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La constructora vuelve a niveles de negocio de 2008

N+1 Mercapital estabiliza Ossa, su apuesta antes de la crisis

La empresa busca nuevos contratos en América, Asia y los países escandinavos

Profesionales de Ossa manejan una tuneladora en Costa Rica.
Profesionales de Ossa manejan una tuneladora en Costa Rica.
Javier Fernández Magariño

Especialización, con la ejecución de obra subterránea como principal valor, y mucha internacionalización. Son las dos recetas que ha aplicado el fondo de capital riesgo N+1 Mercapital, junto a considerables dosis de paciencia, para recuperar el pulso de su constructora madrileña Ossa.

La compañía volverá en 2015 a las cifras de facturación previas a la crisis y busca su consolidación en regiones como Asia-Pacífico, Latinoamérica y el Norte de Europa.

El desembarco en Ossa, con la toma del 85% por 180 millones, fue una de las inversiones más destacadas de Mercapital en 2008. El fondo, que mantiene un 75% de las acciones, prometía crear una potencia en obra subterránea, donde los especialistas nacionales se cuentan con los dedos de una mano, pero el plan se vio truncado por el huracán de la crisis.

La estrechez de crédito acechaba ya en el momento de la inversión, pero el Gobierno mantenía pulso en la contratación de obra especialmente ferroviaria y nada hacía prever ni las dimensiones de la recesión ni la debacle de la inversión pública en España. Desde entonces, la empresa pública Adif ha seguido ejecutando líneas de AVE, pero al ralentí.

Los resultados del grupo que fue fundado en 1950 por los empresarios Pedro Figar y Miguel Larrea amenazaban con desplomarse. Tanto es así que la operación de estabilización ha durado cinco años: Ossa culminó 2008 con 185 millones de facturación, cifra que tocó los 154 millones en 2013 y que se ha conseguido soportar con negocio exterior.

Seis años atrás la empresa debía prácticamente el 100% de su cifra de negocio al mercado doméstico, cuota que habrá bajado al 20% al cierre de 2014, según señala el presidente deOssa, Carlos Puente.

“La cifra de negocio el próximo ejercicio debería volver a la cota de los 185 millones, con el 85% conseguido fuera de España. El objetivo para 2018 es llegar a los 250 millones”, avanza el primer ejecutivo de Ossa.

Se trata de poner en valor la empresa antes de dar el relevo, como suele ser habitual en la política de inversión de los fondos de capital riesgo, a un nuevo accionista. De este modo, el recorrido de N+1 Mercapital en Ossa debería prolongarse un mínimo de tres o cuatro años. “No hay prisa por salir. Debemos dar tiempo a un proyecto que ha tocado fondo”, dice Puente.

Objetivos

Esta constructora mediana acumula una cartera de negocio de 350 millones de euros (el 80% internacional), con especial peso de la actividad en Noruega, donde ejecuta contratos por 100 millones para el Ayuntamiento de Oslo y el organismo público de carreteras.

Chile es otros de sus 11 mercados, con 70 millones en cartera y presencia en las obras del metro de Santiago o contratos con la minera Codelco, en joint venture con Acciona. Brasil, Perú, Guatemala, Panamá y Costa Rica también tienen túneles con firma de Ossa.

Lo que viene ahora es el salto a México y Colombia, además del objetivo de asentarse de forma permanente en Asia. En este último continente tiene experiencia en Hong Kong y Taiwan, y se tantean oportunidades en el futuro metro de Singapur.

El presidente de Ossa afirma que la profesionalización de la dirección de la empresa, anteriormente de base familiar, ha sido una de las tareas acometidas por N+1 Mercapital. A renglón seguido se ha hecho hincapié en el citado proyecto internacional y en convertir a Ossa en contratista directo de obra civil frente al anterior papel, prácticamente exclusivo, de subcontratista. Por último, se ha logrado recortar la deuda de 120 a 80 millones y refinanciarla a cinco años vista para acomodar la estructura financiera a las exigencias de los mercados internacionales, donde los plazos para pagar a proveedores suelen ser más estrechos que en España.

La deuda neta, cercana a los 40 millones, triplica el ebitda de 13 millones previsto para este ejercicio que está a punto de finalizar.

Un ejecutivo reconocido y notable experiencia

Obras Subterráneas S. A. (Ossa) es una de las múltiples constructoras medianas que veían poco menos que un blindaje anticrisis en el plan de infraestructuras de Fomento (primero el PEIT y luego PITVI) y en el programa de Calidad de las Aguas de Medio Ambiente. Los requerimientos de control del déficit congelaron la inversión pública y la nómina de compañías caídas en desgracia es interminable.

Al frente de Ossa, donde se dice haber alcanzado la estabilidad gracias a la apuesta exterior, se puso un notable del sector de la construcción como es Carlos Puente, quien pasó por la dirección general de Ferrovial-Agromán o el puesto de consejero delegado de Isolux-Corsan.

Con especialización en túneles para ferrocarril, carreteras y minería, una de las misiones de Puente ha sido introducir la empresa allí donde la competencia internacional era menor. Sin embargo había que romper barreras: “Hemos conseguido entrar en mercados de fuerte componente local como Noruega, donde se nos impugnó una gran adjudicación del ayuntamiento de Oslo”. La llegada a Hong Kong, donde prácticamente no se ha atrevido la construcción española, también ha sido un hito para Ossa.

La compañía debe al AVE algunas de sus principales actuaciones, como el túnel de Guadarrama (Madrid) o el túnel de Pousadoiro (Pontevedra), para el eje atlántico del tren de alta velocidad.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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