Fénix saca de sus cenizas a las empresas
Los seis mayores bancos del país (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell) han puesto definitivamente en marcha el proyecto financiero Fénix, que no es otra cosa que una especie de banco malo para empresas, que recapitalizará, ajustará, reflotará y venderá sociedades altamente endeudadas, pero con posibilidades reales de viabilidad futura. Pretende facilitar el renacimiento desde sus cenizas de proyectos con altos niveles de deuda financiera, a los que los bancos consideren viables recapitalizar y evitar el concurso, por tratarse de negocios en los que existe una expectativa de recuperación razonable. Hasta ahora han entrado en la órbita del proyecto Fénix General de Alquiler de Maquinaria (GAM), Bodegas Chivite y la metalúrgica Condesa, y en los próximos meses pueden incorporarse nuevos proyectos en situación financiera similar.
El proyecto ha estado promovido por el Gobierno en la búsqueda de fórmulas de refinanciación de proyectos empresariales, aunque es de capital estrictamente bancario y privado, y cuenta con McKinsey y N+1 como asesores y gestores de las compañías que se integren en el fondo. Este mecanismo pretende esquivar el concurso y liquidación en el que entrarían infinidad de empresas en las que participan muchos acreedores bancarios, siempre que las entidades estén dispuestas a encajar la pérdida y establecer una razonable moratoria en la recuperación de los créditos. Debería explotarse al máximo para conseguir la máxima longevidad en los proyectos empresariales que por las circunstancias críticas de los últimos años están al borde de la asfixia financiera pese a tener ingresos estructurales y unos activos bien valorados y revalorizables tras una sostenida recuperación económica.
Evidentemente, además de la razonable posibilidad de rescatar una parte de la deuda por parte de la banca, el modelo establece un mecanismo de incentivos para los gestores, que dependerá directamente de la rapidez con que se reflota la compañía y se vende, así como del precio obtenido. Y en la medida de lo posible, como en el caso de General de Alquiler de Maquinaria, se respeta la presencia de los accionistas originales, aunque con una merma notable en su participación en el capital y en la gestión.
Aunque se trata de un fondo de empresas genérico, no habría de descartarse el ensayo de formatos similares por sectores, en los que participase la banca acreedora con más presencia en las empresas y que sirviese de mecanismo de selección en la salida de la crisis y de aceleración de las soluciones. Todos los estímulos que existan a la resolución rápida de las crisis empresariales contribuirán a recomponer antes el tejido empresarial y a buscar oportunidades en los negocios emergentes, así como a garantizar la continuidad donde exista déficit de estructura manufacturera.
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