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Su plan industrial incluye la reestructuración de la deuda

Aristrain presenta una oferta por Condesa a los bancos acreedores

Una de las seis fábricas de Condesa en España, ubicada en Lesaka (Navarra).
Una de las seis fábricas de Condesa en España, ubicada en Lesaka (Navarra).

Condesa tiene hasta el próximo 15 de noviembre como fecha límite para eludir la presentación de la antigua suspensión de pagos. En los cuatro meses que la ley habilita para buscar una salida durante el preconcurso, el grupo vasco ha encontrado un socio en José María Aristrain, una de las mayores fortunas de Europa y que ya compró este año el 11% de Tubacex por 39,2 millones. Precisamente adquirió esos títulos, en febrero pasado, a Condesa.

Aristrain ha trasladado su oferta a los bancos acreedores de la compañía de Vitoria, a los que adeuda 325 millones. Las entidades cortaron el grifo del crédito a la empresa alavesa en abril pasado, que afronta ahora dificultades para la compra de materias primas, lo que afecta a la actividad de sus fábricas.

Meses de preparación

La corporación que preside José María Aristrain ha pasado meses trabajando en la elaboración de la oferta por Condesa, cuyos accionistas son las familias Iribecampos y Uribarren.

Su propuesta incluye un plan industrial para las nueve plantas del grupo, seis de ellas en España. La plantilla está integrada por unos 1.500 trabajadores (llegó a contar con 2.300 empleados antes del inicio de la crisis, en 2007). El plan de Aristrain también plantea a los bancos una salida para la reordenación de la deuda. Yha trasladado a las entidades su intención de consolidarse como un accionista de Condesa a largo plazo, para dar estabilidad industrial y financiera a la compañía vasca.

Además, tiene la intención de reforzar la gestión de Condesa con la incorporación de directivos con experiencia en el mundo siderúrgico, con los que ya ha hablado para contar con su participación en el proyecto. Aristrain ha concluido en estos meses un proceso de due diligence (valoración) de Condesa. En base a los datos recaudados, ha presentado la oferta de compra que ahora conocen los bancos acreedores.

La solución que plantea Aristrain es la más alejada al Proyecto Fénix, un fondo de inversión de capital riesgo, también denominado banco malo, donde las entidades colocarían sus participaciones en empresas en dificultades coyunturales por los efectos de la crisis económica, pero con futuro en sus respectivos mercados. Para la creación de ese fondo se había pensado en compañías como Válvulas Arco, Ros Casares, GAM y Condesa, donde los bancos no son accionistas y los que controlan el 100% del capital son las citadas familias Iribecampos y Uribarren.

Los cambios en la ley concursal, aprobados hace meses por el Gobierno de Mariano Rajoy, facilitan la entrada de nuevos accionistas a las empresas afectadas por esos procesos, y esa ha sido la línea de trabajo del Proyecto Fénix, que todavía no ha constituido fondo alguno.

En base a esta iniciativa, la consultora McKinsey hizo llegar a los accionistas de Condesa una propuesta de intenciones, “ni concluyente ni vinculante”, han aclarado desde el grupo vasco, y basada en la entrada de un socio industrial. Todo ello sujeto a un proceso de due diligence en el que se emplearían seis meses (superando la comentada fecha límite de la presentación del concurso de acreedores).

Desde la industria se ha valorado que ese socio pudiera ser ArcelorMittal, por las relaciones entre ambos desde hace años. Condesa es uno de los principales clientes del grupo de la familia Mittal en España. La compañía alavesa es la que más bobinas de acero laminado compra a la multinacional a través de la acería compacta de Sestao (Vizcaya), de la que incluso Condesa fue accionista cuando se puso en marcha en 1996. Luego, la empresa vasca adquirió a la mayor siderúrgica del mundo su división de tubos en Europa.

Nueva apuesta tras Tubacex

Aristrain vuelve a apostar con fuerza este año por la industria española, en lo que supone su retorno al negocio relacionado con el acero, que fue el embrión de su actividad el siglo pasado. La corporación de José María Aristrain ya invirtió 39 millones de euros en febrero en la compra del 11% de Tubacex. Esta compañía, con sede en Llodio (Álava), es el segundo productor mundial de tubos sin soldadura en acero inoxidable.

 

Condesa, con una cifra anual de negocio de 600 millones de euros, ha sufrido la crisis con un recorte del 30% en la demanda de tubos soldados para Europa, su principal mercado y donde es líder con una cuota del 9%.

Además de los ajustes de plantilla, el grupo ha tenido que reducir su volumen de ventas de producto terminado a las 700.000 toneladas (antes superaba holgadamente el millón de toneladas). Ante ese desplome del mercado, la compañía la compañía alavesa inició la venta de activos para financiar su estructura fabril.

Primero vendió una planta en Marruecos y luego se desprendió del 17,69% de Tubacex. De esa participación, el 11%, como se ha comentado, fue adquirido por Aristrain, ahora el principal accionista de la compañía de Llodio. A mediados de este año, Condesa vendió también una fábrica en Italia, ubicada en la localidad de La Loggia, a la corporación Amenduni Tubi.

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