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Las rutas y las comidas a domicilio, principales usuarios de renting

Llega el invierno para el alquiler de motocicletas

Al negocio del alquiler de motos se le acerca el invierno. Literal y figuradamente. Este sector depende –mucho más que el renting de cualquier otro tipo de vehículos– del turismo, por lo que sufre de una fuerte estacionalidad. Además, la crisis ha afectado de manera dura a las empresas que se dedican a alquilar motocicletas, que han visto cómo su mercado se reducía merced a cambios en los estratos de edad, forzados en parte por las penurias económicas de los profesionales que usan estos servicios.

En España apenas si hay unas 30 compañías que alquilan motocicletas de manera regular, es decir, durante todo el año. De ellas, solo una, Cooltra, tiene dimensión internacional y posee una flota de vehículos que se mide en miles de unidades. Las demás oscilan entre las 20 y las 200 motos disponibles.

Alrededor del 60% de la actividad, de las empresas consultadas por CincoDías, está dirigida al mundo profesional. Entre sus clientes principales están los restaurantes de comida que tienen servicio de envío a domicilio. Pero no las grandes multinacionales o las grandes pizzerías, sino los pequeños establecimientos de barrio que, poco a poco, se han ido introduciendo en el mercado del reparto de menús.

“A los grandes les sale mejor comprar sus propias motos –explica Javier Reneses, de Moto&Go–, porque hay que tener en cuenta que el precio de una moto no es el de un coche y en unos pocos meses se puede amortizar su valor. Por eso, los restaurantes que alquilan los vehículos suelen ser pequeños, que con una o dos se arreglan, y les compensa el precio del arrendamiento”.

A las grandes empresas les es más rentable tener su propia flota de motos que alquilarlas

De la misma forma, también las empresas de mensajería son clientes del renting de vehículos de dos ruedas, pero cada vez menos porque ese sector tiende a la concentración del mercado en unas pocas empresas de mucho tamaño que tienen su propia flota.

Uno de los mayores problemas del renting de motos es la alta siniestralidad de estos vehículos. Aunque los accidentes eran más comunes cuando los trabajadores de las empresas de reparto, tanto alimentario como de paquetería, eran jóvenes. Ahora, debido a la situación del mercado laboral, los empleados tienen más años, por término medio, y también más precaución, aunque eso no evita que casi todas las motos acaben teniendo algún golpe, aunque sea leve, en su vida útil de alquiler.

“El sector está mal, no nos vamos a engañar”, dice Paco Ivars, de Moto Rent. “Mucha gente hace la cuenta de la lechera, de tanto al día por 365 días y me forro, pero la realidad es que ese tanto al día se puede sacar en verano, con los turistas, y en invierno es imposible”.

Turismo, clave

La mayor parte del negocio del alquiler de motos es para profesionales, un 60%; el 40% restante es del turismo, que es el que más sufre con la estacionalidad y los rigores de la economía.

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