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La gran banca y Sareb edifican en el suelo que tienen en balance

El banco se mete a promotor: 5.000 viviendas en 2014

Edificio promovido por Altamira
Edificio promovido por AltamiraPablo Monge
Juande Portillo

Poco a poco, y de forma selectiva, las grúas van volviendo al panorama nacional. Ahora, eso sí, es la banca quien las pone. Tras convertirse en el principal jugador del mercado inmobiliario, esforzándose en dar salida al fortísimostock de ladrillo que absorbió al estallar la burbuja, la banca viene apostando por la promoción para dar salida también a los solares –que deben provisionar al 60%– y las obras sin concluir –que dotan al 50%– que se fue adjudicando. Mientras las empresas del sector ven reducida su financiación a niveles de 12 años atrás, solo entre tres de los mayores bancos del país y Sareb han puesto en marcha 145 promociones inmobiliarias durante 2014, transformando solares y obras sin acabar en 5.032 viviendas listas para su venta.

Una de las entidades más activas ha sido Banco Santander. Durante 2014 ha puesto en marcha 37 promociones a través de la plataforma Altamira, que ahora controla el fondo Apollo. Su actividad se ha traducido en la construcción de 1.789 nuevas viviendas.

Al cierre del tercer trimestre, BBVA había culminado ya 150 obras y tenía en marcha 160 más. En el último tramo de 2014, su inmobiliaria Anida gestionaba la construcción de 15 obras propias –solo una de las cuales se inició en el año– que se terminarán convirtiendo en 873 viviendas residenciales. En paralelo, además, la entidad ha aprobado ya la ejecución de 40 promociones más, de las que unas están por iniciar, otras a medias y otras a punto de ser concluidas.

Banco Sabadell, por su parte, había culminado 24 promociones en los tres primeros trimestres de 2014, que se transformaron en 707 viviendas, a la vez que ponía en marcha 18 obras más. Estas darán lugar, a su vez, a otros 663 inmuebles residenciales en los próximos meses. Desde la entidad destacan además que han vuelto a vender inmuebles sobre plano, lo que consideran una prueba de la progresiva mejoría del mercado y un acicate para seguir apostando por la conclusión de obras.

Finalmente, Sareb, que absorbió la carga de ladrillo de las entidades asistidas, ha puesto en marcha 51 promociones sin concluir durante el 2014, que albergan un millar de viviendas. El equipo que dirige Belén Romana ha seleccionado para ello aquellas obras que estaban ya al 80% o 90% de su conclusión y que eran susceptibles de ser comercializadas con una inversión _mínima.

En total, más de 5.000 nuevas viviendas, sin tener en cuenta que CaixaBank y Popular no facilitan los datos de sus promociones en curso –Bankia asegura que en 2014 no ha iniciado obras– mientras el crédito a la construcción caía en el tercer trimestre a 53.403 millones de euros, la cifra más baja desde 2002.

El pujante atractivo de Madrid y Barcelona

Junto al grado de desarrollo de las promociones sin concluir que se fueron adjudicando, la localización y el grado de demanda de la zona concreta son los principales factores que tienen en cuenta las entidades financieras a la hora de decidir qué obras reanudar.

Aunque la banca ha retomado promociones por casi todo el país, Madrid y Barcelona, las dos grandes capitales en las que la demanda sigue siendo pujante, son dos de las localizaciones preferentes. Desde Banco Sabadell ilustran, por ejemplo, que las 31 viviendas que pusieron a la venta en una céntrica calle de Barcelona fueron reservadas en un solo día, mientras que otra promoción de 75 viviendas en Alcalá de Henares (Madrid) estaba ya vendida al 64% solo entre julio y septiembre.

Heredero del ladrillo de CAM, Sabadell también destaca su buena fortuna al comercializar varias promociones en la playa de San Juan, en Alicante. Santander y BBVA también han apostado por Madrid y Barcelona mayoritariamente, sin perder de vista grandes regiones como Andalucía, o zonas de especial atractivo turístico y buena demanda entre extranjeros como es el caso de Baleares o Canarias. Con todo, dado el fuerte stock de adjudicaciones en el Levante, la reactivación de obras –más allá de las zonas reseñadas– destaca en el norte industrializado, como País Vasco o Navarra.

Dos años de nuevas obras en los solares del sector

La incapacidad de los promotores inmobiliarios para hacer frente al fuerte endeudamiento con el que alimentaban su constante ritmo de construcción durante los años del boom inmobiliario dio paso a una oleada de adjudicaciones de viviendas vacías por parte de la banca que les financiaba, pero también de las propias obras que estaban en curso y las empresas no eran capaces ya de culminar en un mercado en que la demanda caía y los precios se derrumbaban.

Durante mucho tiempo estas promociones han sido un peso muerto en los balances de las entidades, que ya tenían complicaciones para ir dando salida a los inmuebles terminados que habían heredado por la misma vía. El problema añadido de las promociones en curso es que el transcurso del tiempo deteriora el estado, y el valor, de unos inmuebles que no cuentan aún con la debida protección.

La reactivación de estas obras para su relanzamiento comercial, en aquellas zonas donde el mercado comienza a palpitar, fue la solución que banca comenzó a poner en marcha ya en 2013. Aquel año, en concreto, solo entre Santander, Bankia, Sabadell y BBVA pusieron en marcha el desarrollo de 6.300 nuevas viviendas, lo que supuso casi una cuarta parte de toda la nueva promoción del ejercicio. En 2014, la cifra vuelve a superar los 5.000 pisos.

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