Brasil, el mercado cree que Rouseff enderezará el rumbo
La economía brasileña ha pasado en muy poco tiempo de enamorar a los inversores internacionales a provocarles importantes quebraderos de cabeza. La decepción proporcionada por Brasil en los últimos trimestres es fácilmente comparable al 7-1 endosado por la selección alemana a la canarinha en el Mundial. La perspectiva de alzas de tipos en Estados Unidos empezó a castigar al icono de los mercados emergentes a mediados de 2013 y la presión ha cristalizado en 2014. El país debe lidiar con la resaca de su fuerte crecimiento: alta deuda, presión en el mercado inmobiliario y desequilibrio exterior. Pero sigue siendo un mercado efervescente, y los inversores confían en que el nuevo ministro de Economía, Joaquim Levy –nombrado por la recientemente reelegida Dilma Rouseff– pueda enderezar el rumbo del país.
“Somos más optimistas que la media del mercado ya que vemos un equipo económico enfocado en mejorar las condiciones que como mínimo protegerán la calificación crediticia de Brasil”, explica José Cuervo, analista jefe para América Latina de Santander AM.
“Aunque la economía aún muestra síntomas preocupantes, el mercado bursátil brasileño está desafiando a las leyes económicas de la gravedad, y demostrando algunos buenos síntomas”, explica Peter Garnry, jefe de estrategia en renta variable de Saxo Bank, quien recuerda que la economía de Brasil podría crecer alrededor de un 1,5% en 2015.
Entre los segmentos del mercado que más le gustan en este grupo financiero danés destaca los bancos y otras compañías financieras, como las aseguradoras, puesto que seguirán beneficiándose del auge de las clases medias. Recientemente, el presidente de Bradesco, el mayor banco del país, recordaba en una conferencia que más del 50% de las familias que viven en favelas ya dispone de una cuenta corriente, lo que da idea de las perspectivas de bancarización de Brasil.
Desde la firma Lombard Odier se muestran especialmente cautos respecto a Brasil, pero descartan que pueda haber un “Sambarazo” [en referencia al “Tequilazo” de 1994 en México, que retumbó en todo el continente]. Y muestran su predilección por Asia, en cuanto a inversión en mercados emergentes.
“Los mercados aún no han descontado en precio las malas noticias que se han ido produciendo, así que los inversores oportunistas podrían encontrar algunas inversiones selectivas de alta rentabilidad/alto riesgo en dicho mercado, sobre todo en el espacio de renta fija”, explican.