¿Dónde invierto mi dinero si toca el Gordo?
El Sorteo de la Lotería de Navidad está, más que nunca, a la vuelta de la esquina, a lo largo de la mañana conoceremos los números premiados. Se trata del más importante sorteo de azar en España, con unas estimaciones más positivas para este ejercicio al calor de la incipiente recuperación económica.
Serán muchos los que pondrán sus ojos hoy en el Teatro Real de Madrid para saber donde caerán las lluvias de millones, este año de nuevo como en el 2013, 400.000 euros al décimo –antes de impuestos- para el primer premio, pero después de las celebraciones toca pensar ¿Qué hago con el premio? Veamos las diferentes alternativas, con sus pros y sus contras, para que los afortunados consigan el máximo rendimiento.
Tener en cuenta la cuantía del premio
Si somos de los afortunados que consiguen un premio de los principales debemos siempre analizar donde destinamos nuestro dinero. Desde luego las posibilidades vienen muy delimitadas por las diferencias existentes en cuantía: si jugamos un décimo, 20 euros, el importe que ganaríamos si somos agraciados con el primer premio sería de 400.000 euros, esta cifra se reduce hasta “sólo” los 125.000 euros en el caso del segundo y 50.000 en el caso del tercero pero que se reduce con el impuesto del 20% sobre premios de más de 2.500 euros, con lo que por el primer premio cobraremos 320.500 euros netos, por el segundo 100.500 euros y por el tercero 40.500 euros.
Teniendo en cuenta estas cifras debemos realizar nuestra planificación, teniendo más libertad de acción cuanto más dinero ganamos, pero en muy pocas ocasiones tendremos el dinero suficiente para “retirarnos” del trabajo, ni siquiera con un décimo del gordo.
Lo primero que tenemos que hacer es reservar una buena parte del premio en inversiones seguras, que nos permitan un buen rendimiento y no arriesgando el capital. Si además podemos disponer de este sin pérdidas, mejor que mejor, para cubrir cualquier imprevisto. La Deuda del Estado siempre ha sido una buena opción, pero este año, los descensos del precio del dinero y especialmente el buen comportamiento de la "prima de riesgo" con bajadas importantes le ha hecho perder casi todo su atractivo al reducirse la rentabilidad.
Aún así, podemos decidir por invertir en Deuda Pública pero con tipos cercanos al 0% en las Letras del Tesoro, sólo es rentable al largo plazo. Así, según las últimas subastas, por cada 100.000 euros conseguiríamos al año unas ganancias -antes del 21% de retención vigente hasta el 2014, en 2015 se reduce al 20%- de 946 euros para Bonos a 5 años, una cantidad que se eleva hasta los 1.840 euros brutos para las Obligaciones a 10 años y 2.842 euros al año si optamos por obligaciones a 15-
Con todo ello, se puede igualar el rendimiento de las Obligaciones con algunos depósitos, que especialmente para imposiciones importantes (más de 50.000 euros) nos permiten conseguir un 2,00% de interés TAE (2.000 euros al año) con plazos muchos más cortos que los 10 o 15 años de las Obligaciones.
Mayor riesgo, más rentabilidad pero mucho más tiempo
Estas cantidades pueden parecernos escasas, y por ello, podemos optar por productos de más riesgo y más rentabilidad como son las acciones o los fondos de inversión. Pero si vemos el resultado de estos en los últimos diez años, la rentabilidad incluso de las categorías más arriesgadas de Renta Variable no alcanza la de la Deuda Pública actual, y para conseguir mejores resultados, que superen ciclos malos como el que parece que estamos saliendo, hay que mantener la inversión en el Largo Plazo. En este caso, las estadísticas nos ofrecen como si invertimos en Renta Variable Europea durante 10 años hubiéramos conseguido 3.730 euros de revalorización media anual y si hubiéramos optado por una categoría más arriesgada, Renta Variable de países emergentes, se hubiera elevado hasta los 8.360 euros al año, con la ventaja de que no tributar hasta que realicemos la venta de nuestras participaciones.
El resultado en Bolsa es similar, el riesgo está en centrarse en algún valor o índice, en los últimos 15 años con el IBEX 35, incluyendo dividendos hubiéramos obtenido 7.400 euros anuales.
Oro, pasó el mejor momento
Con unos precios parecidos a los del año 2010, y muy lejos de los máximos históricos del 2011, el oro ha perdido atractivo entre los inversores. Por ello quienes quieran invertir en el más noble de los metales seguramente no conseguirán grandes beneficios en el corto plazo y sólo deben pensar en el como refugio o inversión a largo.
Eso sí, tenemos muchas opciones para adquirirlo: Comprarlo físicamente, con la desventaja del coste de custodiarlo, eliminar esta desventaja comprando certificados de depósito, invertir en empresas mineras, lo más cómodo, a través de fondos de inversión o para los más osados, comprar futuros sobre el precio de este metal que cotiza en mercados organizados.
Pensemos también en la vivienda
Es la pregunta del millón ¿Es buen momento para comprar una vivienda? ¿Subirán más los precios? La vivienda es uno de los principales De hecho, un 41% de los españoles que juegan a la Lotería de Navidad invertiría su dinero en la compra de una casa frente al 31% que lo haría en un coche. El “problema” vuelve a ser el mismo, cuál es el objetivo de esta compra. Si es usarla como propietarios o mantenerla en el largo plazo, aún tenemos buenas oportunidades por precios, si es venderla rápidamente consiguiendo un beneficio, no es tan buena opción, ya que aun hay desequilibrio entre muchos fondos o propietarios dispuestos a vender y bastantes menos compradores.
En resumen, aunque la rentabilidad pasada no garantiza la futura, lo que queda claro es que podemos jugar con un mix de inversiones, tanto en tipo como en plazo y teniendo en cuenta que en estos momentos los activos sin riesgo (Deuda Pública o Depósitos) ofrecen una rentabilidad bastante exigua. Y por supuesto, no olvidarnos de la fiscalidad, ya que por segunda vez en la historia de la Lotería de Navidad los premios mayores de 2.500 euros tendrán que tributar el 20%.