La oposición, salvo CiU, censura la reforma fiscal
Los partidos de la oposición en el Congreso, salvo CiU, han expresado este jueves una vez más su rechazo generalizado a la reforma fiscal, que ha superado su último trámite para poder entrar en vigor el 1 de enero, al considerar que hace el sistema tributario más “regresivo” sin resolver los problemas de ineficacia en la recaudación o fraude fiscal de los que actualmente adolece, según recoge EUropa Press.
Para el portavoz socialista de Hacienda, Pedro Saura, esta reforma es una “oportunidad perdida” para solucionar los principales problemas del sistema --la lucha contra el fraude y la ampliación de las bases imponibles--, que son los que provocan que pese a tener unos de los tipos más altos de la UE la recaudación esté entre las más bajas.
Además, ha advertido de que el “estancamiento y la desigualdad” que “caracterizan” la situación actual del país no se resolverán mediante esta reforma fiscal, sino todo lo contrario, ya que los cambios impulsados por el PP suponen un “regalo fiscal al 10% más rico del país” mientras consagran “calderilla” para las rentas medias, los trabajadores, los autónomos o las pymes.
“Es una reforma muy ideológica, electoralista y muy irresponsable, porque son 9.000 millones de euros que necesitaríamos para avanzar en el Estado del Bienestar, que en estos ha retrocedido. Y es un dinero muy necesario porque tenemos un problema de deuda y déficit importante”, ha zanjado Saura.
Montoro defiende los cambios
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha dicho que hay que respetar la decisión que toma cada comunidad autónoma sobre la reforma fiscal y ha añadido que no todas están en la misma situación en cuanto a la reducción de déficit, por lo que ha admitido que puede haber “diferencias significativas”.
En su comparecencia ante los medios en el Congreso, durante la celebración en el pleno del debate sobre los tres proyectos de ley (IRPF, IVA y Sociedades), Montoro ha subrayado que si la reforma hubiera avanzado en la financiación autonómica y local habría sido un ordenamiento conjunto de impuestos.
El ministro ha añadido que al no ser así es una reforma hecha en el ámbito de competencia de los impuestos del Estado.
Montoro ha reiterado que la reforma significa en primer lugar una subida de salarios, “porque todos los trabajadores y los funcionarios públicos mejoran su salario con la bajada del IRPF”, y en segundo lugar un impulso para las empresas, para favorecer su capacidad de competir y de invertir.
Además, ha recalcado que la reforma fiscal servirá para que el crecimiento económico sea más fuerte, lo que repercutirá en la Unión Europea (UE), y ha asegurado que también impulsará la creación de empleo.
En su opinión, 2016 será un año “diferente para todos”, con unos escenarios de crecimiento que harán también que mejore la propia financiación de las comunidades autónomas y la corrección del déficit.