Wikileaks estudia demandar a Google por entregar información a EE UU
El equipo jurídico del portal Wikileaks, liderado por el exjuez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón, está estudiando emprender acciones legales contra Google por haber entregado a las autoridades estadounidenses información digital de periodistas de la web.
Así lo anunció hoy el propio jurista en una rueda de prensa en Ginebra, donde expuso la situación personal y jurídica en la que se encuentra el fundador de Wikileaks, Julian Assange, y todas las personas que trabajan en el portal responsable de la filtración de miles de documentos secretos de EEUU.
Garzón explicó que el pasado 23 de diciembre supieron que Google había transmitido a las autoridades estadounidenses toda la información digital con la que contaban de tres periodistas, los británicos Sarah Harrison y Joseph Farrell, y el islandés Kristinn Hrafnsson.
“La obtención de esa información es totalmente arbitraria e ilícita, la obtención ilegal de estos documentos puede impugnar todo el procedimiento”, afirmó Garzón, quien recordó que lo mínimo que Google habría debido hacer era informar a los periodistas de que las autoridades estadounidenses requerían dicha información.
Se transmitió toda la información digital con la que contaban tres periodistas, los británicos Sarah Harrison y Joseph Farrell, y el islandés Kristinn Hrafnsson
“La generalidad con la que se han pedido todos los documentos es inaceptable y contradice la propia cuarta enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Google tenía que haberse opuesto a esa reclamación exorbitante. Una vez que hayamos comprobado que no se opuso, podríamos emprender acciones legales contra Google y contra el fiscal que lo pidió”, explicó.
El exjuez agregó que aún no sabe si esas acciones legales serían penales o civiles, “pero lo que está claro es que ha habido un claro perjuicio tanto para los periodistas como para terceras personas que nada tienen que ver con el proceso”.
En relación al destino del propio Julian Assange, refugiado en la embajada ecuatoriana de Londres desde junio de 2012 y acusado de cuatro delitos sexuales contra dos mujeres, que él niega, su abogada, Melinda Taylor, recordó que ha pasado más tiempo confinado en esa legación que el que habría pasado en prisión en caso de ser juzgado y condenado por esos delitos.
“Han pasado cuatro años y no hay un solo cargo contra Assange, que por cierto, siempre ha estado a disposición de la Justicia sueca para aclarar lo que se le acusa. Lo que no entendemos es por qué hasta ahora el interrogatorio no se ha hecho en la propia embajada como se hace en el 100 por 100 de los casos de cooperación internacional”, cuestionó Garzón.
Garzón sostuvo que Assange está sometido a peores condiciones de vida que un reo regular, dado que no tiene derecho a salir al exterior ni ir al hospital por el riesgo de ser detenido por las autoridades británicas.
“Es inaudito que, en el siglo XXI, no se respete el derecho al asilo. No se le puede pedir a una persona que renuncie a sus derechos fundamentales como es el derecho al asilo político”, agregó.
Assange fue detenido en Londres en diciembre de 2010 y entonces comenzó un largo proceso judicial en el Reino Unido, que culminó cuando el Supremo rechazó hace dos años su último recurso y autorizó su entrega a Suecia.
Se refugió en la embajada a sabiendas de que Gran Bretaña lo extraditaría a Suecia y por miedo a que las autoridades suecas lo entregaran a Estados Unidos, “donde sería sometido a un juicio injusto y a eventuales malos tratos, como Chelsie Manning”, afirmó Taylor, en referencia a la soldado que entregó a Wikileaks los documentos clasificados.