El Gobierno aplaza la OPV de Aena a febrero de 2015
El Gobierno aplaza la oferta pública de venta (OPV) de Aena a 2015. El argumento es técnico: la Abogacía del Estado ha determinado que debe realizarse un concurso público para elegir al auditor que otorgue la comfort letter (carta de conformidad) de las cuentas reflejadas en el folleto de la colocación. Esto implicaría elegir a un segundo auditor (aunque también puede ser la propia PwC, que es la actual auditora de Aena), lo que retrasaría la operación a 2015.
Conocedores de la marcha de la operación indican que además del problema técnico con el auditor hay fuertes discrepancias con el trasfondo de la privatización. De entrada, la banda de precios publicada el pasado viernes es muy elevada a juicio de los propios bancos colocadores y existe una lucha sn cuartel entre los ministerios con responsabilidades en la operación (Fomento, Economía, Hacienda, y también la Oficina Económica del Gobierno).
La buena noticia es que en realidad el 43% del capital que se quiere privatizar ya está vendido. Los socios que forman el núcleo duro se han comprometido a entrar en el capital del gestor de aeropuertos a los precios ofertados siempre que la salida a Bolsa se realice en abril del próximo año como muy tarde.
Los March, a través de Corporación Financiera Alba, los Del Pino, mediante Ferrovial, y el hedge fund británico The Children’s Investment firmaron el pasado 16 de octubre los respectivos contratos privados en los que se comprometen a invertir en Aena. Y esos documentos incluyen un compromiso: que la cotización de Aena en los mercados oficiales se produzca en un plazo como máximo de seis meses.
El Gobierno, por lo tanto, tiene la puerta abierta a plantear un retraso de la privatización, con el límite del inicio de cotización del 16 de abril del próximo año, sin necesidad de buscar nuevos inversores para formar el núcleo duro. Fuentes jurídicas aseguran que daría tiempo a solventar los problemas de procedimiento relacionados con la auditoría –y al tiempo limar el resto de puntos conflictivos de la operación– en seis meses.
Eso sí, su obligación de entrar se materializará siempre y cuando el precio institucional de la OPV sea inferior a los precios máximos ofrecidos.
El tope lo marca Ferrovial, con una oferta de 48,66 euros por acción para el 6,5% del capital. Esto implica una valoración de unos 7.300 millones, en el rango de entre 6.225 y 8.025 millones de euros. El grupo de servicios e infraestructuras presidido por Rafael del Pino pagará, además, 0,10 euros por acción respecto al precio de la OPV.
Corporación Financiera Alba ha sido el socio más generoso al ofrecer 53,33 euros por título por el 8% del capital y una prima de 0,15 euros. Mientras, el fondo británico está dispuesto a pagar 51,6 euros por título –esta vez, sin prima– para hacerse con el 6,5%. Todos los inversores tienen ya apartado el importe comprometido en la inversión:_unos 1.620 millones de euros en total.
Álvaro Nadal, director de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, ha asegurado que el rango de precios barajado en la OPV es “más que razonable”, si bien fuentes próximas a los bancos colocadores, tanto del tramo institucional, al que se dirige el 25,2% del capital de Aena, como del minorista, para el que se ha reservado el 2,8%, advierten de la dificultad de vender a esos precios en la actual coyuntura.
Los analistas consultados por este periódico señalan que un precio atractivo sería de unos 33 euros por acción (unos 5.000 millones de euros de valoración para el 100%) o por debajo, como publicó CincoDías el pasado viernes 24 de octubre. Otros gestores consultados apuntan que solo en la parte baja de la horquilla presentada (41,5 euros por acción, equivalentes a unos 6.200 millones de euros), y con el mercado a favor, sería posible colocar entre inversores institucionales la compañía.
A tenor de las declaraciones de Álvaro Nadal y del propio ministro de Economía, Luis de Guindos, el Gobierno no está dispuesto a rebajar los precios con el objetivo de potenciar la acogida en el mercado de la compañía. Fuentes del sindicato de colocadores del tramo minorista indican que les sería muy complicado vender entre sus clientes una empresa que, de entrada, sale con un rango de valoración considerablemente superior al marcado en sus propios informes de análisis. La comisión que recibirán es además limitada: tan solo el 1%, cuando lo habitual en las últimas ofertas ha rondado el 3%.
“El mercado está muy inestable y las últimas colocaciones realizadas en la Bolsa o por parte de compañías de origen español, salvo Logista (eDreams, Rumbo y Applus+), han evolucionado francamente mal”, indica un gestor con responsabilidades sobre un patrimonio de más de 500 millones. L
Un beneficio que se duplicará en cuatro años
A favor de Aena juega la recuperación económica y del turismo, el sector que se ha convertido en la gran baza de España. Entre enero y agosto de 2014, el tráfico aéreo en España creció un 4,5% gracias al tirón del turismo internacional y a la estabilización del domestico. El hecho de que las tarifas que Aena cobra a las aerolíneas (las tasas aeroportuarias), y estas a los clientes, estén reguladas es un arma de doble filo. De momento, están congeladas hasta 2025, si bien BBVA, uno de los coordinadores de la OPV, señala que las tasas de los aeropuertos españoles se sitúan por debajo de las que cobran sus competidores. El banco que preside Francisco González calcula que el beneficio neto de Aena crecera desde los 432 millones de euros con los que cerrará este año, según sus estimaciones –en 2013 ganó cerca de 600 millones–, a los 896 de 2018.