegos se llevan la peor parte. Eurobank cae un 12%; National Bank of Greece, un 12%; Piraeus Bank, un 11,8%; Attica Bank, un 10% y Attica Bank, un 6,67%. La banca griega contiene la respiración por las negociaciones que se abrirán entre el nuevo Gobierno del país y la troika de acreedores. El rescate al país expirará, si no hay acuerdo, el 28 de febrero y como recuerdan desde Citi a partir de entonces las entidades financieras dejarían de poder usar los bonos estatales griegos como colateral en sus peticiones de liquidez al BCE.
“Grecia necesita a sus bancos como compradores de último recurso para sus letras y los bancos griegos necesitan la liquidez del BCE para comprarlos. El acceso al ELA (fondo de liquidez de emergencia) de las entidades financieras griegas está en el corazón del problema”, explican desde BNP Paribas. Según los datos recogidos por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) en su último examen a la calidad de los activos de los mayores bancos del continente, Eurobank tenía a cierre de 2013 en su balance 4.425 millones de euros en deuda pública de Grecia; National Bank of Greece, 10.282 millones; Piraeus Bank, 2.050 millones y Alpha Bank, 4.224 millones.
Además, la agencia de calificación de riesgos Moody’s estima que los depósitos de los bancos griegos han caído un 5% desde noviembre en una nota emitida hoy en la que afirma que el resultado electoral es negativo para el país heleno. Por si todo esto fuera poco, en el programa electoral de Syriza se incluye la propuesta de mantener la participación estatal en los bancos privados que recibieron ayuda pública.
El propósito del nuevo Gobierno griego de negociar una reestructuración de la deuda soberana del país está provocando ventas masivas de bonos helenos en el mercado secundario de deuda, por la incertidumbre que atenaza a los inversores. El interés del bono a tres años se dispara hasta el 14%, mientras que la deuda con vencimiento a una década ve incrementarse su rentabilidad hasta el 9,45%, lo que lleva la prima de riesgo helena hasta los 908 puntos básicos.
De la negociación del Gobierno liderado por Alexis Tsipras con Bruselas dependerá que el BCE compre o no deuda pública griega a partir de julio, pues para ello es necesario que el país esté bajo algún tipo de rescate. Según estiman los expertos de Morgan Stanley, en base al peso de Grecia en el capital del BCE y estimando que de los 60.000 millones de euros mensuales del programa de compra de deuda el organismo público destinará 40.000 a bonos soberanos, cada mes la máxima autoridad europea podría adquirir 900 millones de euros de bonos helenos.
De momento, el contagio al resto de países de la periferia europea sigue muy contenido. Así, la rentabilidad de la deuda española a diez años avanza, pero solo ligeramente, hasta el 1,39%, con la prima de riesgo en los 101 puntos básicos. Esta ausencia de contagio de cambio de Gobierno en Grecia a la deuda española se ha reflejado en la exitosa subasta del Tesoro en la que el organismo público ha colocado hoy 2.561 millones de euros deuda a corto plazo a intereses próximos a cero. Tampoco el euro se resiente por el vuelco electoral en Grecia. Más bien al contrario, la moneda única se aprecia hoy hasta los 1,13 dólares.
Al margen de Grecia, hoy ha sido un día de toma de beneficios en los mercados europeos y también en Estados Unidos. Algunos resultados empresariales decepcionantes como el de la alemana Siemens o las estadounidense Microsoft (que cae un 8% en Bolsa), Procter & Gamble o Visa pesan en el ánimo de los inversores. Tampoco ha ayudado la apertura claramente bajista de Wall Street, donde ha disgustado la caída del 3,4% de los pedidos de bienes duraderos de Estados Unidos en diciembre. Aunque el mal dato se ha visto luego compensado por el alza en el índice de confianza del consumidor, las caídas de varios pesos pesados de la Bolsa estadounidense por los avisos de varias compañías del daño a sus resultados de la apreciación del dólar provocan descensos cercanos al 2%.
Entre preocupaciones crecientes por el impacto sobre las cuentas de las grandes multinacionales estadounidenses de la fortaleza del dólar, hoy ha empezado una reunión de dos días del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés). Está por ver si Janet Yellen, presidenta del banco central estadounidense, lanza mañana algún mensaje sobre esta cuestión por la que empiezan a resentirse las empresas de EE UU con un perfil más exportador. El mercado espera que la Fed no suba los tipos de interés antes de la segunda mitad de este año. La apreciación del dólar o el impacto de la caída del petróleo sobre el crecimiento estadounidense serán algunos de los aspectos que seguirá de cerca la Fed.
El barril de petróleo Brent avanza hoy ligeramente hasta los 48,4 dólares.