Elixires de más de 200 años hacen Hennessy
La marca de moda en los clubes de EE UU y Asia elabora joyas de más de 2.600 euros. Paradis Imperial y Richard Hennessy, sus botellas de coñac más exclusivas
El hechicero Yann Fillioux se encamina a la cripta sagrada donde se guardan aguardientes en barricas y botellas con más de dos siglos de antigüedad. Allí presta atención a uno de los tesoros de la colección: el elixir que encargó María Feodorovna en el 42 cumpleaños de su hijo el zar Alejandro I. Fillioux decide que ese preciado líquido sea la base de un nuevo y más prestigioso coñac: el Hennessy Paradis Imperial.
Cada mañana a las 11 horas, este alquimista se reúne con su equipo de catadores en la maison Hennessy junto al río Charante, en la atlántica región de Cognac. Fillioux ha heredado su profesión. Es la séptima generación encargada de elaborar los brandis, a base de mezclas secretas entre antiquísimos aguardientes y las nuevas cosechas.
La historia de esta bodega, perteneciente al conglomerado del lujo LVMH (Louis Vuitton-Moët Hennessy), está marcada por dos sagas de apellidos. El mercenario irlandés Richard Hennessy recibió del rey Luis XV un terreno en Cognac como pago a sus servicios. Allí abrió una bodega en 1765 y encomienda a Jean Fillioux –el primero de los alquimistas– que se encargara de la elaboración del destilado.
En aquella región había nacido esta bebida, de un doble destilado de la uva blanca St. Emilion, como un experimento de marineros británicos y holandeses. Los vinos blancos envejecidos se destilan en los alambiques bouilleurs-charentais, una tradición que continúa, y pasan a barricas de roble, donde permanecen un mínimo de 24 meses y pueden estar hasta 50 años en el caso de los que llevan la etiqueta XO (extra old).
Un conglomerado que va desde la moda a Dom Perignon
Hennessy dejó de ser independiente en 1971 y en 1987 conformó el grupo LVMH tras la fusión con Louis Vuitton. Solo un año más tarde, el grupo cayó bajo el control del financiero francés Bernard Arnault, que previamente había adquirido la firma Christian Dior. El conglomerado actualmente es el más importante del mundo del lujo, junto a su rival Kering (antiguo PPR) de François Pinault.
LVMH facturó 29.149 millones de euros en 2013, unos ingresos que no han parado de aumentar, con unos beneficios de 6.021 millones.
La división de vinos y licores, presidida por Christophe Navarre (proveniente de Hennessy) cuenta con más de una decena de prestigiosas marcas como los champanes Dom Perignon, Moët & Chandon, Krug y Mercier, además de la propia Hennessy. El grupo comercializó 56,8 millones de botellas de champán y 69,1 millones de coñac. Su principal mercado es EE UU, seguido de Asia y Europa.
Actualmente, Gilles Hennessy, el último eslabón de la familia, ocupa un puesto en el consejo de administración del grupo, tras haber ocupado diversos puestos directivos en la maison desde 1971.
El irlandés Hennessy destacó por su visión comercial, exportando a Inglaterra desde el comienzo y a EE UU desde 1794, además de servir el licor a los mejores salones europeos. El entonces príncipe de Gales y más tarde rey Jorge IV, en 1817 encargó a la destilería una versión very superior old pale, que daría lugar a la etiqueta VSOP que llevan muchos de los mejores coñacs. En 1818 llegó la primera petición de la zarina para la corte imperial rusa y en 1859 viajó a China.
La quinta generación, comandada por Kilian Hennessy, decidió unir la firma a la bodega Moët & Chandon, creando el grupo Moët Hennessy. 16 años después se fusionaría con Louis Vuitton, creando el primer gran conglomerado del mundo del lujo LVMH. Actualmente la bodega vende más de 40 millones de botellas al año, desde los 25 euros hasta precios estratosféricos de las ediciones limitadas.
Cada botella de Hennessy Paradis Imperial, homenaje al encargo para Alejandro I, cuesta alrededor de 1.600 euros y están numeradas. Es la mejor muestra de la exclusividad de esta marca, para los que se ha utilizado una mezcla de aguardientes del siglo XIX. Estos antiquísimos tesoros se guardan en la llamada bodega del fundador, donde Fillioux y su equipo de catadores buscan la inspiración. Como un artista, ensambla diferentes bases de licor y esa primera mezcla vuelve a reposar en barricas.
La marca cuenta con una gama básica de siete productos, desde la versión Very Special (un mínimo de 24 meses de maduración en barrica) hasta el aclamado coñac Richard Hennessy (más de 2.600 euros, con mezclas de más de 100 aguardientes de hasta 200 años), un homenaje al fundador.
Pero es común que lancen ediciones de lujo o innovaciones dirigidas a un público más joven. De hecho, estrellas de la música y raperos se rinden a esta marca en los reservados de las discotecas más prestigiosas de EE UU, haciendo desaparecer la imagen del gentleman saboreando el coñac en el tranquilo salón de casa. Ahora miles de dólares en esos prestigiosos clubs vuelan para pagar las botellas mas trendy.
“Hennessy disfrutó de un equilibrado avance geográfico en sus ventas, y un momento particularmente fuerte en EE UU”, señaló Christophe Navarre, presidente de la división de vinos y licores de LVMH, en la memoria anual de 2013 del gigante del lujo. Destacó también el buen momento de su destilado Classivm en China “como un gran hit de la vida nocturna”. El mayor crecimiento proviene EE UU, que continúa siendo el mayor mercado, Asia y el Este de Europa, especialmente Rusia.
Cronología
1765. Richard Hennessy, un militar irlandés al servicio del monarca francés Luis XV, recibe unos terrenos en la comarca de Cognac. Allí abre una bodega de la bebida que comenzaba a ser popular, un doble destilado de vino blanco que reposaba en barrica. Ese mismo año empieza con la exportación de sus licores a Inglaterra.
1794. El emprendedor irlandés comienza a exportar su brandy a EE UU.
1800. Fallece Richard Hennessy. Le sucede su hijo Jacques, que también se convierte en político.
1818. Primer pedido de la corte rusa, que da origen al mítico Imperial.
1859. El escudo de armas de la familia, un brazo armado, se convierte en la imagen.
1859. Primer envío de un cargamento de coñac a China.
1865. Maurice Hennessy hace una clasificación de los coñacs según el envejecimiento, y comenzó a usarse en toda la industria de la región.
1870. Presentación del XO (extra old) original, una versión que actualmente sigue comercializándose.
1949. El aventurero Paul-Emilie Victor lleva tres botellas de la marca a su expedición al Ártico.
1979. Maurice Fillioux elabora el Hennessy Paradis, con mezcla de aguardientes de dos siglos de antigüedad.
1987. Se fusiona con Louis Vuitton y surge el grupo LVMH.
1996. Botellas Richard Henessy, mezcla de 100 licores.
2011. Nace la edición limitada de Paradis Imperial.