La importancia de llamarse Laconicum
Distribuyen 30 marcas de cosmética, 15 de ellas en exclusiva para España La Potion Infinie (una crema hidratante y antiage), entre las más vendidas
Comenzaron hace tres años sin tener ni idea de si iban a tener un pedido o 200. Pero la intuición y varios meses de trabajo previo dieron con la clave de un negocio que, poco a poco, crema a crema, ha ido consolidándose. Al principio lo pasaron mal: todos los dominios en la web estaban cogidos y no hallaban el nombre idóneo para la idea que ellas tenían en mente: una tienda online de cosmética, con marcas casi desconocidas en el mercado español. Y fue en un viaje a Évora (Portugal), visitando unas saunas romanas, cuando las inquietas Anabel Vázquez y María Martínez escucharon el nombre de Laconicum. “Era perfecto, porque no queríamos ninguna palabra relacionada con el sector, queríamos que fuera evocador pero no tan explícito, en la línea de Idealista [el portal inmobiliario online]; queríamos que, además, se recordara”, rememora Martínez, reconocida experta del negocio de internet. Encontrar el nombre adecuado era importante, tanto como encontrar una buena localización en una tienda convencional.
El siguiente paso era diferenciarse, y ahí también lo tuvieron claro: solo despacharían a través de su tienda online productos de cosmética con una historia detrás y, por supuesto, difíciles de encontrar en España. Comenzaron aportando un capital de 3.000 euros cada una y realizaron una inversión máxima de alrededor de 10.000 euros. Al tercer mes ya habían recuperado la inversión, y esperan finalizar 2014 con una facturación de medio millón de euros, un crecimiento en el último año del 60%. Distribuyen un total de 30 marcas, tanto femeninas como masculinas, 15 de ellas en exclusiva en España, y ningún producto se escapa a la bonita literatura con la que explican su historia y, sobre todo, por qué les gusta. En Laconicum no hay engaños: jamás recomiendan una crema o un perfume que no haya sido testado y aprovechan todos sus viajes al exterior para buscar a aquellos proveedores, si son empresas pequeñas mucho mejor, que puedan agregar sensibilidad y honestidad al catálogo de productos. “A pesar de que el negocio online puede parecer distante, tenemos mucha comunicación con nuestros clientes, que, a través del chat, nos piden consejo”, señala Vázquez.
Y como les gusta comunicar casi todo, cuentan en la web que el pedido más lejano viajó a Rhodes (Australia), que han regalado hasta la fecha 4.800 kilos de muestras, que con sus champús se han lavado más de 115.800 cabezas, que su producto más caro cuesta 169 euros –la Potion Infinie (una crema hidratante y antiage, que se encuentra entre las más vendidas)– y el más barato, 9,95 euros. Entre sus productos estrella, un aceite biorregenerante de rosa mosqueta para pieles sensibles que cuesta 29 euros.
Cuando un cliente hace un pedido en Laconicum, acto seguido es informado de cómo se le está empaquetando el envío, que es gratuito y que comienza a entregarse en el mismo día, si es en Madrid, en el que se ha realizado la compra. Su apuesta por el canal online es clara: “No concebimos la idea de estar esperando a que entre por la puerta de una tienda el cliente. Por la web pasan miles de personas al día, cosa que no ocurre en las tiendas físicas”, afirma Martínez. “Con la venta online se viven dos momentos de ilusión. Uno, cuando se hace el pedido, y el otro, cuando se recibe”, apostilla Vázquez.